Las fuerzas del régimen sirio, con apoyo de la aviación rusa, arrebataron hoy, según Moscú, la histórica ciudad de Palmira al grupo Estado Islámico (EI), lo que supone un nuevo nuevo revés militar para la organización yihadista.
Esta ciudad del centro de Siria, inscrita en la lista de Patrimonio Mundial de la Humanidad de la Unesco, cambia otra vez de manos. Fue conquistada por el EI en mayo de 2015, retomada por el régimen en marzo de 2016 y puesta otra vez bajo control yihadista en diciembre.
El ministro ruso de Defensa, Serguei Shoigu, informó al presidente Vladimir Putin que las fuerzas sirias habían expulsado a los yihadistas de Palmira, indicó el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, citado por las agencias rusas.
“El EI se retiró completamente de Palmira”, señaló por su parte a la AFP el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH).
“Pero el ejército sirio sigue con las tareas de desminado en los suburbios y todavía no se desplegó en toda la ciudad”, dijo Rami Abdel Rahman, director del OSDH.
El miércoles, luego de combates y con el apoyo de la aviación rusa, las fuerzas del régimen lograron ingresar en Palmira.
Según Rahman ya no quedan combatientes yihadistas en la zona principal de la antigua Palmira, situada en el suroeste de la ciudad, pero ese sector está “muy minado”.
El director general de Antigüedades y de Museos, Maamun Abdelkarim, reaccionó al anuncio con “una mezcla de alegría y de miedo”. “¿Hay muchas degradaciones? ¿Hubo explosiones sin que lo sepamos? Espero a viajar a Palmira para ver el estado del sitio”, dijo a la AFP.
Los yihadistas que capturaron en 2015 esta ciudad se libraron a ejecuciones masivas y a la destrucción de los templos.
La Unesco condenó como un “crimen de guerra” las destrucciones en el Tetrápilo –un monumento de 16 columnas construido a fines del siglo III– así como en el interior del teatro romano, del siglo II.
Punto muerto en Ginebra
Entretanto, casi seis años después del inicio del conflicto en Siria, las nuevas negociaciones iniciadas el 23 de febrero en Ginebra entre el régimen y la oposición continúan sin avanzar.
Moscú acusó el jueves al principal grupo de la oposición siria de querer “sabotear” estas negociaciones.
“El Alto Comité de Negociaciones (HCN) rechaza colaborar al mismo nivel con el grupo de Moscú y el grupo de El Cairo y sabotea de facto el diálogo tanto con la delegación del régimen como con los otros grupos de la oposición”, declaró la portavoz del ministerio ruso de Relaciones Exteriores, Maria Zajarova. Los grupos de El Cairo y de Moscú son opositores sirios considerados cercanos a Rusia.
Estas negociaciones se complicaron por la extrema complejidad del conflicto en el que están implicados actores locales y regionales pero también potencias internacionales.
En el norte del país, la situación sigue complicándose una semana después de la toma de la ciudad de Al Bab, bastión del EI, por las tropas turcas y sus aliados rebeldes sirios.
Turquía amenazó el jueves con atacar a las milicias kurdas sirias si no se retiraban de Manbij, cerca de la frontera turca.
Esta ciudad había sido arrebatada al EI en agosto de 2016 por las Fuerzas Democráticas Sirias (FDS), apoyadas por Estados Unidos, que incluyen la Unidades de Protección del Pueblo (YPG, autonomistas kurdos).
“Ya hemos dicho que bombardearemos las YPG si no se retiran” de Manbij, declaró el jefe de la diplomacia turca Mevlut Cavusoglu. Esta retirada tiene que efectuarse “lo antes posible”, según él.
En paralelo, el Consejo militar de Manbij, que forma parte de las FDS, afirmó que las tropas gubernamentales se desplegarán en una franja de separación entre ellas y los rebeldes pro-turcos.
El Consejo “anuncia que alcanzamos un acuerdo con Rusia para ceder a los guardias fronterizos del Estado de Siria, pueblos en la línea de frente con Escudo del Éufrates”, nombre de la operación militar lanzada por Turquía.
Fuente: AFP