La policía dispara a un joven afroamericano de 18 años desarmados, provocándole la muerte, lo que generó disturbios este domingo durante una ceremonia pública a homenaje a la víctima
Centenares de policías llegados de distritos colindantes han controlado este lunes la ciudad de Ferguson, en Missouri. Los disturbios y saqueos han sido consecuencia del trágico episodio ocurrido dos días antes. El alcalde de Ferguson ha hecho un llamamiento a la calma a los vecinos en una entrevista a la cadena CNN. “Puedo comprender la ira de la gente, pero eso no es constructivo”, ha afirmado James Knowles. “Sólo puedo pedir a la comunidad que mantenga la calma. La mayor preocupación de la gente que protesta es que la investigación sea parcial. Será confiada a la autoridad superior, la policía del condado de San Luis” y no a las instancias municipales, ha indicado Knowles.
Según las autoridades, un agente mató el pasado sábado a Michael Brown, de 18 años, después que el adolescente atacase al policía. El jefe de la policía del Condado San Luis, Jon Belmar, quien ha prometido una investigación independiente, ha declarado que el agente policial había tenido “un encuentro con dos individuos” y que Brown había empujado al policía dentro de su vehículo y le “asaltó”.
De acuerdo con la versión de Belmar, el agente disparó una vez dentro del vehículo mientras luchaba con Brown, y luego le disparó varias veces cuando el joven huía. Brown cayó muerto en la calle a unos diez metros del automóvil policial. En Ferguson, una ciudad 20 kilómetros al noroeste de San Louis, se han producido tensiones crecientes entre la población, mayoritariamente negra del Contado Norte, y la policía, predominantemente blanca, debido a esto la pasada noche ha estado protagonizada por la violencia.
Cientos de personas se congregaron la pasada noche de domingo y mientras la mayoría oraba algunos grupos se dispersaron deteniendo el tránsito de vehículos y hacia las 21.00 horas empezaron los saqueos. Dos horas más tarde, según las autoridades, los causantes de las revueltas atacaron una tienda al igual que comercios de teléfonos móviles, ropas y artículos varios. Dos policías resultaron heridos y 32 personas fueron detenidas. Hoy, la calma había vuelto a Ferguson.
El portavoz de la Policía de San Luis, Ed Kuntz, declaró al diario St Louis Post-Diospatch que se había desplegado un equipo de operaciones tácticas especiales (SWAT) y habían llegado a Ferguson cientos de agentes de comunidades circundantes. “Obviamente no queremos usar la fuerza”, dijo Kuntz. “Esperamos que la presencia de la policía sea suficiente”.
Fuente: EFE y AFP