La realización del debate entre los candidatos presidenciales del pasado domingo registró audiencias que lo colocan entre los más vistos en la historia del país, sólo detrás del primer encuentro, efectuado en 1994.
De acuerdo con el Instituto Nacional Electoral (INE), con base en datos de la agencia de medición de audiencias Nielsen Ibope, el debate lo vieron 11.4 millones de ciudadanos, y 40 por ciento de los televisores que estaban encendidos sintonizaron el encuentro de los candidatos presidenciales, por lo que al sumar a los menores de edad que lo vieron al menos un momento, la cifra aumenta a 13.73 millones de espectadores, es decir, dos de cada cinco personas con la televisión encendida en ese horario lo observaron.
Ibope también midió el impacto que tuvo el debate de los presidenciables en redes sociales, donde se generaron alrededor de 7 millones de reacciones en total.
La transmisión tuvo 4.8 millones de reproducciones en Facebook; 885 mil visualizaciones en YouTube; 950 mil espectadores en Twitter, en donde, además, fue trending topic a escala mundial gracias a las más de 6 millones de interacciones que generaron los usuarios de esta red social, según lo dio a conocer el consejero presidente del INE, Lorenzo Córdova, en su cuenta de Twitter.
Asimismo, en entrevista al término de la presentación de la revista Justicia electoral, refirió que el presupuesto global de los tres debates será de 20 millones de pesos, si bien puede incrementarse ante la incorporación de un nuevo candidato en la contienda.
Córdova sostuvo que “sin duda es un debate que constituye un nuevo punto de referencia. Hay mucho trecho por andar todavía, el segundo debate tendrá un formato de entrada distinto, sin perder el rol activo que tuvieron los moderadores y que resultó una clave fundamental del buen éxito, pero será un encuentro con público, con un formato town hall, es decir, con público seleccionado que podrá hacer preguntas directamente a los candidatos”.
El presidente de la comisión especial de debates del INE, Benito Nacif, destacó que el hecho de que ahora se discuta sobre el comportamiento de los candidatos y no sobre el formato del encuentro revela que fue un esquema exitoso que cumplió con el objetivo de alentar el contraste de ideas.
Destacó las dimensiones de la audiencia que se alcanzó en televisión abierta y en la redes sociales que se han sumado a la difusión. Sin embargo, reconoció que hay algunos aspectos que deberán revisarse si fueron los adecuados, como la iluminación utilizada, lo cual habrán de analizar con la casa productora del debate y que será la misma que participará en los próximos encuentros, a efectuarse en Tijuana y Mérida.
Para el consejero Ciro Murayama el dinamismo alcanzado en este encuentro, que, dijo, es la primera vez que se acerca realmente a lo que es un debate, permitió alcanzar los objetivos que el INE perseguía al innovar el formato tradicional que se había utilizado en el pasado:
“Fue un genuino contraste de propuestas entre los candidatos; no fueron cinco soliloquios entre los aspirantes reunidos en un solo set. Se logró que no se ignoraran mutuamente y que los moderadores trascendieran el viejo papel que se les había asignado de ser cronómetros parlantes.
Se demostró que la selección de los moderadores fue correcta, pues tuvieron un papel adecuado porque no estuvieron ahí para facilitar el lucimiento de uno de los candidatos ni tampoco para complicar específicamente a uno, pues realizaron preguntas incómodas a todos.
Murayama señaló que la pretensión del INE era que el propio instituto no fuera el protagonista del encuentro, sino un facilitador del intercambio entre los candidatos y desde esa perspectiva consideró que fue una experiencia exitosa.
Fuente: La Jornada
