El satélite Plank, lanzado en 2009, captó la traza fósil de los primeros fotones que surgieron del cosmos y que “corroboran la hipótesis de un modelo de universo relativamente simple”, informó la Agencia Espacial Europea.
Gracias a este satélite, los científicos han realizado un nuevo mapa, mucho más preciso, de la radiación de fondo de microondas que se desprendió 380,000 años después del Big Bang. Las conclusiones de este experimento han sorprendido a los profesionales.
“Resulta que gran parte de esta imagen, gran parte de este mapa, encaja muy bien en nuestro modelo. Pero al mismo tiempo encontramos algo raro. Y aquí es donde las cosas se ponen interesantes, porque hemos visto cosas que no cuadran. En términos generales, las cosas que estamos encontrando no son como esperábamos” , explica Jan Tauber, ciéntifico del Proyecto Planck.
Para lograr unos buenos resultados, la misión tenía que lograr una resolución de imagen sin precedentes.
“Planck es el primer mapa del cielo en términos de longitud de onda. Con una frecuencia de cerca de 100GHz, que corresponden en longitud de onda a tan solo unos milímetros, hasta la misma frecuencia por diez, Planck es el primer instrumento en cartografiar todo el cielo en alta resolución”, dice Bruce Partridge, profesor de Astronomía de Haverford College.
Como resultado, Planck nos ha dado la mejor fotografía hasta el momento de la radiación de fondo. Esta imagen está haciendo pensar, y mucho, a las mentes más brillantes de Cambridge, Inglaterra. Incluso la teoría inflacionaria está siendo cuestionada por las observaciones realizadas por el satélite Planck.
“Estamos viendo unos patrones muy extraños que no esperábamos en la teoría inflacionaria, la más básica de todas. Por eso existe una posibilidad real de que tengamos una idea incompleta. Puede que nos hayamos equivocado, que esta teoría inflacionaria no se haya dado. Puede ser que hubiera una fase del universo anterior al Big Bang y en ella pudiéramos rastrear el origen del universo”, explica George Efstathiou, profesor de Astrofísica de la Universidad de Cambridge.
La misión Planck podría probar otras ideas sobre cómo fue el origen del universo. Es un rompecabezas. Por un lado, a pequeña escala, los datos encajan en el modelo teórico perfectamente, pero a mayor escala la señal procedente de la radiación de fondo de microondas es mucho más débil de lo que se esperaba.
“¿Podemos hallar una explicación teórica que conecte los diferentes fenómenos que se han observado, las pequeñas discrepancias, con la teoría inflacionaria? Ahí está el potencial para un cambio de paradigma porque, de momento, no hay ninguna explicación teórica obvia que conecte las anomalías que hemos observado. Pero si encontráramos una teoría que relacionara estos fenómenos anteriormente independientes, daría una nueva dirección a la física”, prosigue el profesor Efstathiou.
“Este mapa no contradice los resultados que ya habíamos obtenido, por ejemplo, la expansión del universo se ha medido, está ahí, no va a cambiar”, dice Jan Tauber, científico de la ESA y de la misión Planck. “Lo que cambia es nuestra visión de cómo comenzó el universo, qué fenómenos han ocurrido para que se originara lo que la gente llama el Big Bang”.
Parece que esta misión promete arrojar luz sobre lo que ocurrió en los inicios de la humanidad.
Fuente: euronews