Dee, Mexa y Break vinieron a esta ciudad para saber “de primera mano”, la verdad sobre lo ocurrido el 19 de junio. Asilados en el campamento que bloquea la carretera Tehuacán-Oaxaca, lugar donde inició el desalojo sangriento, en tres días han contado la historia en un tríptico mural con trazos de spray.
Los muros del paso a desnivel, alojamiento a la intemperie de profesores en protesta, están ahora decorados por una historia gráfica contada por esos tres artistas urbanos que llegaron de la ciudad de Oaxaca el domingo pasado.
Al centro, un corazón de resistencia enmarca el ojo del universo mixteco; el trigo recuerda que esta es la única región oaxaqueña en la que se cosecha; encima, seis campanas remiten al repique del mismo número de templos que el 19 de junio llamaron a la población a apoyar a los maestros disidentes desalojados por la Policía Federal.
El plano central del tríptico es rico en simbología mixteca, con su escudo incluidos y el cráneo de un guerrero. Abajo, el nombre del mural: “Nochixtlán pueblo guerrero”, escrito el nombre de la comunidad en contornos rojos, como los que cubren el manto de un jaguar guerrero en el plano derecho.
Hacia la izquierda asedia un jaguar que lleva en su garra un machete con la cabeza de un águila clavada. En el plano izquierdo, una enorme caricatura de Carlos Salinas de Gortari, arropa a la caricatura de Enrique Peña Nieto con las mejillas rojas como las de un muñeco, a cuya derecha avanza la policía federal, con armas que apuntan hacia los otros planos.
Dee, del colectivo SV; Mexa, de Zoociedad; y, Berek, de DSR; son los nombres con que suelen firmar los tres artistas que realizaron el mural.
Pensaban que encontrarían un pueblo paralizado y encontraron un pueblo afectado, pero que intenta reconstruir su normalidad. Por eso, decidieron plasmar la escencia mixteca y contar la tragedia de Nochixtlán, explica Dee.
En apenas nueve días, el escenario del operativo ha tenido la intervención de artistas urbanos. Frente al tríptico terminado hoy, los muros y columnas lucen varias pintas, entre otras, la del stencil de un embrión dentro de una granada. Al lado, una pinta es mensaje de los padres de Ayotzinapa:
“Los padres de familia a los maestros: resistan”.
En la barda del panteón, donde el día del operativo fueron detenidas 18 personas que sepultaban a un familiar, hay dos grafitis más. En uno de ellos, una persona arroja un libro, cuyo título en Nochixtlán, a un contingente policiaco de cuya formación de escudos surgen armas de fuego. Al fondo, se ven algunos contornos de la ciudad.
Un graffiti más muestra a un hombre que cae de espaldas, desarmado, del que parece surgir una caterva de aves emprendiendo el vuelo. A un lado, se lee: “Los que mueren por la vida no pueden llamarse muertos”.
Fuente: Proceso