El arreglo Cuba-EU beneficia a México

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El deshielo de las relaciones entre Cuba y Estados Unidos es una buena noticia también para México, por su cercanía geográfica, por sus lazos histórico-políticos y por sus oportunidades económicas. Una eventual apertura del bloqueo podría ser muy beneficiosa para México como país exportador. Así lo consideran muchos de los expertos y políticos de la región, como el politólogo Sergio Aguayo, la Secretaria general Iberoamericana, Rebeca Grysnpan, y el mismo Presidente Enrique Peña Nieto.

El Presidente celebró como una “decisión histórica” en un acto celebrado el mismo miércoles. Anteriormente, el Canciller José Antonio Meade expresó vía Twitter: “La decisión es consecuente con la posición histórica de México de buscar soluciones pacíficas y promover la paz”.

De acuerdo con el politólogo Sergio Aguayo, la normalización de los lazos entre Cuba y EU facilitará el tránsito de mercancía y ciudadanos por el mar Caribe, y también supondrá un avance con respecto a la lucha coordinada contra el tráfico marítimo de drogas y armas.

El anuncio hecho en Washington y La Habana fue precedido por la liberación de Alan Gross, un estadounidense condenado en 2011 por actividades subversivas en Cuba, así como la de los agentes cubanos Gerardo Hernández, Ramón Labañino y Antonio Guerrero, condenados en 2001 en EU por espionaje.

Guerrilla, Comes y te vas, el regreso del PRI

Las relaciones entre México y Cuba durante el siglo XX fueron casi siempre fluidas y amistosas. Para los insurgentes cubanos el imaginario independentista y revolucionario mexicano siempre fue un referente. Al igual que José Martí reivindicaba al Cura Hidalgo, los líderes marxistas de los treinta tenían en Emiliano Zapata un modelo a seguir.

En los años treinta el Distrito Federal fue una ciudad clave para los exiliados cubanos que huían del régimen de Fulgencio Batista. El fundador del Partido Comunista Cubano, Julio Antonio Mella, fue asesinado en las calles del centro, mientras paseaba con su novia, la fotógrafa Tina Modotti.

Fidel, Che, Guerrilleros mexas

Guerrilleros del Movimiento 26 de Julio en México. Fidel, arriba con gafas de sol y camisa blanca.  El Che, abajo, el segundo por la izquierda. Foto: Especial.

En los años cincuenta, México fue la base de entrenamiento para los revolucionarios cubanos comandados por Fidel Castro. En el Distrito Federal, Fidel conoció al Che Guevara y organizó a los guerrilleros practicando tiro en ranchos de las afueras y organizando expediciones al Popocatépetl. “El Che nunca pudo llegar a la cima porque era asmático, pero lo intentaba una y otra vez”, recordaría Castro décadas después.

El estado de México fue el lugar donde el líder cubano entrenó a sus hombres, mediante pequeños grupos llamados “Focos”. La zona montañosa de Ayotzingo, poblado del municipio mexiquense de Chalco, fue elegido como campo de entrenamiento por su parecido a la Sierra Maestra, en Cuba.

Castro Ruz y Ernesto el “Che” Guevara  fueron aprehendidos en junio de 1956. En sus declaraciones al Ministerio Público, Fidel negó tener ideología comunista; en contraparte, Ernesto siempre se declaró miembro activo de Movimiento 26 de Julio. La declaración de ambos está resguardada en el Archivo General de la Nación. El ex presidente Lázaro Cárdenas intervino para que el líder rebelde quedara en libertad.

En 1956 un grupo de 82 guerrilleros del llamado Movimiento 26 de julio zarparon de Tuxpan, Veracruz  en el yate Granma y desembarcaron con muchos problemas en el Oriente cubano. Tras un mal comienzo y gran número de bajas, este pequeño grupo consiguió establecerse como foco guerrillero y liderar la revolución más controvertida e influyente de Latinoamérica. México quedó en su historia como la plataforma de lanzamiento ideal.

Una vez en el poder, en 1959, las relaciones de Castro con sus homólogos mexicanos, los gobernantes del hegemónico Partido Revolucionario Institucional, fueron casi siempre cordiales. México fue el único país de Latinoamérica que no condenó el régimen cubano. Al menos en la teoría: Durante el mandato de Díaz Ordaz, en México se reprimieron manifestaciones en apoyo a Cuba y varios grupos guerrilleros marxistas fueron masacrados en la llamada “Guerra Sucia” de los setenta. La efigie del Che Guevara -asesinado en Bolivia en 1967- y la causa castrista fue reivindicada por los estudiantes masacrados del 68. Pero, tras la matanza, Castro no emitió opinión alguna sobre el tema.

comes y te vas

Las relaciones entre Cuba y México se enfriaron definitivamente con la llegada al poder del Partido Acción Nacional (PAN). En el 2002 se filtró una conversación privada entre Castro y el ex Presidente Vicente Fox Quesada en la que este último se mostró molesto por la imprevista visita de Castro y le dijo el famoso: “Comes y te vas”.

El triunfo de Peña Nieto supuso un retorno a las buenas relaciones y gestos entre ambos países. Cuba celebró como pocos el regreso del Partido Revolucionario Institucional (PRI). En una reunión con Peña Nieto, Raúl Castro le enseñó su corbata al Presidente mexicano y le comentó: “Hasta traje mi corbata roja. Qué bueno que regresó el PRI al poder en México”.

Peña Nieto anunció la condonación de un 70 por ciento de la deuda cubana con México, unos de 500 millones de dólares. El Canciller mexicano Meade estuvo en la isla en septiembre y anunció un aumento de la línea de crédito a Cuba a cambio de un apoyo a los inversionistas mexicanos en Cuba.

A pesar de la buena sintonía entre Peña Nieto y Castro, México se encuentra muy por debajo de otros países latinoamericanos en cuanto a relaciones con la isla. Los más cercanos al régimen de Castro son Venezuela de Nicolás Maduro y la Bolivia de Evo Morales, seguidos por la Argentina de Cristina Fernández y Ecuador de Rafael Correa. Brasil está a la cabeza en cuanto a inversión con el financiamiento de una de las obras más importantes, el puerto Mariel.

Fuente: Sin Embargo

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