El video de dos rehenes japoneses retenidos por el grupo Estado Islámico da la apariencia, como otros anteriores de ese grupo, de que fue grabado en un desierto, pero han comenzado a surgir sospechas de que el mensaje no se grabó en exteriores.
Un experto dijo que probablemente se hizo en un estudio con un fondo desértico para que pareciera filmado al aire libre.
En el video se ve al periodista Kenji Goto y a Haruna Yukawa, director de una compañía de seguridad, arrodillados en uniformes naranja junto a un hombre enmascarado con un cuchillo. Los secuestradores amenazan con matar a ambos si el gobierno japonés no paga un rescate de 200 millones de dólares.
El video, subido a portales extremistas el martes e identificado como obra de al-Furqn, la rama del grupo Estado Islámico para los medios de comunicación, parece haber sido granado en el mismo lugar que el video de los rehenes estadounidenses James Foley, Steven Sotloff y Peter Kassig y los cautivos británicos David Haines y Alan Henning.
Veryan Khan, directora editorial de la organización Terrorism Research and Analysis Consortium, dijo que la fuente de luz que cae sobre los hombres en los videos más recientes parece venir de dos direcciones, en vez de una sola, que en caso de exteriores sería el Sol. Si el video se hubiera grabado con luz natural en exteriores, las sombras detrás de los hombres debían ir en una dirección, pero en su lugar convergen.
“A los rehenes obviamente les molesta la intensidad de luz”, dijo Khan.
El uniforme de uno de los rehenes se mueve con el aire, pero Khan dijo que cree que se trata de un ventilador. El viento en el desierto crearía ruido en el audio y afectaría la calidad del sonido de las palabras que pronuncia el secuestrador, dijo. El viento también levantaría arena de suelo, lo que no resulta aparente en el video, agregó.
Si se grabó en interiores, ello pudiera indicar que los secuestradores tienen menos libertad de movimiento de lo que el grupo Estado Islámico quisiera hacer creer a sus enemigos. También pudiera ser una forma en que los secuestradores ocultan su ubicación, para no dar a los expertos ninguna señal fiable de dónde están.
Los expertos que analizan los videos creen que se grabaron en una zona al sur de Raqqa, en el norte de Siria, la capital autodeclarada del grupo Estado Islámico. El asesinato de los cinco otros rehenes ocurrió entre agosto y noviembre. La coalición liderada por Estados Unidos comenzó a atacar a los extremistas en Siria a mediados de septiembre y ha intensificado gradualmente los bombardeos aéreos de infraestructura del grupo terrorista tanto en Siria como Irak.
Sin embargo, Ben Venzke, presidente ejecutivo de IntelCenter, una compañía que ofrece información de contrainteligencia, dijo que no desea especular sobre dónde o cómo se grabaron los videos. Los extremistas tienden a cambiar de táctica y ubicación en respuesta a los reportes de prensa y eso dificulta encontrarlos, dijo.
“Es algo interesante pero no hace absolutamente nada por ayudar a que no le corten la cabeza a estas personas, quizás incluso los pueda afectar más”, dijo Venzke.
Fuente: AP