Por primera vez, el IPCC no descarta la llegada de “puntos de inflexión”, eventos irreversibles poco probables pero de dramático impacto, como el deshielo del casquete glaciar de la Antártica o la muerte de la selva del Amazonas.
Cada rincón poblado del planeta ha sufrido ya las consecuencias del calentamiento global de una forma u otra. La humanidad ha retrasado tanto la reducción de sus emisiones de gases de efecto invernadero que ya resulta imposible evitar que el mundo continúe calentándose durante los próximos 30 años, aunque todavía hay un pequeño margen para prevenir un devastador “punto de no retorno”. A estas conclusiones ha llegado el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC, por sus siglas en inglés), un organismo de científicos, convocado por la Organización de las Naciones Unidas, que este 9 de agosto ha publicado la primera parte de su sexto informe sobre la crisis climática.
“El clima de la Tierra está cambiando y el papel de la influencia humana sobre el sistema climático es indiscutible”, dijo Valérie Masson-Delmotte, copresidenta del Grupo de Trabajo I del IPCC, encargado de la elaboración de la primera parte del informe.
Esa es justamente la primera conclusión a la que han llegado los científicos tras años de escrupuloso trabajo: el aumento de gases de efecto invernadero en la atmósfera ha sido, inequívocamente, causado por la actividad humana, y este factor ha sido el principal impulsor del calentamiento global, contribuyendo a un incremento de la temperatura media global de entre uno y dos grados Celsius.
Según los investigadores, cada una de las últimas cuatro décadas ha sido más cálida que cualquier década anterior desde 1850. A su vez, esto ha provocado el retroceso de los glaciares y la disminución del hielo ártico, lo que ha dado lugar al aumento del nivel del mar, que pone en peligro la existencia de muchas naciones insulares.
El impacto de la actividad humana también se relaciona con el calentamiento de la capa superior de los océanos y la acidificación de las aguas, factores que han tenido como consecuencia la destrucción de arrecifes de coral y otros ecosistemas que albergan la mayor parte de la vida marina.
Los investigadores prevén un aumento significativo de las condiciones meteorológicas extremas en los próximos 20 o 30 años. Casi 1.000 millones de personas en todo el mundo podrían sufrir olas de calor más frecuentes. Por otro lado, el ciclo del agua se verá alterado y las precipitaciones caerán de manera distinta a como lo hacen habitualmente en la actualidad. Se espera que las regiones altas del norte y del sur se vuelvan mucho más cálidas y húmedas, mientras que vastas zonas tropicales y subtropicales enfrentarán largas temporadas de graves sequías. Además, se pronostica que cientos de millones de personas enfrentarán inundaciones con más regularidad a causa del incremento de las lluvias torrenciales.
El secretario general de la ONU, António Guterres, calificó el informe como “un código rojo para la humanidad”, y señaló que “el calentamiento global está afectando a todas las regiones de la Tierra y muchos de los cambios se están volviendo irreversibles”.
Por su parte, Alok Sharma, secretario de Estado para el Desarrollo Internacional del Reino Unido, advirtió que si no se toman medidas urgentes las consecuencias serán “catastróficas”.
No todo está perdido
Sin embargo, los científicos concluyen que la humanidad aún tiene algo de tiempo para evitar un catastrófico “punto de no retorno”. Para lograrlo, sería necesario “aplicar medidas inmediatas, contundentes y a gran escala para reducir la emisión de gases de efecto invernadero”, así como la posible eliminación de grandes cantidades de carbono del aire. Si esto ocurriera, el calentamiento global se detendría hacia el año 2050 y se estabilizaría en torno a los 1,5 grados Celsius.
“Todavía estamos a tiempo, pero tenemos que empezar ya. Igual que ha quedado muy claro que esta crisis es culpa de la actividad humana, también sabemos que la acción humana es lo único que podrá mitigar su impacto”, aseguró Francisco J. Doblas-Reyes, director del departamento de Ciencias de la Tierra del Centro Nacional de Supercomputación de Barcelona (España).
Este informe, sustentado en más de 15.000 referencias académicas y aprobado por 195 gobiernos, es el resumen más completo hasta la fecha de la ciencia física del cambio climático. Será un punto clave durante la cumbre de la ONU, que se celebrará el próximo noviembre en Glasgow (Reino Unido) para discutir cómo intensificar los esfuerzos para alcanzar la urgente descarbonización de la humanidad.
Fuente: RT/ AFP