Luego de una prolongada e intensa lucha de ejidatarios y grupos ambientalistas para preservar la zona de reserva ecológica de Cabo Pulmo, finalmente el consorcio estadunidense y chino que impulsaba un ambicioso proyecto inmobiliario denominado Cabo Dorado, desistió en su inversión multimillonaria Previamente, la Semarnat retiró su aval al proyecto
La empresa estadunidense Glorious Earth Group y su socia, la china Sansong International Trade Group, anunciaron la suspensión del desarrollo Cabo Dorado, en el Parque Nacional Cabo Pulmo, en Baja California.
En un desplegado publicado este viernes, las compañías refieren que “consideramos al Parque Nacional Cabo Pulmo como un área marina que debe ser preservada y que, por ende, cualquier proyecto deberá de asegurar dicho objetivo”.
Apenas hace dos días, John McCarthy, asesor del proyecto, anticipaba que Cabo Dorado, con una inversión estimada en 3 mil 600 millones de dólares, sería avalado por la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat).
Sin embargo, la Semarnat concluyó que el proyecto no coincidía con la vocación del Plan de Ordenamiento Ecológico de Los Cabos e incumplía con la Ley de Desarrollo Urbano de Baja California Sur.
“Nuestro objetivo es lograr un proyecto que beneficie a la zona y que propicie un mayor cuidado de las características fundamentales de la naturaleza y el ambiente”, refiere el comunicado.
Y añade: “Esperamos contar con la participación de los principales opositores del proyecto para redefinirlo de tal forma que se logre este desarrollo sustentable y se asegure la preservación del Parque Nacional Cabo Pulmo”.
Un triunfo de organizaciones ecologistas
Hace un par de semanas, las organizaciones Amigos para la Conservación de Cabo Pulmo (ACCP), el Centro Mexicano de Derecho Ambiental (Cemda), Costa Salvaje plantearon sus objeciones al proyecto de Cabo Dorado durante una reunión convocada por la Secretaría del Medio Ambiente.
Las agrupaciones argumentaron que el proyecto, que pretende construir 22 mil 503 cuartos de hotel, sería un asentamiento humano de 440 mil habitantes con una demanda de agua de 50 millones de metros cúbicos anuales, “lo que pondría en grave riesgo la seguridad hídrica” de Baja California Sur.
“Los Cabo Pulmeños hemos carecido de agua potable desde hace varios años. De hecho el acuífero de Cabo Pulmo ya está sobreexplotado. Por ello no se nos hace justo que Cabo Dorado venga a ejercer más presión sobre este recurso”, dijo a su vez Judith Castro, habitante de Cabo Pulmo e integrante de ACCP.
Además, según estudios científicos citados por las ONG, el proyecto afectaría la salud del sistema arrecifal de Cabo Pulmo mediante el arrastre de contaminantes.
“El proyecto Cabo Dorado debe ser evitado a toda costa debido a la gran cantidad de impactos regionales que pondrían en riesgo la viabilidad ambiental y el bienestar de la población de la región a corto, mediano y largo plazo. Este proyecto contraviene el Programa de Ordenamiento Ecológico de Los Cabos y no es acorde con la realidad actual del municipio de Los Cabos”, reclamó Alejandro Olivera Bonilla, coordinador de políticas públicas de Cemda en el noroeste.
Las organizaciones pidieron a la Secretaría de Medio Ambiente (Semarnat) negar el permiso de impacto ambiental para la construcción del complejo turístico. “La Semarnat no puede ni debe dejarse deslumbrar por lo supuestamente Dorado de este proyecto.
Fuente: Apro y EFE