Divulgan en el juicio al Chapo llamadas que le interceptó el FBI

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El Departamento de Justicia de Estados Unidos develó ante la Corte Federal del Distrito Este, en el barrio de Brooklyn, Nueva York, una serie de conversaciones telefónicas de Joaquín El Chapo Guzmán Loera, que le interceptó al narcotraficante mexicano el Buró Federal de Investigaciones (FBI).

En la audiencia de este lunes en el juicio contra El Chapo, el agente especial del FBI, Stephen Marston, especialista en crímenes cibernéticos, presentó las conversaciones interceptadas y con su testimonio confirmó la autenticidad de la voz del capo sinaloense.

Por medio del interrogatorio al que lo sometió el fiscal Michael Robotti, el agente del FBI indicó que las conversaciones interceptadas al Chapo fueron el resultado una investigación que se llevó a cabo en 2009 sobre el colombiano Christian Rodríguez, especialista en sistemas de comunicaciones encriptadas.

El colombiano investigado por el FBI se había encargado de crear e instalar el sistema de comunicaciones encriptado para narcotraficantes de su país y para líderes del Cártel de Sinaloa, como la fracción encabezada por Guzmán Loera.

Por medio de una operación encubierta del FBI, Rodríguez, que vivía en Colombia, cayó en una trampa. El 10 de febrero de 2010, un agente encubierto del FBI citó a Rodríguez en un hotel en Nueva York y desde entonces el colombiano comenzó a cooperar con el gobierno de Estados Unidos en el caso del Chapo Guzmán.

Además de proporcionarles los números de teléfono encriptados que usaba El Chapo y sus allegados, el colombiano especificó al FBI los detalles del sistema de comunicaciones sofisticado que creó para el Cártel de Sinaloa. Para evitar posibilidades de que los capos de la fracción del Chapo sospecharan que estaban siendo vigilados, Rodríguez propuso al FBI que instalaran tres servidores en Holanda.

Con la colaboración del gobierno holandés, el FBI podría interceptar y grabar cualquier conversación telefónica, correo electrónico o mensaje de texto del Chapo y sus subalternos, ya que serían inmediatamente registrados en los tres servidores.

Las llamadas que tanto esperaba el gobierno de Estados Unidos comenzaron a registrarse en abril de 2011. Gracias a la cooperación y al conocimiento de Rodríguez en comunicaciones encriptadas, el FBI pudo recolectar cientos de conversaciones telefónicas del Chapo, haciendo negocios o dando órdenes sobre operaciones relacionadas con el tráfico de drogas ilegales.

Marston aclaro al juez Brian Cogan y al jurado que determinará el futuro legal del Chapo en su juicio, que la autenticidad de la voz del capo en las conversaciones interceptadas se corroboró al compararlas con la de dos videos que circulan en las redes sociales: el de la auto entrevista que Guzmán Loera enviara a la actriz mexicana Kate del Castillo, y otro subido al sitio de internet YouTube en marzo de 2012, en el cual el capo interroga a un presunto integrante del Cártel de los Zetas.

De los fragmentos de los 29 audios que el fiscal Robotti reprodujo en la Corte, el primero fue de la conversación entre El Chapo y su hermana, Bernarda, en 2017, cuando el capo sinaloense ya se encontraba en el Centro Correccional Metropolitano en Nueva York. Esta grabación se reprodujo para que los integrantes pudieran comparar la voz del acusado con la que escucharían posteriormente de las llamadas telefónicas interceptadas y grabadas por el FBI.

En el audio de la plática entre los hermanos Guzmán Loera, El Chapo pregunta a su hermana sobre la pavimentación de las calles de su pueblo, La Tuna, municipio de Badiraguato, Sinaloa, tomando como referencia la iglesia que está junto a la casa de su madre, doña Joaquina.

“Dijeron que ya estaba planchada hasta la casa del Mayo”, se escucha decirle El Chapo a Bernarda.

De los fragmentos de las 28 interceptaciones telefónicas llevadas a cabo por el FBI en 2011, los más reveladores son los referidos a las conversaciones entre El Chapo y Orso Iván Gastélum Cruz, “Cholo Iván”, jefe de su ejército de sicarios.

“La guachada anda pasando pa’ Guasave… si son policías, cuidado con los levantones… dicen que un tal Cholo los levantó”, se oye decir al Chapo Guzmán.

“Les pegué una buena patada en el culo”, comenta Cholo Iván.

“Los que no tengan nada que ver, déjenlos ir”, anota El Chapo, en referencia a personas inocentes secuestradas por sus sicarios.

En otra conversación telefónica con una mujer desconocida, Guzmán Loera se pone de acuerdo con ella para que su gente distribuya y venda “cristal (metanfetaminas)” en varios estados de la Unión Americana como el estado de Ohio, bajo la promesa de que después le conseguirá cocaína para ampliar el mercado y las ventas.

En otra conversación telefónica reproducida en la Corte en Brooklyn, El Chapo y uno de sus operadores –identificado en los documentos de prueba de la fiscalía con el apodo de El Gato– hablan de la corrupción al agregado de la Procuraduría General de la República (PGR) en el estado de Sinaloa, identificado como El Yanki. La conversación telefónica la interceptó y grabó el FBI el 9 de julio de 2011.

“Aquí está conmigo El Yanki, se lo paso para que hable directamente con él”, dice El Gato a Guzmán Loera.

“Mejor, mejor”, anota El Chapo.

“Señor, ¿cómo está?, la persona que está con usted es de la empresa, se lo encargo mucho”, comenta El Chapo al Yanki en referencia al Gato.

“Cuente conmigo incondicionalmente”, le revira el agregado de la PGR al capo del Cártel de Sinaloa.

El Chapo le pide al funcionario público que no cambie al personal de la Agencia Federal de Investigaciones (AFI), porque ya estaban familiarizados con el trabajo que prestaban a su organización criminal y el agregado de la PGR acepta como orden lo que le dice el narcotraficante.

La reproducción de las grabaciones telefónicas interceptadas al Chapo por el FBI fue otra de las pruebas que presentó la fiscalía estadunidense al jurado, para exponer ante el jurado que Guzmán Loera es culpable de los delitos de narcotráfico y lavado de dinero que le imputan ante la Corte en Brooklyn.

Luego de su ausencia en las tres primeras audiencias de 2019 en el juicio contra su marido, Emma Coronel regresó a la sala del juez Cogan.

Fuente: Proceso

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