La Santa Sede ha anunciado los horarios desde el momento en que los cardenales se deben dar cita en la Capilla Sixtina hasta la misa “Pro eligendo Romano Pontífice”. El cónclave comienza el martes a las tres y media de la tarde, tiempo de Ciudad Juárez.
El segundo cónclave del tercer milenio comenzará a las 13:30 horas (tiempo de Ciudad Juárez) del martes 12 de marzo, cuando los 115 cardenales electores entren en procesión en la Capilla Sixtina, donde elegirán al 266 sucesor del apóstol Pedro.
El Vaticano informó hoy del desarrollo del cónclave y señaló que los cardenales tendrán que estar a las 16:15 horas local (15:15 gmt) en la capilla Paulina y que desde allí, en procesión, se dirigirán hacia la Sixtina, donde tras el canto del “Veni Creator Spiritus”, con el que invocarán la ayuda del Espíritu Santo, procederán al juramento por el que se comprometerán a mantener el secreto de todo lo que se diga o haga.
Después, el Maestro de Ceremonias Pontificias pronunciará la frase “extra omnes” y todos los ajenos al cónclave saldrán de la Capilla.
Según el esquema facilitado por El Vaticano ya esa tarde se procederá a la primera votación y habrá primera fumata.
Antes, a primeras horas de la mañana, los cardenales se trasladarán a la residencia de Santa Marta, dentro del Vaticano, donde se alojarán durante el cónclave, y cuyas habitaciones fueron asignadas hoy por sorteo durante la novena congregación preparatoria celebrada en el Aula Nueva del Sínodo.
A las diez de la mañana del 12 de marzo, los cardenales participarán en la misa “Pro eligendo Romano Pontífice”, que oficiará en la basílica de San Pedro el decano, Angelo Sodano.
Si la primera votación de día 12 concluye con “fumata negra”, es decir, que no han elegido papa, al día siguiente se celebrarán dos votaciones por la mañana y dos por la tarde.
Las “fumatas” se producirán al final de la mañana, tras las dos votaciones -siempre que no haya sido elegido el papa en el primer escrutinio- y de la tarde, también siempre que no haya sido elegido en la primera votación de la tarde, señaló el portavoz, Federico Lombardi.
Si hubiese una “fumata” a media mañana o a media tarde, sería “blanca”, es decir los cardenales habrían elegido al sucesor de Benedicto XVI.
La constitución apostólica Universi Dominici Gregis establece que después de tres días de escrutinios sin resultados positivos, las votaciones se suspendan durante un día para hacer una pausa de oración y coloquio entre los votantes.
Tras ese día de pausa volverán a celebrarse otros siete escrutinios y si se sigue sin elegir Papa se efectuará otro descanso y se volverán a hacer otros siete escrutinios. Si se sigue igual, habrá nueva pausa y, de nuevo, otras siete votaciones. Y así hasta el 33 o 34 escrutinio (dependiendo si el primer día se vota o no).
El próximo papa necesitará en todas las votaciones la mayoría de los dos tercio de los votos de los cardenales asistentes. Al ser 115, necesitará un mínimo de 77 votos.
Hoy fue colocada en el tejado de la capilla Sixtina la chimenea por la que saldrá la “fumata blanca” que anunciará al mundo que la Iglesia Católica tiene nuevo papa.
La chimenea, de casi dos metros de alta, fue colocada por personal técnico del Vaticano, que la unieron al tubo de cobre de 15 metros de largo que conecta las dos estufas que se usarán durante el cónclave, una para quemar las papeletas de las votaciones y otra que permitirá, gracias a un mecanismo electrónico, incrementar la visibilidad de la fumata.
Las dos estufas, de hierro fundido, han sido colocadas en un lateral, trasero, de la capilla Sixtina, donde prosiguen las obras de acondicionamiento para acoger el cónclave.
Lombardi informó hoy de que el próximo lunes habrá una nueva reunión de cardenales, la décima congregación, y que por la tarde jurarán todo el personal auxiliar que participará en el cónclave.
Jurarán, entre otros, el secretario del Colegio Cardenalicio, el Maestro de Celebraciones Litúrgicas, los ocho ceremonieros pontificios, médicos, enfermeros, limpiadores, encargados de la seguridad, etc.
También hoy se constituyó la comisión encargada de precintar las entradas al cónclave, de la que forman parte el cardenal camarlengo, el sustituto de la Secretaría de Estado, el comandante de la Guardia Suiza, miembros de la Gendarmería y notarios.
Lombardi informó de que además del anillo del Pescador de Benedicto, que simboliza el poder pontificio, también han sido ya anulados cuatro sellos del pontificado de Ratzinger.
Se trata de la reproducción del anillo en forma de sello para timbrar documentos, dos timbres secos para los documentos pontificios y la matriz del sello de plomo para las bulas pontificias.
El portavoz señaló que el nuevo anillo del Pescador será idéntico al de Benedicto XVI, con la efigie del pescador y una red y que sólo cambiará el nombre del papa, que lo rodea.
Mañana domingo, algunos cardenales oficiaran misa en las iglesias romanas que tienen asignadas, que simbolizan la participación de los purpurados en el cuidado de la Ciudad Eterna, de la que el papa es obispo.
Fuente: EFE