En latas de chile, cajas de sopa y pollo empaquetado; por tren, avión, camiones y túneles en la frontera, Joaquín “El Chapo” Guzmán colocó en un solo mes 50 toneladas de cocaína en las calles de Estados Unidos, con un valor mínimo aproximado de 700 millones de dólares.
La exportación de drogas a gran escala la consiguió entre 1989 y 1996, a través de narcotúneles en Tijuana, Tecate y Mexicali, y de empresas establecidas en Los Ángeles, que simulaban la importación de productos mexicanos, a través de una línea de aerotaxis ejecutivos propiedad de Guzmán.
Así lo establece el expediente 95-0973-B, el primer caso criminal de la Corte Federal del Distrito Sur de California, en San Diego, y que se usó para tramitar en México la primera orden de detención provisional con fines de extradición contra “El Chapo”.
Con base en este expediente, el Juzgado Tercero de Distrito en Procesos Penales Federales del DF ordenó desde el 17 de febrero del 2001 la orden de detención provisional con fines de extradición contra el capo en el expediente 3/2001.
Sin embargo, cuando Guzmán fue detenido el 22 de febrero de 2014 en Mazatlán, los estadounidenses pidieron corregir esta orden de detención para volverla a tramitar, lo que ocurrió el pasado miércoles.
De acuerdo con el primer expediente, desde principios de los 90 la DEA ubicaba al narcotraficante sinaloense con el alias de “El Arquitecto”, debido a su especialidad para la construcción de túneles entre México y Estados Unidos.
“(Colocaba) 50 toneladas de cocaína con un valor en las calles de aproximadamente 700 millones de dólares, los cuales el inculpado Enrique Ávalos Barriga reconoció importar a los Estados Unidos en un periodo de un mes en 1993”, indica el documento.
Pero, según la acusación, la otra vía que empleó “El Chapo” fue exportar la cocaína en latas de chiles, pollo para establecimientos de comida rápida, quesos, sopas y demás productos perecederos.
El 4 de octubre de 1989 la DEA aseguró en una bodega de Los Ángeles 289 kilos de cocaína escondidos entre cajas de sopa importadas desde México.
La investigación determinó que el producto había sido importado a través de un grupo empresarial denominado Reynoso Bros. Inc., que entre otras compañías tenía a Tía Anita, Frutería Tropicana, Grocery Depot Inc. y Cotija Cheese.
Las compañías eran propiedad de José Reynoso González “Pepe Reynoso” o “El hermano del Ingeniero” y sus hermanos Antonio “El Electricista” y Jesús “El Chispas”, hermanos radicados en Los Ángeles.
Los agentes estadounidenses ubicaron a la empresa Servicios Aero Ejecutivos Poblanos S.A. (SAEPSA), que después se llamaría Aeroabastos, como la responsable de proveerles los productos a los hermanos Reynoso.
La empresa de taxis aéreos había sido fundada en febrero de 1990 por Joaquín “El Chapo” Guzmán y Miguel Ángel Martínez Martínez “El Tololoche” o “El Tolo”, quien dirigía las operaciones del capo en Estados Unidos, a través de Enrique Ávalos Barriga “El Doctor” o “El Médico” o “Don Chepe”.
Geraldo Antonio Frisbie Calderón y Enrique Suárez Estrada eran los pilotos que “El Chapo” usaba para transportar dinero y drogas entre los dos países, indica la acusación.
Otros personajes que estaban vinculados a Guzmán desde los 90 eran Fernando González “La Gori”, Adalberto Partida Chávez y Ricardo Yúdice Campos, a quienes Ávalos encargó el resguardo de las bodegas de droga en California, Chicago y Nueva Jersey.
También mencionan a Salvador Reza, propietario de Commercial Real Estate Services (CRESE) en El Monte, California, quien aparentemente actuó como intermediario para adquirir almacenes en California.
19 metros bajo tierra
“El Chapo” no ha cambiado de método.
El primer túnel que descubrió la DEA al capo en 1994 fue construido con 19 metros de profundidad, como el que usó para escapar del Penal Federal del Altiplano, el pasado 11 de julio.
En enero de 1992 los hermanos José y Jesús Reynoso contrataron a dos corredores inmobiliarios para consultar la compra de una propiedad en la esquina de Siempre Viva Road y Avenida de la Fuente Sur, en Otay Mesa, en la frontera con Baja California.
La compra se concretó hasta el 9 de octubre de 1992, cuando los Reynoso pagaron por el inmueble 1 millón 133 mil dólares, la mayoría en cheques y efectivo y sólo 100 mil dólares en depósito bancario.
De 3 de agosto de 1992 al 20 de mayo de 1993 los traficantes pagaron 1 millón 19 mil dólares, por la construcción de una bodega en ese terreno.
Poco después, construyeron el túnel con 19 metros de profundidad y 431 metros de largo.
El 5 de septiembre de 1994 la DEA intervino una conversación telefónica entre Ávalos y “EL Tolo”, donde aquel le comenta su intención de construir otros túneles entre San Luis Río Colorado y Mexicali.
Sobornos
Según el expediente estadounidense, “El Chapo” pagó en 1991 una suma de 1 millón de dólares a un funcionario de la entonces Policía Judicial Federal de la PGR, para que dejara en libertad a su hermano Arturo “El Pollo” Guzmán.
El pago supuestamente lo hizo el abogado Humberto Loya Castro “El Licenciado”, un intermediario del Cártel de Sinaloa con la DEA y quien años más tarde negociaría la presunta inmunidad de Vicente Zambada “El Mayito”.
“El Pollo” Guzmán volvió a ser detenido en septiembre de 2001 y fue asesinado el último día del 2004 en el Penal del Altiplano.
La investigación también insinúa que la organización de “El Chapo” intentó rescatar a uno de los suyos preso en Estados Unidos.
El 3 de febrero de 1995, la DEA intervino una conversación telefónica de Raúl Guzmán, un operador en San Antonio, Texas, donde habla de la posibilidad de fuga de Guillermo Saillez Cuervo “El Memo”, porque estaba preso en el Centro Correccional de Florence, en Tucson, donde el abogado Loya “tiene contactos”.
Loya hoy está bajo resguardo de los estadounidenses y es uno de los testigos clave en los juicios contra “El Chapo”.
Lo que deja entrever la acusación estadounidense, es que capo pocas veces se dejaba ver por sus operadores y nunca usaba los teléfonos.
Fuente: Reforma