La decisión de Donald Trump de atacar a la base aérea Shayrat fue tomada poco después de su encuentro con el presidente chino, Xi Jinping.
Según informa la Deutsche Welle, no es casualidad que el presidente de EE.UU., Donald Trump, ordenara lanzar el bombardeo de la base aérea siria después de reunirse con el presidente chino, Xi Jinping. Para la ministra de Defensa alemana, Ursula von der Leyen, el ataque estadounidense se trató de un mensaje a China.
La ministra ha recordado que Corea del Norte está liderado por una persona mucho más peligrosa que el presidente sirio Bashar Al Assad, y resalta el hecho de que Pionyang cuenta con armas nucleares.
Con su ataque contra la base aérea de Shayrat, Trump quiso dejar claro a Pekín que China es el único país capaz de controlar a Kim-Jong-un con medios políticos, ha opinado la alta funcionaria.
Por su parte, el secretario de Estado de EE.UU., Rex Tillerson, también definió el ataque contra la base aérea siria como una advertencia a países como Corea del Norte. Ralph Winnie, vicepresidente del Centro de Eurasia, también cree que Trump ha usado esta acción como una forma de presionar a Pekín. Según él, con este bombardeo, el mandatario estadounidense quiso “mostrar que si China no ayuda, EE.UU. actuará unilateralmente”.
El viernes pasado EE.UU. lanzó 59 misiles de crucero Tomahawk contra la base aérea Shayrat del Ejército sirio. El ataque provocó varios muertos y heridos, incluidos civiles y niños.