Alejandro Quintero Iñiguez, creador del “Plan de Acción” que llevó a Enrique Peña Nieto del gobierno del Estado de México a la presidencia de la República, fue relevado de la poderosa vicepresidencia de Ventas y Mercadotecnia de Grupo Televisa, para convertirse en asesor de José Bastón, presidente de Televisión y Contenidos de la empresa.
El relevo de Quintero, funcionario del cual dependen cerca del 60 por ciento de los ingresos publicitarios de Televisa (tanto por la vía comercial como por la vía de los convenios con gobiernos estatales y con políticos), se da en el marco de una reestructuración en los altos mandos de Televisa, concretados esta semana.
De acuerdo con el propio José Bastón la reestructuración se debe “a la necesidad de un cambio radical producido por la llegada de la internet a la televisión”.
En lugar de Quintero quedará Ricardo Pérez Teuffer, quien fungía como vicepresidente de Eventos Especiales y Deportivos del grupo. En su lugar fue designado Yon de Luisa. Jorge Eduardo Murguía se quedará al frente de Producciones Especiales. Bruce Boren permanecerá en Televisa Networks, el área dedicada a los contenidos en tecnología digital y en la televisión restringida.
Quintero formó parte de los pocos ejecutivos de Televisa que sobrevivieron en 1997 a la muerte de Emilio Azcárraga Milmo, El Tigre, y la llegada de su hijo Emilio Azcárraga Jean, como responsable del famoso y ahora obsoleto “Plan Francés” que eran los grandes paquetes de comercialización para las empresas anunciantes.
A raíz de la alternancia presidencial en el 2000, Quintero ideó convertir a los políticos y gobernadores también en “paquetes comerciales” que se podían vender en la pantalla, a través de los noticieros y programas de espectáculos. Para darle la vuelta a la legislación electoral y a la fiscalización, el estratega utilizó como brókers o intermediarios a empresas creadas por él y vinculadas a Televisa, como TV Promo y Radar Servicios Especializados.
En octubre de 2005, Proceso publicó una copia del “Plan de Acción” que TV Promo, de Alejandro Quintero, le propuso al recién llegado Enrique Peña Nieto para su primer año de gobierno en el Estado de México. Le sugirió que, para enfrentar el escándalo de corrupción de su antecesor Arturo Montiel, firmara un plan por 742 millones de pesos, de los cuales, 691 millones se destinarían a publicidad televisiva, incluyendo infomerciales, asesoría en materia política y de comunicación.
El plan incluyó venta de 180 notas informativas por 305 millones 688 mil pesos; tres reportajes en la serie Los Reporteros , por 5 millones 780 mil pesos; seis entrevistas en varios noticieros por 42 millones 858 mil pesos; tres programas en Zona Abierta, por 10 millones de pesos, entre otras propuestas.
El plan de trabajo también incluyó publicidad en los medios impresos pertenecientes a Grupo Televisa por 10 millones 781 mil pesos, incluyendo Eres, Furia Musical, Cosmopolitan, Vanidades, Muy Interesante, Teleguía y TVy Novelas.
Otro plan de trabajo, pero por un monto menor, fue revelado por Proceso con el entonces gobernador de Tabasco, Manuel Andrade, que también consistió en venta de tiempo-aire y de noticias en pantalla.
Televisa y los gobiernos involucrados en la firma de estos planes ideados por Alejandro Quintero siempre negaron que negociaran multimillonarias cantidades del presupuesto público para acceder a la pantalla de los canales de Televisa, pero prácticamente todos firmaron con el monopolio de la televisión comercial. Desde entonces, proliferaron los “tele-políticos” que tenían convenios con la empresa de Azcárraga Jean.
A pesar de que se negó esta estrategia, en la campaña presidencial de 2012, el periódico británico The Guardian publicó una versión muy similar a la de Proceso sobre aquel primer convenio entre Televisa y Peña Nieto, al cual se le incluyó la estrategia en internet. Al interior de Televisa, le atribuyeron a Quintero de ser el “filtrador” de esta información. En ese momento, el estratega comercial mantuvo una fuerte tensión con Bernardo Gómez, el poderoso “número dos” de Televisa, a quien se le atribuye la decisión actual.
Tan sólo para tener una idea del fuerte vínculo que Quintero creó con el presupuesto de los estados y Televisa, el gobierno del Estado de México con Peña Nieto y con Eruviel Avila proporcionó el 40 por ciento de los ingresos que por vía de los mandatarios estatales llegaron a las arcas del monopolio televisivo.
Fuente: Homozapping