La Auditoría Superior de la Federación (ASF) detectó opacidad e irregularidades en la evaluación tanto de docentes, como de alumnos y planteles.
Advirtió que en el sexenio anterior sólo hubo informes y no políticas públicas que ayudaran a mejorar los resultados.
En la primera entrega de los informes de fiscalización de la Cuenta Pública 2018, presentados ayer en la Cámara de Diputados, se documentó que durante el periodo 2014-2018 existió desarticulación y falta de sinergia en la coordinación del Sistema Nacional para la Evaluación Educativa (SNEE).
Lo que fue atribuido a que no se suscribieron acuerdos con las autoridades educativas para analizar los alcances e implicaciones de las directrices emitidas, así como sobre el uso estratégico de las conclusiones de las evaluaciones.
Asimismo, la Auditoría refirió que de 2014 a 2018, el INEE sólo expidió los lineamientos para la evaluación de los docentes, pero los referentes al resto de los componentes (planes y programas de estudio, alumnos, escuelas y gestión escolar) fueron publicados en febrero de 2019.
Esto significa que las evaluaciones llevadas a cabo en dicho periodo se practicaron sin contar con la regulación correspondiente.
Se explicó que al no establecer mecanismos, hacer reprogramaciones y modificaciones constantes, este organismo -que desapareció con la aprobación de la nueva reforma educativa- no contó con una planeación integral y estratégica, y no se acreditaron los criterios empleados para la medición de aprendizaje de los alumnos.
Se recordó que el Plan Nacional de Desarrollo y en el Programa Sectorial de Educación 2013-2018 destacó la carencia de información consistente sobre los resultados de las evaluaciones de la calidad de la educación, así como la falta de vinculación entre éstos y la toma de decisiones de las autoridades educativas.
En el documento entregado por la ASF en San Lázaro, se determinó que los resultados de la evaluación, publicados en marzo de 2019, no permitieron constatar si la gestión escolar en los 2 mil 141 planteles de preescolar evaluados cumplió con las cuatro dimensiones previstas: existencia de trabajo colegiado; visión común de los docentes sobre la escuela; participación de los padres de familia, y prácticas de admisión para la escuela.
“En suma, con base en las auditorías practicadas por la Auditoría Superior de la Federación (ASF), respecto a 2018, no se cuenta con evidencia suficiente para conocer la contribución de la implementación de la Política Nacional de Evaluación de la Educación (PNEE) y del SNEE en la mejora de la calidad de la educación”, se apunta.
Por lo que se recomendó que en las reformas a las leyes secundarias, reglamentos, acuerdos y disposiciones de carácter general que se emitan, definan los nuevos objetivos y propósitos del sistema educativo.
Además que se formule la planeación estratégica e integral del Sistema Nacional de Mejora Continua de la Educación, y del Sistema para la Carrera de las Maestras y los Maestros.
También se recomendó que se precise la programación de objetivos, estrategias, indicadores, metas, prioridades y actores responsables; se diseñen modelos de uso de los resultados de las evaluaciones para la mejora continua de la educación.
Además, la Auditoría Superior de la federación emitió una lista de errores cometidos en la evaluación educativa atribuidos al extinto INEE y a la SEP.
No desarrollaron una estrategia conjunta para difundir los resultados de las evaluaciones; ni un modelo de uso de resultados de las mismas para la toma de decisiones de las autoridades educativas; a lo que se suma la ausencia de mecanismos para verificar el avance de directrices en la mejora de educación de grupos vulnerables y el desarrollo docente.
Fuente: Reforma