Las víctimas alegaron que Epstein tenía acceso a grandes cantidades de efectivo para impulsar sus operaciones de tráfico sexual y evitar retiros que harían saltar la voz de alarma
Las víctimas de Jeffrey Epstein prosiguen con su batalla en los despachos y han logrado que Deutsche Bank pague 75 millones de dólares para resolver la demanda que pesa sobre el banco después de que una de las víctimas de abuso sexual acusara a la entidad de facilitar su red de tráfico sexual, según ha publicado el Wall Street Journal.
Deutsche Bank buscó llegar a un acuerdo después de que un juzgado de Estados Unidos dictaminara en marzo que la demanda presentada por una víctima involucraba la compañía. Además, también presentó una demanda, casi idéntica, contra otra entidad como JP Morgan.
El bufete de abogados Edwards Pottinger señaló tras el acuerdo que “permitirá que decenas de supervivientes de Jeffrey Epstein logren restaurar su confianza en nuestro sistema de justicia, sabiendo que todas las personas y entidades que facilitaron las operaciones de tráfico sexual de Epstein finalmente serán responsables“.
Los juzgados permitieron que las demandas de las víctimas fueran a través de la Ley Federal de Protección de Víctimas de Tráfico Sexual, ya que los demandantes alegaron que los bancos participaron en una empresa comercial de tráfico sexual, beneficiándose de su participación, según explicó el juez en su fallo inicial.
Dylan Riddle, portavoz del banco alemán, ha señalado en un comunicado del que se ha hecho eco Bloomberg que, “en los últimos años, Deutsche Bank ha logrado un avance considerable en la solución de una serie de problemas anteriores, incluida la inversión de más de 4.000 millones de euros para reforzar nuestros controles, así como los procesos operativos y de capacitación. Además, hemos aumentado el tamaño de nuestro equipo contra el crimen financiero hasta los 1.900 empleados“.
En sus demandas, las víctimas alegaron que Epstein tenía acceso a grandes cantidades de efectivo para impulsar sus operaciones de tráfico sexual y evitar retiros de efectivo que harían saltar la voz de alarma. Así, el magnate financiero fue cliente de JPMorgan de 1998 a 2013, y, después de que el banco cortara los lazos con él, trasladó sus cuentas a Deutsche Bank hasta 2018, siendo acusado de tráfico sexual en 2019 y encontrado muerto en su celda semanas después tras su suicidio.
JPMorgan, al contrario que Deutsche Bank, todavía se encuentra inmersa en la demanda que pesa contra el banco estadounidense, oponiéndose a la solicitud de una víctima de que se le permita representar a otras víctimas en una demanda colectiva.
Fuente: El Confidencial