El Partido Laborista británico incrementó la presión sobre la primera ministra Theresa May al asegurar el domingo que exigirá un voto de confianza si el Parlamento rechaza el acuerdo sobre el Brexit el 11 de diciembre.
May trata de convencer a una legislatura escéptica que respalde el acuerdo alcanzado por su gobierno con la Unión Europea el mes pasado. El rechazo significaría para el Reino Unido un Brexit “sin acuerdo”, con todo el daño económico que ello implicaría.
El vocero laborista en temas de Brexit, Keir Starmer, dijo que su partido “inevitablemente” presentará una moción de retiro de confianza si el Parlamento rechaza el acuerdo.
“Si (May) pierde una votación tan importante después de dos años de negociaciones, corresponde que haya una elección general”, dijo Starmer a Sky News.
Si triunfa el retiro de confianza, May tendría dos semanas para llamar a una nueva votación, y en caso de fracasar nuevamente habría elecciones generales.
Tanto partidarios como adversarios del Brexit se oponen al acuerdo de May, aquéllos porque mantiene vínculos estrechos con la UE y éstos porque erige barreras entre Gran Bretaña y su principal socio comercial.
Dado el número de parlamentarios conservadores que se oponen al acuerdo, May parece tener escasas probabilidades de ganar el voto. Pero el secretario de Ambiente, Michal Gove, dijo que “creo que podemos ganar la discusión y ganar la votación”.
“Sé que es difícil”, dijo a la BBC en domingo.
“Una de las cosas que espero que la gente pueda hacer en los próximos nueve días es reconocer que lo perfecto no debe ser el enemigo de lo bueno”, dijo Gove. “Debemos reconocer que si no votamos por esto, las alternativas son ningún acuerdo o ningún Brexit”.
El laborismo también quiere obligar a May a publicar el consejo confidencial que recibió May del procurador general acerca del Brexit antes de la votación.
Presionado por la oposición, el gobierno prometió el mes pasado mostrar al Parlamento el consejo legal del procurador Geoffrey Cox “en su totalidad”. Pero ahora solo dice que Cox declarará ante el Parlamento.
Starmer dijo que el laborismo acusará al gobierno de desacatar al Parlamento si no da a conocer todo el texto del procurador. La negativa a publicar el texto podría provocar “un enfrentamiento constitucional histórico que colocaría al Parlamento en conflicto directo con el ejecutivo”, aseguró.
Un problema legal crucial es cómo Gran Bretaña podría evitar una cláusula de “salvaguarda” que la mantendría en una unión aduanera con la UE para mantener una frontera abierta entre Irlanda del Norte, que es parte del Reino Unido, e Irlanda, que es miembro de la UE.
Los legisladores partidarios del Brexit sostienen que la cláusula mantendría a Gran Bretaña atada a la UE por tiempo indeterminado, sin poder negociar acuerdos comerciales con el resto del mundo.
Fuente: AP