Mariusz Dubiel vive en una pequeña localidad en el este de Polonia. Decora desde hace 15 años huevos de Pascua. Una tarea muy delicada que se inspira en una tradición centenaria.
A pesar de que su trabajo de decoración despierta la admiración de mucha gente, Mariusz asegura que su objetivo es sobre todo espiritual y que a través de estos huevos uno puede descubrir la esencia de Dios.
“No es solo una cuestión de estética, del color o de que parezcan bonitos. Eso no es lo más importante. Lo más importante son las emociones. Deben transmitir tristeza, alegría o esperanza. Como digo, esto es lo más importante para mí, este es mi mensaje. Hoy en día la fe en Dios puede ser transmitida de esta manera, no solo en cuadros o esculturas sino también en los huevos de Pascua”, explica.
Mariusz utiliza sobre todo imágenes de la Virgen y de Jesucristo para decorar sus huevos pero también de animales en la parte de atrás. Una vez pintados, Mariusz debe aplicar un barniz.
“Intento mostrar muchos detalles, sobre todo cuando el dibujo elegido es una obra de arte como la Madonna Litta de Leonardo da Vinci. Yo no recibí ningún tipo de formación artística, tuve que aprenderlo todo solo. Poco a poco he ido mejorando ciertos detalles que quería mostrar. Espero que mi trabajo guste a la gente por estar bien realizado”, dice.
Mariusz Dubiel trabaja ahora en nuevas ideas para decorar sus huevos de Pascua como representar a vírgenes de diferentes lugares con motivos de decoración local.
Fuente: euronews