Dirigentes de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE), anunciaron que mantendrán sus acciones para exigir la presentación con vida de los 43 normalistas desaparecidos de Ayotzinapa, pero las protestas van a bajar de intensidad.
Ello debido a que se ajustarán al plan de acción que determinen los padres de familia de las víctimas y la dirigencia estudiantil de la Normal Raúl Isidro Burgos.
No obstante, Rubén Núñez, dirigente de la Sección 22 de Oaxaca, advirtió que no permitirán que el gobierno desaloje los plantones que mantiene la Coordinadora Estatal de Trabajadores de la Educación en Guerrero (CETEG), en diferentes ciudades donde tienen tomados los ayuntamientos.
Al respecto, los líderes del magisterio disidente justificaron los actos violentos que han protagonizado durante estos días, como el incendio de la sede del Poder Ejecutivo, el Legislativo y las oficinas del PRI y PRD, así como la toma del aeropuerto de Acapulco y el bloqueo de carreteras, con el argumento de que las autoridades federales y estatales han tratado de reprimir las manifestaciones con el envío de policías antimotines.
Lo anterior, durante una conferencia realizada esta tarde en el auditorio del ayuntamiento de Chilpancingo, que permanece tomado desde hace cuatro semanas, donde estuvieron los dirigentes de las secciones 9, del Distrito Federal; la 22, de Oaxaca; la 28, de Michoacán y la 14, de Guerrero, así como un representante del comité estudiantil de la normal de Ayotzinapa.
Al respecto, el dirigente de la CETEG, Ramos Reyes Guerrero, rechazó los nexos con la guerrilla que le imputa el gobierno federal y aseguró que las protestas del magisterio disidente han sido “pacíficas”.
Dijo que el objetivo principal de las manifestaciones que se han realizado en la entidad y el resto del país, es que aparezcan con vida los normalistas de Ayotzinapa y que las autoridades castiguen a los responsables de esta tragedia que ha provocado una crisis humanitaria y de ingobernabilidad en la entidad.
Los representantes de la disidencia magisterial señalaron que sus protestas se han enfocado contra las cadenas nacionales y empresas trasnacionales porque la política del gobierno federal ha sido proteger a los que más tienen y desamparar a los sectores vulnerables.
Coincidieron en que antes de pedir la paz, se debe exigir justicia y la reparación del daño para las víctimas.
También, advirtieron sobre un recrudecimiento de la represión en contra de los movimientos de inconformidad que brotaron en el país a partir de que el caso Ayotzinapa exhibió los nexos de políticos y delincuentes en Guerrero.
Luego, señalaron que no tiene caso dialogar con el presidente Enrique Peña Nieto porque no se resuelve el conflicto y las autoridades federales le apuestan a administrar el conflicto para apostarle al olvido y la división del movimiento social que surgió en la entidad como resultado de la violencia, inseguridad y corrupción que persisten en la entidad.
Fuente: Apro