La presidenta brasileña Dilma Rousseff salió a la calle este jueves y repudió al gobierno “golpista” de Michel Temer en un acto con miles de mujeres en esta ciudad, tres semanas después de haber sido suspendida del poder.
“Lo que nos une aquí es la democracia de nuestro país, que fue conquistada con mucha lucha. Sabemos que lo que ocurrió fue un golpe y ahora las cosas van quedando cada vez más claras”, manifestó Rousseff ante miles de partidarias reunidas por la noche en el centro de Río en la concentración “Mujeres por la Democracia y contra el golpe”.
En un discurso con varias menciones a la violación colectiva de una adolescente aquí hace 12 días que conmocionó a Brasil, la suspendida mandataria afirmó que “la participación de la mujer es crucial” para la democracia, cuestionando también que el gabinete de Temer no cuente con ninguna mujer.
“Un gobierno de hombres viejos y blancos no representa la diversidad de nuestra población”, afirmó Rousseff, al insistir en que “ninguna de nosotras puede aceptar un gobierno ilegítimo”.
Ex guerrillera, elegida presidenta por primera vez en 2010 y reelecta cuatro años más tarde con más de 54 millones de votos, Rousseff fue suspendida de sus funciones el 12 de mayo para ser juzgada por el Senado por presunta manipulación de las cuentas públicas, un proceso que ella insistentemente ha calificado de “golpe”.
Desde su suspensión, Rousseff ha participado en actos políticos con agricultores y blogueros o activistas digitales, mientras es muy enérgica en las redes sociales donde publica sus actividades, comenta la actualidad y mantiene diálogos con internautas.
En su encendido discurso ante unas 5 mil mujeres en una noche fresca y lluviosa en Río, Rousseff alertó contra el “retroceso en las conquistas sociales” que según ella impulsa la administración interina de Temer al promover un recorte de los gastos públicos.
En medio de aplausos de la multitud y los gritos de “¡golpista, golpista!” dirigidos a Temer, Rousseff afirmó que “dan miedo” los primeros días del nuevo gobierno de Temer, quien fue su vicepresidente pero se convirtió en uno de los mayores articuladores de su salida del poder.
La mandataria reafirmó además que “la primera razón del golpe en mi contra era impedir que el combate contra la corrupción llegara a ellos”, al referirse a grabaciones secretas que se filtraron la semana pasada que sugerían que el impeachment fue un intento de frenar investigaciones del megaescándalo de corrupción en la estatal Petrobras.
“Hay que resolver esa mierda. Hay que cambiar el gobierno para cortar este derramamiento de sangre”, afirmó en las grabaciones el ex ministro de Planificación Romero Jucá, que debió renunciar tras revelarse el audio.
Esta semana, el ministro de Transparencia Fabiano Silvera también cayó tras otro diálogo filtrado en el que critica la investigación.
La histórica pesquisa ha golpeado de lleno tanto al Partido de los Trabajadores de Rousseff como al centrista Partido Movimiento Democrático Brasileño de Temer, que fue aliado del gobierno de Rousseff pero después apoyó su salida del poder.
Mientras la mandataria suspendida busca apoyos y denuncia el proceso que la apartó de su cargo, una iniciativa del gobierno interino quiere abreviar algunos plazos para que la decisión sobre el impeachment se tome varios días antes de lo previsto, ya en la antesala de los Juegos Olímpicos que serán inaugurados el 5 de agosto en Río.
Fuente: AFP