Disturbios en Francia dejan 600 detenidos y 200 heridos

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Queman cerca de 500 edificios y más de 550 coches en una noche en Francia durante las protestas. Un total de 9.900 bomberos se han desplegado en las últimas 24 horas para combatir más de 3.800 incendios en la vía pública y otros 1.900 contra vehículos. El primer ministro de Francia anunció el despliegue de vehículos blindados de la gendarmería debido a los disturbios en el país.

Las autoridades movilizaron a alrededor de 40 mil agentes para sofocar las protestas y se reportan 667 detenidos, 307 de ellas en la región de París, y  unos 200 agentes heridos en la tercera jornada de disturbios generalizados.

Los manifestantes levantaron barricadas, prendieron incendios y lanzaron fuegos artificiales a la policía en las calles de algunas ciudades de Francia durante la noche tras la muerte de un adolescente de 17 años por un disparo de un agente en un incidente que ha conmocionado al país.

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Más de 600 personas fueron arrestadas y al menos 200 policías resultaron heridos mientras el Gobierno trata de restablecer el orden en la tercera noche seguida con disturbios.

Vehículos policiales blindados se abrieron paso entre los restos calcinados de los autos que habían sido volcados e incendiados en Nanterre, el suburbio del noroeste del país donde un policía disparó al joven, a quien solo se ha identificado por su nombre, Nael, durante un control de tráfico. Al otro lado de la capital, los inconformes prendieron fuego al ayuntamiento en el suburbio de Clichy-sous-Bois. En París ardieron algunos contenedores y hubo saqueos en tiendas.

En la ciudad mediterránea de Marsella la policía trató de dispersar a grupos violentos en el centro de la ciudad, según las autoridades regionales.

El presidente del país, Emmanuel Macron, tenía previsto abandonar una cumbre de la Unión Europea en Bruselas y regresará a París para celebrar una reunión de seguridad de emergencia el viernes.

Las autoridades movilizaron a alrededor de 40 mil agentes para sofocar las protestas. Según el Ministerio de Interior, la policía detuvo a 667 personas, 307 de ellas en la región de París, según la jefatura de la policía capitalina.

Unos 200 agentes resultaron heridos, según un vocero de la policía nacional. El número de civiles heridos no se reportó de inmediato.

Los manifestantes prendieron fuego a escuelas, ayuntamientos y comisarías, y la policía empleó gases lacrimógenos, cañones de agua y granadas de dispersión contra los alborotadores, agregó el portavoz.

El Ministro del Interior, Gerald Darmanin, denunció el viernes lo que calificó como una noche de “insólita violencia”. Su oficina describió las detenciones como un notable incremento con respecto a operaciones anteriores dentro de los esfuerzos gubernamentales por ser “extremadamente firmes” contra los alborotadores.

El Ejecutivo no ha declarado aún el estado de emergencia, una medida que se implementó para frenar los disturbios luego de la muerte accidental de dos chicos que huían de la policía en 2005.

El policía acusado de disparar al adolescente el martes enfrenta un cargo preliminar de homicidio voluntario después de que el fiscal Pascal Prache señalase que su investigación inicial lo llevó a la conclusión de que “no se cumplieron las condiciones para el uso legal del arma”.

En declaraciones a la televisora francesa BFMTV, el abogado del policía dijo que el agente estaba arrepentido y “destrozado”. El policía hizo lo que creyó necesario en ese momento, según su letrado, Laurent-Franck Lienard.

“No se levanta por la mañana para matar gente”, dijo Lienard acerca de su cliente, cuyo nombre no se hizo público según las normas del país. “Realmente no quería matar”.

El incidente, que quedó captado en video, conmocionó al país y agitó las antiguas tensiones entre la policía y los jóvenes que viven en complejos de viviendas sociales y en vecindarios de clase baja.

Ni familia del adolescente ni sus abogados indicaron que lo ocurrido estuviese relacionado con la raza, y no revelaron el apellido ni más detalles sobre él.

Sin embargo, los activistas contra el racismo renovaron sus quejas sobre el comportamiento de la policía.

“Tenemos que ir más allá de decir que las cosas tienen que calmarse”, apuntó Dominique Sopo, responsable del grupo activista SOS Racisme. “La cuestión es cómo hacemos para tener una fuerza policial que, cuando vea a negros y árabes, no tienda a gritarles, a utilizar términos racistas en su contra y, en algunos casos, a dispararles en la cabeza”.

Los servicios de autobús y tranvía en el área metropolitana de París quedaron suspendidos antes del atardecer del jueves como medida preventiva, y muchas líneas de tranvía seguían cerradas en plena hora punta matinal del viernes.

Fuente: AP

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