El Papa Francisco, quien este 13 de marzo cumple dos años como máximo jerarca de la Iglesia Católica Romana, fue entrevistado en exclusiva por Valentina Alazraki, corresponsal de Noticieros Televisa en El Vaticano. El pontífice habló sobre las reacciones que desató el correo privado que envió a un amigo, donde le decía que se debería tratar de evitar la mexicanización de Argentina:
“Evidentemente que es un término, permítaseme la palabra, técnico. No tiene nada que ver ya con la dignidad de México. Como cuando hablamos de la balcanización, ni los serbios, ni los macedonios, ni los croatas se nos enojan. Ya se habla de balcanizar algo y se usa técnicamente y los medios de comunicación lo han usado muchas veces”, expresó el papa Francisco.
Reconoció que su comentario levantó pólvora y afirmó que según estadísticas que consultó el 90% de los mexicanos no se ofendió por la expresión.
“Lo cual me alegra. Para mí habría sido un gran dolor que se interpretara de esa manera. El mismo gobierno después de haber preguntado aceptó las explicaciones. Estas que son las verdaderas. Y todo en paz. O sea eso no me cerró las puertas a México. Voy a ir a México.”
El Papa hizo referencia a los hechos de violencia que han afectado el país en los últimos años, dijo que no es el primer momento difícil por el que el país ha atravesado a lo largo de la historia y podrá superarlo. Mostró su desacuerdo en culpar al gobierno por la situación actual.
“Yo creo que el diablo le pasó la boleta histórica a México. ¿Quién tiene la culpa? ¿El gobierno? Esa es la solución, la respuesta más superficial. Todos tenemos de alguna manera la culpa o, al menos, al no hacernos cargo del sufrimiento. Pero la mayoría del pueblo mexicano es solidario. Y esa es una de las virtudes que tienen ustedes. Creo que todos tienen que poner el hombro ahí, para resolver esto de alguna manera. El echarle la culpa a un sólo sector, a una sola persona, a un sólo grupo, es infantil.”
El sumo pontífice habló sobre su intención de ir a Ciudad Juárez cuando regresaba de un viaje de Filipinas. Admitió que no le gustaría estar únicamente en una entidad del país y por ello prefirió no pisar tierra mexicana aquella ocasión.
“Si yo iba a Ciudad Juárez, por ejemplo, y entraba desde ahí, o a Morelia, y entraba desde ahí, se iba a armar un poco de barullo (confusión, caos). No se puede visitar México de a pedacitos. México requiere una semana. Prometo un viaje a México como se lo merece y no a la apurada y de paso. Por eso decidí no entrar a México.”
A continuación presentamos la primera parte de la conversación del Papa Francisco con Valentina Alazraki:
VALENTINA ALAZRAKI: Papa Francisco, usted en el avión volviendo de Filipinas dijo que le hubiera gustado entrar a los Estados Unidos por la frontera con México. Esa frontera tan, tan, significativa. Usted es hijo de emigrantes, sus papás eran italianos, viajaron a la Argentina, usted trae en la sangre lo que es eso. ¿Cuál sería el sentido de su presencia ahí, en esa frontera?
PAPA FRANCISCO: Gente no sólo de México sino de Centroamérica, de Guatemala, que cruza todo México, para buscar un futuro mejor. Hoy día la emigración es fruto del malestar en el sentido etimológico de la palabra, fruto del hambre, de buscar nuevas fronteras. Lo mismo sucede en África, con toda esa cruza mediterránea de gente que viene de países que están pasando momentos difíciles, sea por el hambre, sea por las guerras ¿no?
Pero evidentemente que la migración hoy día está muy relacionada al hambre, a la falta de trabajo. A esta tiranía de un sistema económico que tiene al dios dinero en el centro y no a la persona ¿no? Y entonces se descarta gente.
Entonces un país crea sea de América, de África, de donde sea crea una situación económica impuesta, por supuesto, que descarta gente, que va hacia otro lado a buscar trabajo, o comida, o bienestar ¿no? O sea la migración en este momento, es muy doloroso el problema migratorio en el mundo ¡eh! Porque hay varias fronteras migratorias ¿no?
Me alegra que Europa esté revisando su política migratoria. Italia fue muy generosa y quiero decirlo ¿no? La síndico de Lampedusa se jugó entera y aun a costa de transformar esa isla, de tierra de turismo en tierra de hospitalidad ¿no? Con lo que supone no ganar plata ¿no? O sea hay hechos heroicos ¿no? Pero ahora gracias a Dios veo que Europa está repensando la situación.
Volviendo a la migración allí, esa zona, además es una zona de mucha lucha de problemas de narcotráfico. Los Estados Unidos me decían no quiero tirar estadísticas que después me crean un problema diplomático pero, me decían, y lo vi en una revista, creo que están entre los primeros consumidores de droga en el mundo y la frontera por la que entra la droga, la principal, es la mexicana. Entonces ahí también se sufre ¿no? Morelia, toda esa zona, es una zona de mucho sufrimiento donde también las organizaciones de traficantes de droga no se van con chiquitas ¿no?, es decir, saben hacer sus trabajos de muerte, ¿no?, son mensajeros de muerte, sea por la droga, o sea por limpiar, entre comillas, a aquellos que se oponen a la droga, los 43 estudiantes, de alguna manera están pidiendo que, no digo venganza, justicia, y que se los recuerde.
Y por eso salgo al encuentro quizás de una curiosidad: quise hacer cardenal al arzobispo de Morelia, porque está en la sartén. O sea un hombre que está en una zona muy caliente, y es un testimonio de hombre cristiano, de un gran sacerdote. Pero después sobre los cardenales podemos volver después. Se lo digo de paso.
VALENTINA ALAZRAKI: Papa Francisco, usted sabe que usted se refirió a los 43 estudiantes, ha sido un luto, digamos, una situación muy difícil por la que ha atravesado México. México es un gran pueblo. Tiene valores, recursos para salir adelante de alguna manera. Pero yo creo que la Iglesia, los Obispos con los que usted ha hablado, no dan recetas políticas, no dan recetas técnicas, pero dan esperanza. O tratan de decir, bueno aquí, como dijo cuando estuvo aquí justamente el cardenal de Morelia, me decía: Todos somos responsables cuando hay algo que no funciona en un país, en una sociedad, cuando hay degradación. Y todos tenemos que colaborar para que esa situación mejore. Yo creo que en este momento sería importante tener una palabra de aliento, de esperanza, una invitación para que México realmente pueda superar momentos difíciles.
PAPA FRANCISCO: No es el primer momento difícil que está pasando México éste. O sea, engancho con la santidad ¿no? México pasó momentos de persecución religiosa, donde engendró mártires. Yo pienso que a México el diablo lo castiga con mucha bronca. Por esto. Creo que el diablo no le perdona a México, que Ella haya mostrado ahí a su Hijo. Interpretación mía.
O sea, México es privilegiado en el martirio, por haber reconocido, defendido, su Madre. Y esto lo sabe usted muy bien. Usted va a encontrar a mexicanos católicos, no católicos, ateos, pero todos guadalupanos. Es decir, todos se sienten hijos. Hijos de la que trajo al Salvador, al que destruyó al demonio. O sea lo de la santidad también está unido ahí.
Yo creo que el diablo le pasó la boleta histórica a México ¿no? Y por eso todas estas cosas, usted ve que en la historia siempre ha aparecido focos de conflicto grave ¿no? ¿Quién tiene la culpa? ¿El gobierno? Esa es la solución, la respuesta, más superficial. Siempre los gobiernos tienen la culpa. Sí, el gobierno. Todos tenemos de alguna manera la culpa o, al menos, el no hacernos cargo del sufrimiento. Hay gente que está bien y quizás la muerte de estos chicos no les llegó, les resbaló. Bueno a mí no me tocó, gracias a Dios que no me tocó. Pero la mayoría del pueblo mexicano es solidario. Y esa es una de las virtudes que tienen ustedes ¿no? Y creo que todos tienen que poner el hombro ahí, para resolver esto de alguna manera ¿no?
Yo sé que es muy difícil denunciar a un narcotraficante. Porque le va la vida, es una especie de martirio ¿no? Es duro, pero creo que todos en situaciones así, sea en México o no en México, tenemos que poner el hombro. O sea el echarle la culpa a un solo sector, a una sola persona, a un solo grupo, es infantil.
VALENTINA ALAZRAKI: Papa Francisco, usted envió un correo privado a un amigo de Argentina expresándole su preocupación acerca de la creciente difusión del narcotráfico en su propio país. Y utilizó el término tratemos de evitar la mexicanización Es normal, ese término digamos ha sido tomado, ha herido susceptibilidades, sensibilidades. El Gobierno de México pensó que se trataba de una estigmatización del país o no reconocer los esfuerzos que está haciendo o que intenta hacer. La verdad es, ¿qué pasó ahí? ¿Qué quiso decir usted?
PAPA FRANCISCO: Sí. El chico. Este chico es un dirigente, un hombre que ha trabajado por la justicia social y trabaja mucho, amigo mío, viene de las izquierdas, del trotskismo, viene de ahí. Es un hombre que encontró a Jesús y trabaja por la justicia social y él me cuenta.
Me contaba allí cómo habían logrado descubrir algunas redes de narcotráfico, y eso, y que estaban luchando y que habían cerrado también una cadena de prostíbulos. Él trabaja mucho en lo que es esclavización de personas, o sea fábricas esclavas, con migrantes donde le sacan el pasaporte y lo tienen de esclavo ahí, prostitución, drogadicción, etc.
Y entonces me dice bueno esto queremos no llegar a la mexicanización de Argentina. Así me ponía, ¿no? Evidentemente que es un término, permítaseme la palabra, técnico. No tiene nada que ver ya con la dignidad de México. Como cuando hablamos de la balcanización, ni los serbios, ni los macedonios, ni los croatas se nos enojan. Ya se habla de balcanizar algo y se usa técnicamente y los medios de comunicación lo han usado muchas veces ¿no?
VALENTINA ALAZRAKI: Se usaba colombización, por ejemplo.
PAPA FRANCISCO: También ¿no? Así que yo contesté rezo, los acompaño, y ojalá no lleguemos a la mexicanización, técnicamente. Levantó pólvora, pero la mayoría, por las estadísticas que me llegaron, que hicieron algunos periodistas de allá, el noventa por ciento del pueblo mexicano no se sintió ofendido por eso. Lo cual me alegra. Para mí habría sido un gran dolor que se interpretara de esa manera ¿no? Mismo un gobierno después de haber preguntado aceptó las explicaciones. Estas que son las verdaderas ¿no? Y todo en paz. O sea eso no me cerró las puertas a México. Voy a ir a México.
VALENTINA ALAZRAKI: Papa Francisco, relacionada con esta pregunta. Usted, sabemos que tiene una actividad, digamos entre comillas, personal muy activa. Usted le llama por teléfono a las personas, escribe cartas personales, preciosas por cierto. Ante lo que sucedió: Usted ha pensado decir a estas personas que, quizá, debían tener el sentido común que, si yo recibo una carta del Papa, yo no la publico. No ha pensado usted que, porque usted es el Papa, ya no es el Padre Jorge. ¿No ha pensado decirles miren yo les llamo por teléfono, les escribo, pero, en fin, esto es privado?
PAPA FRANCISCO: Lo suelo hacer, normalmente. Pero a veces la gente no, no se aguanta.
VALENTINA ALAZRAKI: Le meten luego en problemas. Digo una cosa es la correspondencia privada.
PAPA FRANCISCO: Este amigo mío me contestó pidiendo perdón, que me juraba y me re-juraba que nunca más iba a publicar.
Fuente: Noticieros Televisa