El gobernador de Nuevo León Jaime Rodríguez Calderón, anunció que la firma constructora del Grupo Higa, quedará desligada de manera definitiva de la construcción del plan hidráulico Monterrey VI, con el que se busca aliviar en un futuro la falta de agua en la zona metropolitana de la entidad.
El Bronco dijo que enfrentará las consecuencias legales de esta determinación, pues cancelar un contrato con la empresa de Juan Hinojosa Cantú implicaría el pago de una multa o compensación, que sería analizada.
“No tenemos ninguna dificultad en cancelar el contrato, obviamente habrá algunas repercusiones legales en las que tendremos que verlo junto con la Comisión Nacional del Agua por la cancelación. Pero hemos tomado la decisión que ni esa empresa, ni traer el agua del Pánuco es una solución para este momento para el estado de Nuevo León”, dijo.
Además dijo que existen unos 15 proyectos diferentes al plan inicial que significaba extraer agua del río Pánuco, en San Luis Potosí, para traerla a Nuevo León, pasando por Veracruz y Tamaulipas, con la construcción de un ducto de 380 kilómetros.
“Vamos a suplir el proyecto de traer agua del Pánuco con otras fuentes de abastecimiento que tenemos y que el Fondo Metropolitano del Agua ha visto. Ahora nos falta a nosotros, junto con la Comisión Nacional del Agua, ver la viabilidad técnica para hacerlo”, señaló el mandatario.
Reconoció que la extracción de agua de una fuente tan lejana es un proyecto inviable, pues el costo era mayor a los 60 mil millones de pesos, una cantidad que equivale a más de la mitad de la deuda total del Gobierno de Nuevo León.
“No traeremos agua del Pánuco, eso lo decimos siempre, porque fue muy cuestionado el procedimiento. Yo mismo cuestioné el procedimiento. No será tampoco tomada en cuenta, como algunos medios dijeron, que vamos a seguir dándole el contrato a quienes tenían el contrato, con ellos cerraremos el contrato”, señaló, en referencia al Grupo Higa.
Consideró que en un futuro podría retomarse la idea original de extraer agua del Pánuco, pues por ahora todo el tema del plan se ha politizado.
“Quizás en 10 años las aguas se calmen, la sociedad y los críticos de este proyecto puedan también entender que hay en Nuevo León la necesidad del agua y que no tenemos agua suficiente, es una realidad. Todos los que vivimos en Nuevo León lo sabemos, pero como fue muy cuestionado este proyecto tenemos que tranquilizarnos todos para poder luego pensar evidentemente cómo podemos traer el agua”, dijo.
Rodríguez no ha decidido aún si el proyecto mantiene el nombre de Monterrey VI o es cambiado.
Fuente: Proceso