El EPR acusa falso pacifismo de los empresarios de Acapulco. En un comunicado el grupo guerrillero manifestó que los empresarios que hicieron este llamado a las fuerzas castrenses buscan criminalizar el movimiento de los estudiantes.
El Ejército Popular Revolucionario (EPR) respondió a las peticiones que empresarios de Acapulco hicieron al Ejército mexicano para que militares intervengan en las manifestaciones de normalistas que exigen la presentación con vida de 43 estudiantes desaparecidos.
El pasado 13 de noviembre, empresarios de Acapulco pidieron al Ejército intervenir en las manifestaciones que realizan los normalistas para disuadir que sigan dándose las protestas.
En las instalaciones de la Novena Región Militar, el comandante de la 27 Zona Militar, Mario Lucio González Cortez, encabezó con otros mandos militares una reunión con asociaciones empresariales y de profesionales, quienes se dijeron “preocupados” por las movilizaciones de los normalistas y organizaciones sociales que exigen la presentación con vida de 43 normalistas desaparecidos entre la noche del 26 y la madrugada del 27 de septiembre en Iguala a manos de policías de ese municipio y de Cocula.
En el evento, el comandante les respondió a los empresarios que los soldados están “acotados” para intervenir porque eso corresponde a las autoridades civiles.
En la misma reunión, el empresario César Zambrano, presidente del capítulo Acapulco de la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex), indicó que Acapulco “se está yendo al hoyo y después ese hoyo, que ya va muy profundo, para poder rellenarlo va a ser prácticamente imposible”.
En un comunicado, el grupo guerrillero manifestó que los empresarios que hicieron este llamado a las fuerzas castrenses buscan criminalizar el movimiento de los estudiantes. “Se han unido [los empresarios]en santa cruzada para exigir una nueva oleada represiva y otro baño de sangre”, expresan.
El EPR calificó a los empresarios como “paleros y defensores del régimen” que “se desgarran las vestiduras y pretenden hacerse pasar por genuinos paladines de la justicia y los derechos humanos”.
Además, de manera irónica, cuestionó que el sector empresarial pretenda que el Ejército Mexicano, corporación a la que el grupo guerrillero responsabiliza de un sin número de crímenes de lesa humanidad en todo el país, se encargue de disuadir las manifestaciones que exigen la presentación con vida de los estudiantes desaparecidos.
“Ahora resulta que los perpetradores de crímenes de lesa humanidad son los más grandes defensores de los derechos humanos, ¡Qué gran cinismo!”, se lee en la misiva.
El EPR aseguró que el Centro de Investigación de Seguridad Nacional (Cisen) pretende emprender una campaña de “terrorismo de Estado”, encaminada a beneficiar a empresas trasnacionales y a debilitar el movimiento normalista.
Para esta campaña de desprestigio, el EPR afirmó que el Estado mexicano hace uso de los medios de comunicación: “los defensores del régimen llaman a cerrar filas en un falso pacifismo para seguir criminalizando la protesta popular combativa; desde los monopolios de la comunicación, las plumas y voces mercenarias en una lógica policiaca propia del Cisen y los diferentes órganos de inteligencia civil y militar”.
En la misiva, el EPR asegura que el llamado de los empresarios a aplicar el estado de derecho durante las movilizaciones y ejercer todo el peso de la ley en contra de quienes protestan “constituye la exigencia de los grandes empresarios y sectores reaccionarios por ejercer la represión masiva y selectiva y justificar el estado policiaco-militar”.
El EPR arremetió también en contra del Procurador general de la República, Jesús Murillo Karam, quien en su última conferencia de prensa aseguró que, con base en declaraciones de tres detenidos, los 43 normalistas desaparecidos fueron quemados en el basurero de Cocula y sus cenizas arrojadas al río San Juan.
“La sesuda y cientificista investigación gubernamental sobre el asesinato de tres normalistas y tres personas más, la detención-desaparición de 43 normalistas se revela en su esencia tal cual es, vil y descarado montaje mediático que ofende a la inteligencia humana”.
Indicó que esta hipótesis está llena de inconsistencias y “burdas mentiras” para ocultar lo que califica como un crimen de Estado y convertirlo un delito del fuero común “cometido por la todo poderosa delincuencia organizada”, y de esta manera eludir la responsabilidad del gobierno.
Finalmente, aseguró que las movilizaciones encabezadas por normalistas, que exigen la presentación con vida de sus 43 compañeros desaparecidos, son legítimas y llamó a las organizaciones sociales a no desistir de sus acciones de protestas.
Fuente: Sin Embargo