Tras el sangriento desalojo en Nochixtlán, el gobierno federal relanzó el diálogo con la CNTE. Pero se niega a considerar la principal demanda de los profesores, que es abrogar la reforma educativa. En cambio, comenzó a difundir una amenaza en voz de los principales alfiles del régimen: si los maestros no se aplacan, la fuerza del Estado se desatará contra ellos. Osorio Chong soltó: “El tiempo se ha agotado”. Y el gobernador chiapaneco, Manuel Velasco, repitió (mal) la semana pasada las palabras que Gustavo Díaz Ordaz pronunció justo antes de la matanza de Tlatelolco: “Hemos sido tolerantes a excesos criticables”.
Por Mathieu Tourlier/Proceso
Las negociaciones entre la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) y Miguel Ángel Osorio Chong, titular de la Secretaría de Gobernación (Segob), se encuentran en un punto muerto: El funcionario aseveró que no le moverá una coma a la reforma educativa, que el magisterio disidente exige abrogar.
Es más, desde la instalación de la mesa de diálogo, el pasado 22 de junio, funcionarios federales endurecieron el tono de sus declaraciones contra el magisterio disidente, que a su vez intensificó sus movilizaciones en el país.
Lo anterior culminó la tarde del viernes 1, cuando Osorio Chong anunció, con un tono severo, el próximo desalojo de los bloqueos carreteros que la CNTE mantiene en varios puntos del país, sobre todo en Chiapas y Oaxaca. En los menos de cinco minutos que duró el breve mensaje, el funcionario advirtió en dos ocasiones que “el tiempo se ha agotado”.
Enseguida, la CNTE denunció que el funcionario buscó “crear temor y angustia entre los maestros y entre la población en general”, y que el gobierno difunde “información falsa” sobre las protestas como “forma de preparar el terreno para escaladas represivas”.
ADMINISTRA EL CONFLICTO
Tras llamar a los maestros a “mantener la calma” y responsabilizar al gobierno “por cualquier brote de violencia”, la CNTE reiteró que “la mesa de negociación con el gobierno federal no se ha agotado”.
En una entrevista realizada después de la manifestación del jueves 30 en la Ciudad de México, secretarios generales de la CNTE —quienes integran la Comisión Nacional Única de Negociación, CNUN— afirman a Proceso que Osorio Chong intenta “administrar el conflicto” sin aportar una solución al problema de fondo, que es la reforma educativa.
Enrique Enríquez, secretario general de la Sección 9, de la Ciudad de México, explica que durante las dos mesas de negociaciones que se llevaron a cabo los pasados 22 y 27 de junio, con la presencia de una Comisión Nacional de Mediación (Conamed), Osorio Chong “muestra una actitud,” entre comillas, dispuesta al diálogo.
“Pero cuando le preguntamos: ‘¿Qué imagina usted, que pueden proponer (sobre la abrogación de la reforma)?’ Dice: ‘La reforma no se mueve’. No da salidas. Dicen:‘Con los cesados no hay problema, que regresen; de los presos, estamos viendo; y de lo que pasó en Oaxaca, inmediatamente instalamos una mesa’”, asevera el líder capitalino.
PRESOS POLÍTICOS
Cuando se le pregunta si Osorio Chong trató de negociar con la CNTE la liberación de los líderes encarcelados en Hermosillo, Sonora —entre ellos Rubén Núñez y Francisco Villalobos, secretario general y secretario de organización de la Sección 22 de Oaxaca, respectivamente—, Enríquez responde, tajante: “Nada. ¿Qué podemos negociar? ¿Aceptar los cargos inventados? No. Queremos su libertad inmediata porque son presos políticos”.
“Primero dicen que están dispuestos a platicar y luego hacen esas declaraciones. Si consideramos que se agotó la negociación actuaríamos de otra forma, pero consideramos que sigue la mesa, no está suspendida”.
Víctor Manuel Zavala Hurtado, secretario general de la Sección 18 de Michoacán, subraya que Osorio Chong se encuentra bajo mucha presión. “Por esto sale tres veces al día a hacer declaraciones”.
Recuerda que el movimiento magisterial alcanzó estados “que prácticamente no se movilizaban”, como Colima, Nayarit, Durango, Sinaloa, Sonora y Nuevo León, mientras que las zonas centro y sur del país intensificaron sus actividades.
“Prácticamente en todo el país está una insurgencia magisterial. Este conflicto se le está saliendo de las manos (al gobierno) e incluso puede llegar a un estallido social.”
ESCALADA VERBAL
Pese a la instalación de las mesas de diálogo y de la supuesta apertura de Osorio Chong para discutir con la CNTE, el tono de las declaraciones de funcionarios contra el magisterio disidente se endureció desde el desastroso operativo de Nochixtlán. En respuesta, el magisterio disidente intensificó las manifestaciones y bloqueos carreteros en el país.
En la noche del 22 de junio, al término de la primera mesa de diálogo con la CNUN en la Segob, Osorio Chong se felicitó del “paso fundamental” y “afortunado” que representó el encuentro para resolver el conflicto magisterial, aunque admitió que no se debatió ningún asunto en concreto.
Los negociadores de la CNTE también salieron satisfechos, al considerar un logro que el gobierno federal haya considerado al sindicato como interlocutor en materia educativa. Sin embargo, aseguraron que la CNTE continuaría sus actividades en el país.
Se programó una segunda reunión para el lunes 27. En ésta participaron pobladores de Nochixtlán, quienes permanecieron en la Segob hasta las 10 de la noche. Osorio Chong se comprometió a enviar una comisión de salud al poblado para atender los heridos, así como a instalar una mesa especial.
Tras la salida de los pobladores, la CNTE permaneció en el recinto federal hasta las 2:30 de la madrugada, pero las pláticas resultaron estériles: las partes no alcanzaron ningún acuerdo y ni siquiera establecieron una fecha para reunirse de nuevo.
NO CEDER A ‘CHANTAJES’
La agencia Apro reportó ese día que, ante los maestros en plantón, los secretarios generales lamentaron que los funcionarios federales “defienden a toda costa mantener la reforma”. Pidieron paciencia a las bases, ya que “sigue siendo un proceso que va a tomar más tiempo, tal vez”.
Durante la tarde del martes, Osorio Chong se reunió con empresarios oaxaqueños, quienes afirmaron que las pérdidas causadas por las movilizaciones de la CNTE se elevaban a mil 700 millones de pesos. Osorio Chong les aseveró que “en días” se restablecería el orden en la entidad.
El Consejo Coordinador Empresarial, a través de su presidente, Juan Pablo Castañón, pidió al gobierno levantar los bloqueos en Oaxaca, Chiapas y Guerrero, y no ceder a los “chantajes” de la CNTE.
Desde Canadá, adonde asistió a la Cumbre de Líderes de América del Norte, Peña Nieto reiteró que “no sólo la legislación educativa, ninguna está sujeta a negociación. Éste no es el primer evento en el que el Estado ha tenido que recurrir al uso de la fuerza pública para mantener el orden y la tranquilidad social, que muy lamentablemente desencadenó el hecho ocurrido en Oaxaca hace poco más de una semana, con la pérdida de vidas humanas”.
INTENSIFICAN BLOQUEOS
En un posicionamiento que emitió el miércoles, la CNTE anunció el arranque de una “jornada intensiva de lucha de 72 horas” —consistente en bloqueos carreteros y manifestaciones en todo el país—, pero matizó: “Si observamos disposición y sensibilidad de Osorio Chong, estamos dispuestos a una tregua en la actividad política”.
Ese día, Osorio Chong aprovechó que los pobladores de Nochixtlán pospusieran la reunión para recibir a Aurelio Nuño, secretario de Educación Pública, en la Segob. Insistió en distintas entrevistas: “No está a negociación una reforma educativa”.
El 30 de junio, el funcionario refrendó esta postura en entrevista radiofónica, en la que además advirtió: “O resuelven el tema de los bloqueos y buscamos la posibilidad de un encuentro y una solución, o nosotros tenemos que tomar las acciones que correspondan como gobierno federal”.
El día siguiente, el responsable de la política interna adoptó una actitud más intransigente: “Muchas comunidades en Oaxaca y Chiapas se encuentran en una situación crítica. Se ha agotado el tiempo. Los bloqueos y las afectaciones deben terminar. Por ello se estarán tomando las decisiones necesarias para permitir el tránsito en vías estratégicas y el abastecimiento de las comunidades”.
Fuente: Proceso