El escritor peruano ha comparado el movimiento por la liberación de las mujeres con las “hogueras para quemar a los escribidores y editores que desafiaban la moral ” que “en el pasado” llevaba a cabo “la religión”.
A Mario Vargas Llosa le parece que el feminismo es “el más resuelto enemigo de la literatura”. La causa, para el autor de Travesuras de la niña mala, es que “pretende descontaminarla de machismo, prejuicios múltiples e inmoralidades”. Así lo ha explicado en una columna publicada en El País este domingo.
A esta, el escritor ha decidido ponerle por título Nuevas Inquisiciones. Entre sus líneas trata de establecer una analogía entre el feminismo, movimiento que aboga por la liberación de las mujeres del sistema patriarcal, con “la religión”.
Vargas Llosa se refiere a esta última, además, describiéndola como el enemigo de la literatura “más decidido a liquidarla”. “Levantando hogueras para quemar a los escribidores y editores que desafiaban la moral y la ortodoxia”, según afirma. Aunque también puntualiza que esto lo era “en el pasado”.
Ahora, sin embargo, el escritor considera que es el feminismo quien le ha tomado el relevo. “No todas las feministas, desde luego, pero sí las más radicales“, salvaguarda el peruano, añadiendo que también “tras ellas, amplios sectores que, paralizados por el temor de ser considerados reaccionarios, ultras y falócratas”.
Vargas Llosa sale además en defensa de “autores tan rabiosamente machistas como Pablo Neruda, Javier Marías y Arturo Pérez-Reverte” a quienes dice que el “decálogo feminista de sindicalistas pide eliminar en las clases escolares”.
Además, ha cargado contra la escritora Laura Freixas refiriéndose a una columna que esta publicó en el mismo diario en el mes de febrero y donde hacía una crítica con perspectiva de género sobre la obra Lolita, de Nabokov, con la intención de analizar “el derecho del arte de representar el mal”. En ella, Freixas plantea que “el mal en cuestión suele ser el de los poderosos (varones, occidentales, blancos, de clase media o alta) contra los subalternos (mujeres, colonizados, de otras razas o pobres)”. La autora, además, concluye respecto a la novela aludida que “leerla, sí, porque es una gran novela. Pero también analizarla” con el fin de “entender cómo el patriarcado manipula en su beneficio, y para nuestra desgracia, la cultura”.
Sin embargo, Vargas Llosa simplifica el análisis de la escritora considerando que se limita a explicar “que el protagonista era un pedófilo incestuoso violador de una niña que, para colmo, era hija de su esposa” y añade que “Olvidó decir que era, también, una de las mejores novelas del siglo veinte”.
Freixas, por su parte, ha respondido en la red social Twitter calificando de “todo un honor que me cite (para mal) Vargas Llosa” y ha defendido que “el feminismo es la gran revolución intelectual de nuestro tiempo”.
Todo un honor q me cite (para mal) Vargas Llosa hoy en @el_pais. Lo q el llama "buenismo", yo lo llamo responsabilidad ética. Su afirmación de q el feminismo es el enemigo me confirma lo q dice Griselda Pollock: el feminismo es la gran revolución intelectual de nuestro tiempo. pic.twitter.com/y0hlWrBR6c
— LauraFreixas (@LauraFreixas) March 18, 2018
También, a lo largo de su escrito, Vargas Llosa alude a diversos autores para defender su postura: Popper, Faulkner, Céline, Proust, Bataille. “Quienes quieran juzgar la literatura desde un punto de vista ideológico, religioso y moral se verán siempre en aprietos”, escribe. Y continúa considerando que “lo someten a controles y censuras que pura y simplemente acabarán con la literatura, o se resignan a concederle aquel derecho de ciudad que podría significar algo parecido a abrir las jaulas de los zoológicos”.
Eso sí, entre sus referencias no se puede encontrar a una sola mujer: ni novelista, ni poeta, ni filósofa… . Pero le basta con concluir que, “quienes se empeñan en que la literatura se vuelva inofensiva, trabajan en verdad por volver la vida invivible”. “Según Bataille”, explica: “un territorio donde los demonios terminarían exterminando a los ángeles”.
Fuente: Publico