La instrucción del presidente Enrique Peña Nieto al titular de la SEP, Aurelio Nuño, para que incorpore en los libros de texto los nuevos contenidos sobre diversidad sexual, tomó desprevenida a la dependencia, pues los volúmenes para el ciclo 2016-2017 ya estaban impresos. Y aunque en algunas escuelas ya circulan “libros complementarios” en los cuales ese tema se aborda de manera abierta, organizaciones religiosas conservadoras manifiestan su rechazo pues sostienen que la familia natural es más antigua que las leyes.
Por Rodrigo Vera/ Proceso
El pasado 17 de mayo, cuando el presidente Enrique Peña Nieto se reunió en Los Pinos con representantes de la comunidad LGBTTI (lésbico, gay, bisexual, transgénero, transexual e intersexual) no sólo lanzó su iniciativa para legalizar las bodas gay, también giró instrucciones a la Secretaría de Educación Pública (SEP) para que –como medida complementaria– ajuste los “contenidos” de los libros de texto gratuito a la “diversidad” sexual.
Esta medida implica impartir a los niños –desde nivel preescolar– educación sobre homosexualidad, bisexualidad, transexualidad y matrimonios homoparentales, como ya se está haciendo en las escuelas públicas de otros países a fin de evitar la discriminación hacia estas minorías.
Y mientras Aurelio Nuño, titular de la SEP, incluye estos temas en los libros de texto –muy probablemente para el ciclo escolar 2017-2018– ya empiezan a circular en las escuelas “libros de texto complementarios” que instruyen a los niños en tales materias.
Osmar Matsui Santana, presidente de la Federación Mexicana de Educación Sexual y Sexología (Femess), comenta entusiasmado:
“La modificación a los libros de texto será una manera de llegar a las nuevas generaciones para impulsar un importantísimo mejoramiento en la convivencia humana; se combatirá de raíz la violencia homofóbica y de género, se evitarían muchísimos embarazos de adolescentes y se reconocerá a las personas con diferente orientación sexual.
–¿Y qué temas específicos se deberán tocar? –se le pregunta.
–Bueno, así como se instruye en el sentido de que hay personas de distinta etnia, cultura, nacionalidad o color de piel, también se necesita educar al niño sobre las diferentes manifestaciones de la sexualidad; decirle que existen no sólo heterosexuales, sino también homosexuales, bisexuales, asexuales y transexuales.
–¿También debe educárseles en cuestión de matrimonios homoparentales?
–¡Claro! Simplemente porque hay niños que tienen dos papás o dos mamás que contrajeron matrimonio o decidieron formar juntos una familia. Es una realidad. Será un gran avance que los libros de texto gratuitos incluyan todos estos aspectos de la diversidad, como ya lo está pidiendo el presidente Peña Nieto.
El mensaje a la SEP
El pasado 17 de mayo, durante su reunión con los líderes de la comunidad LGBTTI, Peña Nieto dio a conocer su iniciativa de ley para reformar la Constitución y el Código Civil Federal, con el objeto de darle reconocimiento legal al matrimonio entre personas del mismo sexo y su derecho a adoptar.
Y siguiendo esa misma línea, le ordenó a Aurelio Nuño que –en el marco de la reforma educativa– incluyera el tema de la “diversidad” sexual en los “contenidos educativos”. Asimismo, a la Secretaría de Gobernación y al Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación les pidió realizar campañas nacionales contra la homofobia.
José Antonio Medina Trejo, activista de la comunidad LGBTTI, académico y compilador del libro Familias homoparentales en México, comenta sobre esta sorpresiva política del Ejecutivo:
“Para ganar popularidad, Peña Nieto hizo suyas las viejas demandas nuestras, las cuales siempre han sido enarboladas por la izquierda. En su iniciativa de ley fue muy concreto. Sin embargo, aún queda muy vaga su propuesta de ajustar el contenido de los libros de texto a su iniciativa.
Por su parte, Matsui Santana se ofrece a colaborar con Nuño: “Durante la reforma educativa de los noventa, varias organizaciones afiliadas a la Femess participaron en la elaboración de los libros de texto. Llevamos buena relación con la SEP, la invitamos siempre a nuestros congresos nacionales de sexología. Ahora, en la reforma educativa de Peña, estamos igualmente dispuestos a colaborar en la elaboración de los nuevos libros”.
Sin embargo, no fue posible cambiar el contenido de los libros de texto del próximo ciclo escolar, el 2016-2017, puesto que ya estaban elaborados en mayo, cuando Peña Nieto dio la instrucción de modificarlos.
Actualmente se están distribuyendo los 180 millones de libros para ese ciclo, que recibirán gratuitamente 27 millones de estudiantes, según informó la SEP en un comunicado del 30 de junio.
El responsable directo de realizar estas modificaciones –dice– es el subsecretario de Educación Básica de la SEP, Javier Treviño, a quien Proceso le solicitó una entrevista para saber qué tan avanzado va su proyecto, pero hasta el cierre de edición no obtuvo respuesta.
La labor de la Femess
Matsui indica que, mientras la SEP concreta el cambio de contenidos en los libros de texto gratuitos, la Femess y otras organizaciones afines promueven libros de educación sexual que empiezan a ser utilizados como lecturas complementarias en distintas escuelas del país.
Explica: “Varias de nuestras organizaciones afiliadas están trabajando con las secretarías de Educación de algunos estados, que llegan a utilizar libros recomendados, los cuales son lecturas complementarias a los libros de texto oficiales.
Indica que en la Ciudad de México está la librería El Armario Abierto, relacionada con la Femess, especializada en educación sexual para niños y adolescentes, a la que acuden maestros y padres de familia en busca de material educativo.
Comenta el presidente de la Femess: “Este tipo de materiales educativos lo utilizan en las escuelas los gobiernos de países avanzados como Canadá, Suecia, Dinamarca, Noruega o Finlandia. En Estados Unidos todavía hay estados muy conservadores –como Utah y Montana– que se niegan al cambio”.
Y Medina Trejo –quien fue el primero en la Ciudad de México que se casó por sociedad de convivencia, en 2007– agrega sobre el punto: “Canadá va como unos 40 años adelante de México. Allá los hijos de las familias homoparentales son ya personas mayores y maduras; no han salido ni pervertidos ni gays como pregonan los grupos de ultraderecha”.
Medina indica que su hijo adoptivo, de cinco años, también se desarrolla normalmente y es aceptado por sus maestros y compañeros de escuela.
La presión religiosa
La jerarquía católica en México, que organiza manifestaciones de rechazo a la iniciativa de Peña Nieto, también comienza a manifestarse contra su propuesta educativa. El pasado 22 de junio, el obispo de San Cristóbal de las Casas, Felipe Arizmendi, dijo en un comunicado de prensa:
“Se difunde en redes un proyecto de la Secretaría de Educación Pública para dar, desde preescolar, lo que llaman ‘educación sexual’, lo que es sólo información genital y erótica. No es educación, sino incitación para legitimar cualquier tipo de relación, sin ningún control moral. Es pornografía.”
Y Consuelo Mendoza, presidenta de la Unión Nacional de Padres de Familia (UNPF), advierte categórica: “En los contenidos educativos no queremos ningún cambio respecto a la concepción de la familia; ésta debe ser producto del matrimonio conformado por un padre y una madre”.
Y sobre el proyecto educativo de Peña Nieto: “Estamos muy sorprendidos. No esperábamos su iniciativa de ley. Ni tampoco su proyecto de modificar los libros de texto en el marco de la reforma educativa. Ya se imaginará nuestra sorpresa”.
“El nuevo secretario, Aurelio Nuño, ha estado diciendo que ya va a venir el nuevo modelo. Pero no conocemos sus programas. Luego vino la instrucción del presidente Peña para que se incluyan en los libros de texto contenidos sobre este tema específico. Pero tampoco sabemos nada. Los padres de familia tenemos derecho a conocer y opinar sobre todo esto.”
Mendoza señala que, por el momento, la UNPF está a la expectativa, esperando a ver cómo vienen estos cambios en los libros de texto. Pero eso sí, en alianza con otras organizaciones civiles y con distintas Iglesias –entre ellas la católica y las evangélicas– que están aglutinadas en el Frente Nacional por la Familia.
Y señala que así como los impulsores de las llamadas familias igualitarias tienen el apoyo internacional de la ONU, al Frente Nacional por la Familia lo avala un fallo de la Corte de Estrasburgo, el cual determinó que sólo un hombre y una mujer deben formar una familia.
Fuente: Proceso