En el Distrito Federal (donde la ley avala el matrimonio entre personas del mismo sexo), hay escuelas que niegan el acceso a hijos de parejas del mismo sexo bajo el cobijo de argumentos religiosos. En instituciones educativas de varias entidades del país, como Querétaro y Guanajuato, también se presenta ese tipo de discriminación, de acuerdo a una investigación de El Financiero.
“Somos un colegio religioso… para nosotros la familia sólo se conforma de madre y padre. No comulgamos con otras ideas, la familia es lo más sagrado y el centro de todo”…
“Lo sentimos, no podemos seguir atendiéndole, mejor busque otra escuela que aquí las puertas no están abiertas a esas cosas”.
Éstas son sólo parte de los alegatos con los cuales colegios en México rechazan a hijos de familias homoparentales, quienes enfrentan discriminación por la decisión que sus padres tomaron de formar un hogar.
Muestra de ello es lo sucedido en Monterrey con la hija de Alex y Pepe, quien fue expulsada de un colegio, por el simple hecho de tener dos papás.
“De entrada le digo que sí hay problema, ya que somos una escuela católica”, respondió a este diario una recepcionista del Centro Escolar Cedros, un colegio cuya “atención espiritual y doctrinal está a cargo de la prelatura del Opus Dei”.
La pregunta había sido directa: Tenemos un hijo de tres años al cual queremos inscribir en su institución.“¿Hay algún problema con que tenga dos mamás?”
Y así de contundente fue la respuesta, la cual concluyó con un “pero que tengan mucha suerte, señoras, pero aquí no las podemos ayudar con su pequeño”. Pese a la negativa, la búsqueda continuó…
Fue entonces que se pidió informes al Kinder Yaocalli, donde se dijo que la escuela sólo comulga con la idea de la familia tradicional, formada por hombre y mujer, quienes representan “lo más sagrado”.
Un suceso similar fue el de la escuela Mi kinder, la cual si bien no rechazó la inclusión del infante, advertía que “no garantizaba su entrada a la primaria”, ya que este preescolar pertenece al Centro Educativo Cedros, a donde tienen un pase automático.
Reiteración
“Las escuelas que han optado por rechazar a niños, que no es un caso nuevo, es un acto que se repite”, afirmó Juan Martín Pérez, director ejecutivo de la Red por los Derechos de la Infancia en México, para quien no hay ninguna justificación de ningún tipo, ni siquiera religioso, para negar el acceso a la educación.
Señaló que el permiso que otorga la SEP está en el marco de las leyes, pues establece que la educación en el país es laica y gratuita, por lo que no se puede atribuir “de ninguna manera” un carácter religioso.
“No cumplir con las garantías al derecho a la educación e imponer la negación por un tema de carácter religioso, es una omisión muy seria por parte de la autoridad educativa, al no suspender el registro a estas escuelas privadas”, reiteró Pérez.
En ello coincide Ilda Téllez, directora general adjunta de Quejas y Reclamaciones del Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (Conapred), quien abundó que existe la obligación de respetar los derechos de todas las personas –incluidos los niños–, sin discriminación, e independientemente de la condición de los papás, la salud, la existencia de discapacidad, el origen, etcétera.
“Los niños y las niñas en términos generales tienen una serie de derechos que están garantizados, entre ellos el de la educación y el tener una familia, la cual no está en ningún lugar establecido como la familia conformada por un papá o una mamá”, sostuvo.
“Déjeme consultarlo con la madre”
Al corroborar que en el Distrito Federal había discriminación, este diario indagó en otros estados.
“Hablo para pedir informes sobre su escuela, pero antes que nada quiero que me digan: ¿tienen algún inconveniente de que mi hija tenga dos mamás?”
De entrada, la recepcionista del Colegio América, de Celaya, Guanajuato, no puede ocultar su sorpresa y pide que se le repita la pregunta, pues dice que no entendió bien.
La interrogante se reitera… la recepcionista guarda silencio unos segundos y solicita que le dé tiempo para consultarlo con la directora.
Minutos más tarde se volvió a insistir, pero de nuevo se pide una prórroga. Tras la espera, finalmente llega la respuesta: “no hay problema, pero debe venir a platicar con la madre (directora), quien le pedirá ciertas condiciones para el ingreso de la niña”.
De igual manera la solicitud se hizo en Querétaro, donde el personal del Instituto La Paz de la capital, se limitó a decir: “lo sentimos, no podemos seguir atendiéndole, mejor busque otra escuela que aquí las puertas no están abiertas a esas cosas”.
Leyes y normas
En México hay un marco legal que garantiza que todas las personas deben tener acceso al ejercicio de sus derechos sin discriminación alguna. De hecho, hoy en día 22 entidades federativas en la República Mexicana cuentan con leyes antidiscriminatorias.
De acuerdo con la representante del Conapred, está establecido en el artículo primero constitucional, así como en la Ley Federal para Prevenir y Eliminar la Discriminación, la prohibición expresa a la discriminación.
Asimismo, hay otros ordenamientos que lo penalizan, según explicó el director ejecutivo de la Red por los Derechos de la Infancia en México, como es el caso de la Declaración Universal de los Derechos del Hombre, que establece que nadie puede ser discriminado por su condición, creencia o preferencia.
“Pero hay algo muy importante que se destaca en el segundo párrafo de esta declaración, que dice que los hijos no pueden ser objeto de discriminación extensiva, es decir, si el papá tiene alguna condición de discriminación, no se puede llevar hasta los hijos”, enfatizó.
En este contexto, sobresale la decisión tomada por la Corte, que a partir de la reforma al código civil que avaló el matrimonio igualitario en el DF, permitió hablar de nuevas formas de familia, las cuales, aseveró, deben estar protegidas por el Estado y, por ende, en todo el territorio nacional.
En este contexto, los especialistas remarcaron la importancia de denunciar, ya sea a través de las autoridades correspondientes, el Conapred, la Profeco o las comisiones de derechos humanos.
“Debe quedar claro que sí hay mecanismos para que en el ejercicio de estos derechos pueda hacerse justicia”, concluyó la representante del Conapred.
Fuente: El Financiero
