Un 38 por ciento del millón 387 mil mexicanos que estuvieron desempleados durante el primer trimestre de 2015 son “jefes de familia”, de acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
En total sumaron 532 mil 647 jefes de familia sin empleo, la cuarta parte de toda la población desocupada durante el periodo señalado, que representa el arranque del tercer año de gobierno del presidente Enrique Peña Nieto.
Las cifras del Inegi precisan que 2 millones 201 mil 778 personas se encontraban desocupadas en los primeros tres meses de este año, de ellos 63 por ciento son hombres (un millón 387 mil 865), entre los que se incluyen los jefes de familia.
El Inegi no precisa cuántos de estos mexicanos desempleados tienen hijos, como si lo detalla en el caso de las mujeres hasta por número de descendientes.
Revela en cambio que 67 por ciento de estos jefes de familia aseguraron estar desempleados por haber perdido o terminado su empleo anterior, 15 por ciento por estar insatisfecho con su trabajo y 11 por ciento por dejar o cerrar un negocio propio.
De cada cien hogares, 75 están a cargo de un hombre, pero esta cifra se eleva hasta 80 por ciento en el caso de Chiapas y 81 por ciento en el caso de Nuevo León.
Por otro lado, un sondeo telefónico realizado hace un par de años por la consultoría Gabinete de Comunicación Estratégica (GCE) señalaba que 30.7 por ciento de los padres quisieran que sus hijos los recordaran por ser un padre responsable, 20.2 por ciento como un padre justo, 17.6 por ciento como un padre comprensivo y 11.9 por ciento como un padre cariñoso.
Los entrevistados manifestaron que el 26.2 por ciento recordaban más a su padre por ser un buen proveedor, 25.4 por ciento por ser cariñoso, 6.1 por ciento por dar buen ejemplo y 5.1 por ciento por ser honesto.
Además 26.2 por ciento consideró que la principal característica de los padres mexicanos es la responsablidad, 19.3 por ciento consideró que era el estar ocupados y 16.4 por ciento que están ausentes.
Y justamente los entrevistados manifestaron que lo que no quisieran repetir de sus padres es “lo ausente (10.2 por ciento), el gusto por el alcohol (10 por ciento), lo autoritario (8.9 por ciento), lo poco cariñosoo (5 por ciento), lo indiferente (4.9 por ciento), lo regañón (4.8 por ciento), lo irresponsable (4.7 por ciento), lo golpeador (4.3 por ciento y lo mujeriego (2.9 por ciento).
Fuente: La Jornada