- Los documentos, captados por un fotógrafo mientras esperaba frente a la embajada, dejan en una vergonzosa posición a la Policía Metropolitana. En caso de huída, sería necesario “apoyo adicional” de un organismo desconocido llamado ES10 o del comando de lucha contra el terrorismo del Reino Unido, se puede leer en los papeles.
Un agente de Scotland Yard ha revelado accidentalmente un plan secreto de la policía británica para apoderarse de Julian Assange “bajo cualquier circunstancia”, en caso de que dé un paso fuera de la embajada ecuatoriana donde se encuentran refugiado desde hace dos meses.
El agente fue fotografiado sosteniendo los papeles confidenciales que detallan los detalles del operativo de seguridad, que incluyen las posibilidades del fundador de WikiLeaks para tratar de escapar de la sede diplomática, según ha publicado el diario británico ‘The Telegraph‘. Los documentos, captados por un fotógrafo mientras esperaba frente a la embajada, dejan en una sonrojante posición a la Policía Metropolitana.
La operación, señalada como “restringida”, advierte de la posibilidad de que Assange abandone la embajada en un vehículo, en virtud de alguna forma de inmunidad diplomática o en una valija diplomática, cuestiones que se han especulado en las últimas semanas. Incluso se ha llegado a decir que Ecuador le daría un puesto en Naciones Unidas para evitar el arresto.
Otra de las opciones que barajan es una táctica de “distracción”, lo que sugiere que los partidarios de Assange podrían tratar de generar conmoción fuera de la embajada, dando cobertura para que pueda huir escondido.
Ante esta posibilidad, los papeles revelan que sería necesario “apoyo adicional” de un organismo desconocido llamado ES10, del que Scotland Yard dijo no saber nada a la prensa británica a pesar de que se podía leer perfectamente en el documento.
Los últimos párrafos son quizás los más comprometidos, al hacer referencia al SO20, el comando de lucha contra el terrorismo del Reino Unido, que podría intervenir en el caso Assange de no llegarse a un acuerdo que ambas naciones negocian.
Es la última metedura de pata de las autoridades británicas en casos comprometidos, pero no la primera. En 2009, Bob Quick tuvo que dimitr después de ser fotografiado llevando documentos “secretos” con los planes conjuntos de la policía y del MI5 cuando llegaba a Downing Street para una reunión, obligando a acelerar un operativo antiterrorista para no arruinarlo.
Fuente: TeInteresa.es