La recaptura de Joaquín El Chapo Guzmán Loera representa una “reivindicación de la aplicación de la ley”, declaró la procuradora general de Justicia de Estados Unidos, Loretta E. Lynch, pero aclaró que la estructura del Cártel de Sinaloa queda intacta y para el gobierno de Barack Obama sigue siendo la más poderosa en el tráfico de drogas, pues controla casi totalmente el mercado estadunidense.
“Es la organización del tráfico de drogas con mayor dominio en la Costa Oeste, el Medioeste y el Noroeste”, refiere sobre ese cártel uno de los expedientes elaborados por la Sección de Inteligencia Estratégica de la DEA, la administración federal antidrogas de Estados Unidos.
De acuerdo con varios análisis de esa y otras agencias de inteligencia de este país, como la del Pentágono y la Agencia Central de Inteligencia (CIA), El Chapo Guzmán desde hace mucho se convirtió en un líder simbólico del Cártel de Sinaloa, pero no es ya un operador activo.
“Era la figura mas relevante del narcotráfico en México. Su nombre y su alias son reconocidos en todo el mundo, pero eso no implicaba que fuera la cara principal ni el brazo más importante del Cártel de Sinaloa”, dice un agente de la DEA que pide no publicar su nombre.
La notoriedad de Guzmán Loera creció a nivel internacional gracias a la lucha militarizada contra el narcotráfico que emprendió el gobierno de Felipe Calderón, la cual desató una indiscriminada ola de violencia que desde entonces ha ocasionado más de 120 mil muertes y decenas de miles de desapariciones forzadas.
Los informes de la Sección de Inteligencia Estratégica de la DEA fueron proporcionados a Proceso en julio del año pasado, días antes de que El Chapo se fugara del penal de alta seguridad del Altiplano.
Los documentos desclasificados de la DEA, que se reunieron en el expediente México: evaluación actualizada sobre las áreas de control dominante de las principales organizaciones del tráfico de drogas, se elaboraron cuando el capo estaba recluido desde que fue aprehendido por segunda vez, el 22 de febrero de 2014, en Mazatlán, Sinaloa.
Para demostrar que el Cártel de Sinaloa es el principal responsable del contrabando de drogas desde México, la DEA marcó en mapas las ciudades de los 50 estados donde ese grupo criminal controla la entrega de estupefacientes.
También enlistó las organizaciones mexicanas del narcotráfico por su importancia: Cártel de Sinaloa, Cártel de Jalisco Nueva Generación, Los Beltrán Leyva, Los Zetas, Cártel de Golfo, Juárez/La Línea, La Familia Michoacana y Los Caballeros Templarios.
Al entregarlos a este semanario, los documentos desclasificados de la DEA estaban actualizados hasta mayo de 2015. Desde entonces destacaban: “El Cártel de Sinaloa aprovechó como ninguna otra organización criminal la lucha interna de poder en Los Zetas y el desorden en el Cártel del Golfo para apoderarse de más plazas del trasiego de drogas de México a Estados Unidos”.
Así que mientras El Chapo estuvo en prisión y durante los casi seis meses que anduvo fugitivo, el Cártel de Sinaloa siguió creciendo. En octubre del año pasado, la Casa Blanca dio a conocer por medio de su Oficina de Política Nacional para el Control de las Drogas (ONDCP) la Estrategia Nacional para el Control de las Drogas 2015, en la que se refirió así al grupo delictivo: “El principal productor y exportador de heroína a Estados Unidos es la organización criminal mexicana, el Cártel de Sinaloa”.
Las agencias de inteligencia estadunidenses sostienen que las fracciones que manejan realmente el Cártel de Sinaloa son dirigidas por Ismael El Mayo Zambada García y sus hijos, así como los vástagos del Chapo Guzmán y los del finado Juan José Esparragoza Moreno, El Azul, quienes siguen a cargo del tráfico de cocaína a Estados Unidos desde Colombia.
Al cártel que contribuyó a fundar y dirigió El Chapo Guzmán, la DEA le achaca el dominio del mercado estadunidense de mariguana, heroína, metanfetaminas y cocaína. Los documentos desclasificados informan que para ello posee “sofisticados sistemas de transporte y distribución” en los 50 estados.
Por ello, se añade, la organización “está expandiendo su parte en el mercado estadunidense de las drogas, especialmente en lo que se refiere a la demanda de la heroína y las metanfetaminas”.
Otro factor que impulsó al Cártel de Sinaloa mientras El Chapo estuvo en prisión o escondiéndose en la Sierra Madre Occidental fue que reclutó a los distribuidores de drogas que antes trabajaban para Los Beltrán Leyva en Estados Unidos. Gracias a eso, puntualiza la DEA, se adueñó de los mercados de la Costa Este y de la División Federal en Denver, Colorado.
Los mapas elaborados por la DEA también reflejan la información recolectada por la Fuerza de Tarea y de Lucha contra las Organizaciones del Crimen Organizado y las Drogas (OCDETF), del Departamento de Justicia.
La DEA insiste en que la mayor parte de la heroína que consumen los estadunidenses es de origen mexicano y la provee el Cártel de Sinaloa, pero ese producto, conocido como “la cafecita”, no es el único que manejan los narcos mexicanos. Los informes desclasificados indican que ante la creciente demanda, los grupos criminales también están llevando heroína sudamericana, lo que también les permite aumentar su producción de heroína mexicana de mejor calidad.
“De acuerdo con la evaluación de la Amenaza Nacional de la Heroína de 2015, elaborada por la DEA, la heroína en Estados Unidos está disponible en grandes cantidades y la sigue consumiendo un número importante de personas. Esta realidad ha causado un aumento en las estadísticas de muertes provocadas por sobredosis de heroína.
“En 2013, 8 mil 257 estadunidenses murieron como consecuencia de ello. Esta cifra se triplicó respecto a las muertes registradas por la misma causa en 2010”, dice el expediente.
La heroína mexicana tiene una demanda creciente por su gran disponibilidad, bajo costo –hasta 10 dólares el tiro–, pero también la favorecieron el aumento del precio de las metanfetaminas y las nuevas leyes para restringir la venta de medicamentos controlados.
En consecuencia, “los grupos mexicanos del narcotráfico son ahora los principales y más prominentes traficantes al mayoreo de heroína en las divisiones federales de la DEA en Chicago, Nueva Jersey, Filadelfia y Washington. Y de manera grandiosa han expandido también su presencia en el área de la ciudad de Nueva York”, sintetiza el documento desclasificado por el gobierno de Obama.
Fuente: Proceso