Solo en Australia, Canadá, Estados Unidos, Corea del Sur, Hong Kong y Japón las mayorías no estuvieron de acuerdo con esta afirmación, señaló el ‘Barómetro de Confianza Edelman’.
Una mayoría de personas en todo el mundo cree que el capitalismo en su forma actual está haciendo más daño que bien, según una encuesta realizada antes de la reunión de líderes empresariales y políticos de Davos de esta semana.
Este año fue la primera vez que el “Barómetro de Confianza Edelman”, que durante dos décadas ha encuestado a decenas de miles de personas sobre su confianza en las instituciones centrales, trató de comprender cómo se veía el propio capitalismo.
Los autores del estudio dijeron que las encuestas anteriores que mostraban un creciente sentido de desigualdad los llevó a preguntarse si los ciudadanos ahora estaban comenzando a tener dudas más fundamentales sobre las democracias capitalistas de Occidente.
“La respuesta es sí”, dijo David Bersoff, investigador principal del estudio producido por la agencia estadounidense de comunicaciones Edelman.
“La gente se pregunta a ese nivel si lo que tenemos hoy, y el mundo en que vivimos hoy, está optimizado para que tengan un buen futuro”.
La encuesta contactó a más de 34,000 personas en 28 países, desde democracias liberales occidentales como Estados Unidos y Francia hasta aquellas basadas en un modelo diferente como China y Rusia, con un 56% de acuerdo en que “el capitalismo tal como existe hoy hace más daño que bien en el mundo”.
A nivel nacional, la falta de confianza en el capitalismo fue mayor en Tailandia e India con el 75% y el 74% respectivamente, con Francia muy cerca del 69%. Las mayorías prevalecieron en otros estados asiáticos, europeos, del Golfo, africanos y latinoamericanos.
Solo en Australia, Canadá, Estados Unidos, Corea del Sur, Hong Kong y Japón las mayorías no estuvieron de acuerdo con la afirmación de que el capitalismo actualmente hace más daño que bien.
La encuesta confirmó una serie de preocupaciones familiares que van desde asuntos sobre el ritmo del progreso tecnológico y la inseguridad laboral, hasta la desconfianza de los medios y la sensación de que los gobiernos nacionales no estaban a la altura de los desafíos del día.
Fuente: Forbes