Una vez más el gobierno de Estados Unidos reiteró que el Cártel de Sinaloa, liderado por Joaquín ‘El Chapo’ Guzmán, es la organización más poderosa del mundo en tráfico de drogas, aunque también reconoció que la demanda y consumo de narcóticos en su país es la base principal para el empoderamiento de los grupos del crimen organizado de México.
En una audiencia en el caucus para el Control Internacional de los Narcóticos de la Cámara de Senadores, la Administración Federal Antidrogas (DEA) dejó en claro que el Cártel de Sinaloa es técnicamente el dueño del mercado de drogas estadunidense.
“Este hombre, ‘El Chapo’ Guzmán, es alguien a quien considero el narcotraficante más peligroso en el mundo. Él y el Cártel de Sinaloa dominan el mercado ilícito de las drogas de Estados Unidos”, afirmó Jack Riley, subadministrador interino y jefe de operaciones de la DEA.
El caucus del Senado realizó este martes una sesión para analizar la efectividad de la Iniciativa Mérida en México como parte de la cooperación bilateral para combatir el narcotráfico.
Ahí, Chuck Grassley, senador republicano por el estado de Iowa y presiente del caucus, y su colega demócrata por California, Dianne Feinstein, concluyeron que la Iniciativa Mérida no ha tenido el éxito esperado, tomando en cuenta que en Estados Unidos ahora se vive una crisis mortal por el consumo de heroína.
De acuerdo con los senadores y los representantes del gobierno de Barack Obama, la corrupción por narcotráfico a todos los niveles gubernamentales en México, la falta de programas de erradicación de cultivos de amapola, y el incremento de la demanda y consumo de narcóticos en Estados Unidos, evidencian que ni con la Iniciativa Mérida se han logrado avances significativos contra el narcotráfico mexicano.
“Los pilares (objetivos) de la Iniciativa Mérida no se han alcanzado”, señaló la senadora Feinstein.
Preciso que Estados Unidos ha invertido alrededor de dos mil 500 millones de dólares para entrenar a las fuerzas armadas y policías de México, así como para equipo militar y tecnológico, adiestramiento en sistemas de inteligencia y logística judicial, pero no se han conseguido los resultados esperados.
“Aunque cualquier persona puede concluir que la Iniciativa Mérida es un fracaso, y no lo puedo decir de manera específica, lo que sí puedo afirmar es que estoy profundamente insatisfecha con los resultados”, subrayó.
Durante la larga audiencia en el Senado, en todo momento se destacó la falta de programas efectivos para contener la demanda y consumo de drogas en Estados Unidos. En ese sentido, los participantes resaltaron la crisis que vive la sociedad estadunidense por el creciente consumo de heroína, especialmente entre los jóvenes anglosajones.
Tanto la DEA como la Oficina Nacional de Políticas para el Control de Drogas (ONDCP) de la Casa Blanca admitieron que todos los días mueren en Estados Unidos alrededor de 120 personas por sobredosis de drogas, sobre todo heroína.
Por ello, William Brownfield, subsecretario de Estado Adjunto para Asuntos Internacionales sobre Narcóticos y Aplicación de la Ley, señaló ante los legisladores que frente a la realidad de que México es el principal proveedor de heroína de Estados Unidos, el gobierno de Enrique Peña Nieto debería tomar otras cartas en el asunto para detener el problema.
“Un elemento con el cual estaría encantado al recibir apoyo del gobierno de México sería la erradicación de la siembra de amapola. Es un asunto políticamente sensible y afectaría a miles y miles de agricultores en las áreas rurales, por ello odian la erradicación, pero mientras no se haga no se tendrá una estrategia equilibrada”, sentenció Brownfield.
Sobre las críticas de los senadores a la Iniciativa Mérida, el gobierno de Obama se defendió con el argumento de que por cada dos dólares que invierte Estados Unidos, el gobierno de México destina 30; resaltó que el mecanismo nació en el gobierno del expresidentes Felipe Calderón, y con la llegada de Peña Nieto a Los Pinos se ha ajustado a nuevos objetivos.
Al abordar el tema de ‘El Chapo’ y el Cártel de Sinaloa, Riley no se anduvo por las ramas y estableció que esa organización controla a casi todo el mercado estadunidense.
“Pero para tener mayor efectividad contra el narcotráfico y esta organización necesitamos aquí, en Estados Unidos, acabar con los distribuidores de drogas y los traficantes de armas, estos dos últimos elementos del problema forman la tormenta perfecta”, destacó el jefe de Operaciones de la DEA.
Cuestionado por los senadores sobre la fuga del capo de la prisión de alta seguridad del Altiplano, en el Estado de México, y las posibilidades de recapturarlo, Riley dijo que la huida del criminal fue por corrupción en la prisión.
Añadió: “Los sistemas de comunicación (encriptadas) que utilizan él y su organización dificultan determinar su ubicación para atraparlo”.
Sobre los aspectos que ayudarían a dar mayor efectividad al problema del narcotráfico en México, el gobierno de Obama enfatizó finalmente en la necesidad de que el gobierno de Peña Nieto incremente y acelere el número de extradiciones de narcotraficantes mexicanos a Estados Unidos.
Fuente: Proceso