Documentan los excesos de la Migra

0

Las revelaciones de quien fue jefe de asuntos internos de la Patrulla Fronteriza y a quien despidieron por investigar el uso excesivo de la fuerza de agentes del también llamado CBP en homicidios de indocumentadois, arrojan duras sospechas sobre la imparcialidad de las investigaciones oficial que resultan “altamente sospechosas” y terminaron exonerando a los oficiales acusados

Por Andrew Becker/ The Washington Post

Washington— Por lo menos un cuarto de las 28 fatalidades perpetradas por agentes y oficiales de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos (CBP) desde el 2010 eran “altamente sospechosas” y los funcionarios distorsionaron los hechos para intentar ocultar cualquier tipo de anomalías, según lo afirmó James F. Tomsheck, ex jefe de Asuntos Internos de la agencia.

La dependencia quitó a Tomsheck del puesto, exigiendo que se llevaran a cabo investigaciones más agresivas en torno al uso excesivo de la fuerza y abuso de autoridad. Pero Tomsheck, quien aún trabaja para CBP, dijo que sus esfuerzos fueron cuartados por los funcionarios de la agencia, plagada de encubrimientos y corrupción.

Sus primeros comentarios dados a conocer al público sobre los problemas de la dependencia, desde que fue quitado del puesto, fueron hechos en una entrevista exclusiva y no autorizada con el Center for Investigative Reporting (Centro para el Reporteo de Investigación).

Tomsheck también ha dado informes a puerta cerrada al Comité de Seguridad Nacional y Relaciones Gubernamentales del Senado y a los líderes del Comité de Supervisión y Reforma Gubernamental de la Cámara de Representantes. Y la Oficina de Asesoría Especial está revisando una declaración de represalias contra un informante que Tomsheck presentó recientemente.

La problemática agencia ha enfrentado una ola de críticas por los tiroteos perpetrados en la frontera, una crisis que se hizo notoria tras un feroz reporte independiente de 67 casos. Pero incluso dicho reporte no logra capturar la esencia de la tan arraigada práctica de la CBP de distorsionar los hechos para garantizar que un tiroteo cuestionable sea percibido como “un acto justificado”, dijo Tomsheck.

“En casi todas las instancias, hubo un esfuerzo de parte de la directiva de la Patrulla Fronteriza de formular un caso para justificar los tiroteos en lugar de hacer una revisión genuina de la información y los hechos”, dijo.

Tomshkeck se rehusó a hacer referencias de ejemplos específicos debido a que muchos de los casos siguen siendo revisados.

Tomsheck quien mantuvo su cargo por ocho años, fue asignado a la Patrulla Fronteriza para fungir como director ejecutivo de programas nacionales.

R. Gil Kerlikowske, el comisionado de CBP, ha prometido implementar nuevas reformas y pidió que se hiciera una revisión de los tiroteos enumerados en el reporte del 2013. CBP también reforzó sus restricciones sobre el uso de la fuerza letal durante la primavera, pero la dependencia se rehusó a dar un comentario sobre los alegatos de Tomsheck.

James
Adicionalmente a los encubrimientos de los tiroteos, Tomsheck afirma que:

Los actos de corrupción de la agencia incluyen haber aceptado sobornos de aquellos que trafican drogas y personas hacia el interior del país y el robo de propiedad del gobierno. Un estimado del 5 al 10 por ciento de los agentes y oficiales fronterizos son corruptos o lo fueron en algún punto de sus carreras, según dijo Tomsheck.

“A grados muy altos, la corrupción era un problema que no había sido detectado y mucho más severo que el verdadero número de arrestos de empleados corruptos,” dijo.

Tomsheck cree que miles de empleados, contratados durante una expansión sin precedentes en la era post-11 de septiembre, no eran aptos para portar una insignia y una pistola. Según él está seguro que hay delincuentes dentro de las filas policiacas, las cuales hoy en día suman más 43 mil elementos. Otros podrían ser considerados un riesgo de seguridad debido a su historial delictivo, vínculos con organizaciones criminales y abuso de drogas

Las pruebas poligráficas de los solicitantes de trabajo cuentan la historia, dijo Tomsheck.

Aproximadamente el 55 por ciento de los solicitantes son descalificados por el detector de mentiras, el cual no se hizo obligatorio para todos los solicitantes de empleo hasta el 2013. Desde Octubre del 2004, cerca de 170 empleados de la CBP, incluyendo agentes de la Patrulla Fronteriza han sido arrestados o condenados por cargos de corrupción.

Los problemas de la agencia están enraizados en la política fronteriza, política interna y la visión distorsionada que la Patrulla Fronteriza tiene de sí misma —lo que Tomsheck llama “narcisismo institucional”— la creencia de que es la agencia federal policiaca más importante de la nación. Tal idea, dijo, forma parte de una cultura aún más amplia de impunidad dentro de la Patrulla Fronteriza, la cual cree estar sobre toda “restricción constitucional” y rechaza todo tipo de escrutinio externo.

“La directiva de la Patrulla Fronteriza ha sugerido que son la Martina de la comunidad policiaca de Estados Unidos”, dijo. “La Patrulla Fronteriza se identifica a sí misma como una fuerza paramilitar de seguridad en la frontera y no la de una organización cuyo deber es hacer cumplir la ley”.

Tales actitudes, dijo Tomsheck, jugaron un papel en la obstrucción de sus esfuerzos para investigar los tiroteos.

Funcionarios de alto rango de la oficina de Aduanas y Protección Fronteriza y de otras partes dentro del Departamento de Seguridad Nacional interfirieron, bloquearon o hicieron que sus esfuerzos para combatir la corrupción, el abuso y otro tipo de mala conducta, se atrasaran —incluyendo violaciones a los derechos civiles— al informarle a su oficina que no se entrometiera, dijo.

Tomsheck dijo que fue criticado y sufrió represalias por no hacer caso al “mensaje corporativo” de la agencia sobre la corrupción para redefinir el concepto y que pareciera un problema menos grave.

Sus batallas más duras fueron durante la primera administración de Obama, cuando Alan Bersin, un ex procurador federal en San Diego, era el comisionado y Davis Aguilar era su suplente. Aguilar eventualmente se convirtió en comisionado activo.

Aguilar le restó importancia a la corrupción, de acuerdo a una denuncia de represalias contra un informante que Tomsheck presentó ante la Oficina de Asesoría Especial.

De acuerdo con la denuncia del 2011, en una reunión privada en marzo del 2010, Aguilar reprendió a Tomsheck por ser demasiado franco sobre los problemas de integridad de la agencia en una audiencia ante el Senado una semana antes. Aguilar le gritó a Tomsheck, según lo estipula la denuncia, describiendo su testimonio como algo que “no formaba parte de su ‘mensaje corporativo’ sobre la corrupción”.

En otra reunión a puerta cerrada, el 15 de abril del 2010, Aguilar intentó presionar a Tomsheck y a su entonces suplente, James Wong, a que redefinieran la corrupción y sólo incluyeran las instancias más “esenciales” que comprometían a la agencia, tales como aceptar sobornos u otros pagos para ayudar a los narcotraficantes y traficantes humanos. Cuando Tomsheck se rehusó a hacerlo, Aguilar tomó represalias y lo penalizó en su reporte de desempeño, según Tomsheck afirmó. La reseña negativa fue posteriormente revisada por la CBP.

Adicionalmente a la CBP, la oficina del inspector general del Departamento de Seguridad Nacional se rehusó a dar un comentario. Bersin no respondió a una petición para dar un comentario.

Bersin, quien dejó la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza a finales del 2011, es ahora secretario asistente de relaciones exteriores de Seguridad Nacional (Homeland Security) y su funcionario diplomático de más alto rango. Aguilar se retiró en marzo del 2013.

En una entrevista el mes pasado, Kerlikowske no respondió directamente a las preguntas sobre cómo la oficina de relaciones internas no había actuado con mayor agresividad, pero dijo que estaba buscando una nueva perspectiva cuando hizo que Tomsheck renunciara al cargo. Le ha pedido a un agente del FBI que dirija la oficina de relaciones internas como interino.

“No tengo nada que decir más que le tengo el mayor aprecio a Jim —y se lo dije— y siempre creí que era capaz”, dijo Kerlikowske.

Otros funcionarios han apoyado las acusaciones de Tomsheck.

En los informes dados al FBI en el 2012, los líderes de alto rango de la CBP fuera de la oficina de relaciones internas fijaron el índice de corrupción en cierto momento en un 20 por ciento o más.

Sorprendidos por semejante “brecha de integridad”  el FBI ajustó sus prioridades para enfocar sus esfuerzos en contra de la corrupción en los empleados federales, poniendo énfasis en los agentes y oficiales fronterizos, según dijo Ronald Hosko, un director asistente retirado del FBI de la división de investigación delictiva, quien asistió a los informes.

“El FBI sigue estando comprometido a trabajar con todos sus asociados interdependientes para atender el problema de la corrupción y trabaja de manera muy activa para asegurar que la cooperación entre el FBI y sus asociados se mantenga fuerte”, dijo Joseph S. Campbell, el actual director asistente de la división de investigación delictiva.

“Al mismo tiempo que las inquietudes de Jim se agudizaban, otros funcionarios de la CBP comenzaron a decir que ‘les inspiraba desconfianza,’” según dijo Hosko. Pero cuando se sospecha que del 10 al 20 por ciento de la fuerza laboral ha incurrido han actos de corrupción, es realmente escalofriante. Si se reduce ese número a la mitad, aún sigue siendo escalofriante.

“Mientras su desconfianza se iba acrecentando, fue visto como paranoico. Pero le dieron muchas razones para sentirse desconfiado”.

En años recientes el número anual de arrestos de empleados corruptos ha disminuido, pero Tomsheck y Hosko lo atribuyen a que las agencias de anti-corrupción no comparten apropiadamente su información entre ellas, incluyendo la oficina del inspector general del FBI.

Un portavoz del Consejo Nacional de la Patrulla Fronteriza, el sindicato que representa a 17 mil agentes de la Patrulla Fronteriza y rinde apoyo a su personal, impugnó las acusaciones sobre el uso excesivo de la fuerza. Shawn Moran dijo que los agentes se muestran renuentes a utilizar la fuerza y sólo lo hacen cuando es necesario.

Fuente: The Washington Post vía El Diario

Comments are closed.