Miguel Quintana Pali halló en su terreno un paraíso natural y arqueológico, y decidió hacerlo público; su empresa Experiencias Xcaret ya tiene cinco parques y atiende a dos millones de visitantes al año.
Por Arantzazú Rizo
El presidente del Consejo y CEO de Experiencias Xcaret, Miguel Quintana Pali, quería hacerse de una casa de campo en Quintana Roo para “explayarse” como arquitecto. Pero cuando limpió su terreno de cinco hectáreas halló vestigios arqueológicos y maravillas naturales, y se dio cuenta de la gran responsabilidad social y ecológica que enfrentaba. Entonces construyó el parque Xcaret.
“Mi idea era hacer una casa de campo. Aunque yo era enemigo de éstas, cuando vi ese terreno dije ‘yo aquí voy a hacer una casa’, de esas casas que sueñas hacer como arquitecto”, cuenta a la revista Expansión en su edición trimestral CEO de alta gestión, correspondiente a mayo 2015.
Su forma de interpretar la arquitectura, dice, es a través de los parques. El terreno de cinco hectáreas ubicado a poco más de una hora al sur de Cancún fue su oportunidad. Poco a poco lo limpió y encontró vestigios arqueológicos, ríos subterráneos, algo que él define como “un pequeño paraíso”.
“A medida que avanzaba me angustiaba más. Entonces me di cuenta que no podía hacer una casa para mí. Tenía que hacer un espacio abierto al público. Eso no podía ser mío”, recuerda.
Conforme pasó el tiempo se percató de que lo que quería hacer era un parque. “Era cuestión de responsabilidad”, comenta a la revista, cuya suscripción está disponible en elKiosco Digital de Grupo Expansión. Se asocio con los hermanos Oscar, Marcos y Carlos Constandse con la condición de que él sería el único arquitecto. En 1990, Xcaret abrió sus puertas.
Veinticinco años después, la empresa turística de Quintana cuenta con otros cuatro parques de aventura, además de Xcaret (Xel-Ha, Xplor, Xenotes Oasis Maya, Xoximilco) y ofrece tours a zonas arqueológicas.
En total atiende a más de dos millones de visitantes y genera alrededor de 3,000 empleos directos al año, según su último Informe de Responsabilidad Social Corporativa 2013.
La sustentabilidad no es una opción; es todo
¿Cómo debe aplicarse el tema de la sustentabilidad?
La sustentabilidad está en todo. No es una opción, es una necesidad. Es hacer lo correcto. No es sólo para las empresas que tienen relación con el medio ambiente. En el parque alimentamos a miles de personas al día y siempre tratamos de comprar localmente porque eso implica desarrollar a la comunidad.
Es el lugar donde vivimos y queremos que esté bien, que sea sustentable. Que esté bien la economía de la gente, que tenga trabajo, porque eso ayuda a que haya seguridad. Si se quiere vivir en una comunidad sana, las empresas tienen que ser sustentables.
¿Qué es para usted la responsabilidad social?
La responsabilidad social no es sólo con los accionistas de una empresa, es con todos. Con la gente con que uno trabaja, con la comunidad y con el entorno.
Es analizar qué estamos haciendo, qué estamos consumiendo, de dónde lo traemos. Yo digo que siempre hay que comenzar en casa, apoyar aquí, a la comunidad, a nuestro estado, a nuestro país, y luego al resto del mundo.
¿En su negocio es más directa la responsabilidad y la sustentabilidad, al ser un lugar que debe ser conservado?
Sí y estamos trabajando todos los días en ella. Por ejemplo, tenemos un programa de conservación de aves y tortugas. Tenemos guacamayas en extinción. En México, se estima que quedan 400 libres. En el parque tenemos 1,000 y desde el año pasado hemos liberado 150.
Nacen como 150 al año y lo que tratamos es de encontrarles un lugar. Trabajamos con las autoridades, veterinarios, para saber dónde liberarlas porque no es abrirles la puerta y ya, sino dónde no van a afectar y dónde tienen más posibilidades de vivir y no desplazarán otras especies.
Son estudios, permisos y trámites que hacemos. Otro programa es trabajar con los hoteles para evitar la devastación de manglares. Estamos reforestando manglares. Empezamos desde casa, de adentro hacia fuera. Ésa es parte de nuestra responsabilidad.
“Un CEO puede darse el lujo de hacer la prueba”
¿Un CEO cómo convence? ¿Cómo lo hace usted con sus socios?
Con información, con datos y hechos. A mis socios les planteé la idea de un espectáculo de noche en Xcaret, como se hace en Hawai. Les platiqué de un proyecto que era tener el parque funcionando todo el día y en la noche tener un espectáculo.
Estaban un poco renuentes, pues siempre tienen la preocupación de qué va a suceder en el futuro, pero como siempre he dicho: ‘Probemos, si no funciona, pues lo quitamos, no pasa nada’. Un CEO puede darse el lujo de hacer la prueba. No te voy a decir que todas las cosas que hemos hecho han pegado, pero el chiste es probar.
Fue como cuando traté de convencerlos en un inicio de hacer Xcaret. Yo les di un número a los socios, les dije: “Este parque va a meter un millón de personas a 30 dólares por persona”.
Fue un número que yo hice, no lo saqué de ningún lado. No tenía estadísticas de cuánto iba a crecer Cancún El año pasado conseguí mi cifra inicial, hubo 1.2 millones de visitantes a 99 dólares por persona.
¿Hay algo de lo que se arrepienta?
De nada. Tengo y he tenido errores económicos, eso sí. Una vez fui a Sevilla y paseando me subí a un mirador. Me encantó. Entonces indagué quién era el proveedor y fui hasta Alemania y le pedí que me hiciera tres, pero 10 metros más altos.
Me imaginaba ver Cancún desde lo alto. Lo pedí para 70 personas. Por el precio de tres obtuve cuatro. Uno lo instalé en Isla Mujeres, otro en Cancún, otro en Xcaret y otro en Cozumel.
Económicamente fue un fracaso. La gente sí lo usaba, pero yo me imaginaba la cola como en Sevilla y no fue así. En lugar de probar uno y comprarlo, me traje cuatro.
Me endeudé fuerte y todavía hoy estoy pagando parte de esa deuda, y se compraron hace 10 años. Errores tenemos. Es el porcentaje de bateo. No creo que haya nadie que no se equivoque. Pero el chiste es siempre intentar cosas nuevas. Algunas funcionarán y otras no, pero hacerlas.
Un club para retener a millenials
El sector turístico, al que pertence Experiencias Xcaret es un motor generador de empleos con mano de obra joven y alta rotación, según datos de la Organización Mundial del Turismo,
La antigüedad promedio de los empleados es de 4.6 años, un nivel bajo comparado con otras industrias y esto se debe a que, en su mayoría, son trabajos temporales.
“Nuestro sector y la zona en donde está el parque se presta mucho a que exista mayor rotación, más que en el DF, por ejemplo”, explica Quintana. Por eso, dice, el reto es cautivar a las nuevas generaciones que integran su plantilla laboral, que, en su mayoría, son millennials.
“Nuestro departamento con mayor crecimiento es el de internet, redes sociales. El chiste es encontrar la fórmula para mantenerlos. Son una generación que aprende muy rápido. La idea es darles nuevos retos para que no se vayan. Innovar, inventar tendencias y estar actualizados”, dice Quintana.
“Así debemos trabajar. Tienes que mantenerlos como en un club con todos sus juguetitos para que se queden”.
Fuente: CNN Expansión