Un sacerdote católico de 58 años fue detenido en la capital mexicana por su presunta participación en el delito de abuso sexual contra una menor de edad, informó la Procuraduría General de Justicia (PGJ) de la Ciudad de México.
De inmediato, la Arquidiócesis Primada de México condenó el presunto abuso sexual cometido por un sacerdote católico a una menor de edad. Marilú Esponda, vocera de la Arquidiócesis, expuso que el pasado miércoles, el cura fue detenido por la Policía y puesto a disposición de la autoridad judicial.
En un comunicado, la Procuraduría capitalina precisó que el sujeto quedó a disposición de la Fiscalía Central de Investigación para la Atención de Delitos Sexuales. La identidad del sacerdote no ha sido revelada por las autoridades.
Destacó que, de acuerdo con las primeras investigaciones, el pasado miércoles 14, a las 19 horas, la madre de la víctima dejó a la niña en el templo ubicado en la colonia Buenos Aires, delegación Cuauhtémoc, para que estudiara el catecismo.
Mediante engaños, el inculpado llevó a la niña a las oficinas del recinto parroquial, donde abusó sexualmente de ella. Luego de la agresión, la menor huyó del lugar en busca de su madre, quien de inmediato solicitó el apoyo de un elemento de la Secretaría de Seguridad Pública capitalina para detener al presunto violador.
Según la PGJ, se imputa el delito de abuso sexual agravado a persona menor de 12 años cuando el inculpado tenga contacto con la víctima por motivos religiosos y aproveche la confianza depositada por afectividad.
En agosto de 2016, la justicia capitalina sancionó por primera ocasión un caso de pederastia en la Iglesia católica.
En este caso se trató del sacerdote Carlos López Valdés, detenido el 27 de ese mes en Jiutepec, Morelos, quien fue denunciado nueve años antes por la víctima Jesús Romero Colín.
Durante esos nueve años, la PGJ no investigó adecuadamente el caso, denunció en aquella ocasión el Grupo de Acción por los Derechos Humanos y la Justicia Social A.C.
Aunado a ello, el entonces arzobispo Norberto Rivera y los obispos, Jonás Guerrero y Marielena Hernández no ayudaron a detener y procesar al exsacerdote, según los abogados de Romero.
Fuente: Apro/ Reforma