Un equipo turco de arqueólogos ha encontrado en Estambul un objeto al que consideran, por tamaño y funcionalidad, el precursor de las actuales tabletas electrónicas. El hallazgo ha tenido lugar en las excavaciones del llamado por los científicos ‘milagro de Yenikapi’, por la cantidad y calidad de los restos que se están desenterrando en ese barrio estambulita.
El ‘primer iPad’ que conoció el hombre estaba alojado entre las costillas de un buque hundido en lo que antiguamente era el puerto bizantino de Teodosios. Consiste en un conjunto de placas de madera superpuestas, del tamaño de un cuaderno – o de un tablet de siete pulgadas – pero de proporciones algo más toscas.
En algunas de estas piezas puede escribirse con una punta de cera, de acuerdo a los arqueólogos. Entre ellas, además, se escondela primera app de la historia: una placa deslizable que aloja huecos para colocar un juego de pesas que podían ser usadas en una balanza.
“Yenikapi es un fenómeno debido a los 37 barcos hundidos que hay y los materiales orgánicos encontrados, el hallazgo más importante de las excavaciones”, reconoce al periódico local Hürriyet el profesorUfuk Kocabas, miembro del equipo de arqueólogos que trabajan en el yacimiento.
Kocabas destaca la singularidad del lugar en el que llevan una década investigando. La antigüedad de algunos de los restos sacados a la luz se remonta a hace 8.500 años. El académico señala que el 60% de los navíos bizantinos sacados de la tierra se preservan en buenas condiciones. Tanto que un grupo de la Universidad de Estambul está trabajando para reflotar uno de estos navíos, para 2015, rebautizado como Yenikapi 12.
Las excavaciones del antiguo Teodosios, en la orilla de la que fue capital del Imperio Romano de Oriente hasta su caída en 1453, han arrojado también datos curiosos sobre las costumbres de sus habitantes. Vedat Onar, jefe de uno de los equipos científicos sobre el terreno, detalla al Hürriyet que se ha extraído de allí la mayor colección de équidos de la era bizantina.
“Los caballos eran sacrificados para el consumo, algo que vemos por primera vez en este yacimiento”, relata Onar. “Este tipo de carne no era muy popular en la época romana, pero vemos que sí lo era en la bizantina. Es difícil dar con caballos mayores de diez años. Encontramos restos de 57 animales distintos. Incluso de delfines y tortugas”, añade.
Fuente: El Mundo