Los meses de junio y julio de 2013 fueron los más secos de los últimos veinte años en Granada. El clima de la isla caribeña está cambiando a pasos agigantados. Aumentan sin cesar las precipitaciones intensas, que se presentan de forma repentina e impredecible, así como también la incidencia y la duración de las sequías. El reto es el de obtener agua potable para el futuro, según Deutsche Welle.