Un profesor de la UNAM realizó un análisis de los tuits con el hashtag #MiPrimerAcoso. Su estudio sugiere que la mayoría de los incidentes sucedieron cuando las víctimas eran menores de edad
El pasado 23 de abril, miles personas en México y otros países de Latinoamérica, como Argentina y Colombia, compartieron en redes sociales su primera experiencia de acoso sexual bajo el hashtag #Miprimeracoso. Este se convirtió en trending topic horas antes de que se realizara la manifestación del #24A en 27 estados del país, en donde miles de mujeres protestaron contra la violencia de género que persiste en México.
Tres semanas más tarde, el físico mexicano Adrián Santuario Hernández analizó las publicaciones que se hicieron y descubrió que la mayoría de los incidentes narrados sucedieron cuando la víctima tenía entre seis y 10 años de edad.
El 15 de mayo publicó la siguiente gráfica que muestra los rangos de edad de los casos de acoso basados en su análisis. La publicación ha sido compartida más de dos mil 700 veces en tan solo cuatro días.
El profesor de Filosofía de la ciencia de la Universidad Nacional Autónoma de México, quien también es artista electrónico y ha presentado su obra en lugares como Media Lab Madrid o el Laboratorio de arte Alameda en México, obtuvo esta información como resultado de un experimento para crear una nueva pieza.
Santuario utilizó un algoritmo que había desarrollado para hacer una cuenta artificial de Twitter capaz de entender y responder tuits reales. “Para mí era necesario crear un robot que entendiera lo que le dijeran, por eso empecé a maquetar esta inteligencia artificial que identificara lo que dice un tuit”, explica a Verne vía telefónica. “Después de seguir trabajando noté que el algoritmo empezó a ser muy complejo, que podía analizar cosas y que se podría utilizar como herramienta de análisis”.
Santuario vio el trending topic #Miprimeracoso el 23 de abril y decidió implementar su algoritmo para analizar los tuits generados con el hashtag. “Los días posteriores a la movilización se habló del tema, se dijo que se había hecho trending topic, pero la discusión no fue más allá”, dice.
Usando el software Processing y la API de Twitter (interfaz que permite a desarrolladores crear productos dentro de la plataforma), Santuario creó un programa con el que pudo descargar y analizar los 183 mil tuits con el hashtag del 23 de abril al 15 de mayo.
El físico explica: “Es importante mencionar que antes de analizarlos se hace un filtrado. El algoritmo retira los que son de bots o de cuentas potencialmente falsas (aquellas que siguen a miles y no tienen seguidores). Quedaron 78 mil tuits de gente real, de los cuales 93 por ciento eran de mujeres y siete por ciento de hombres. De esos, el algoritmo leyó e identificó las edades mencionadas en los relatos y los colocó en tablas. Al graficar noté que el pico de las edades estaba muy abajo, entre seis y 10 años. De los tuits analizados, este rango de edad representa el 59 por ciento del total”, señala. “Cuando vi esto armé el diseño porque pensé que era algo que se debía saber”.
Un 33 por ciento de los casos sucedió cuando las víctimas tenían entre 12 y 16 años y ocho por ciento sucedieron entre sus 18 y 22 años, según el análisis de Santuario.
Los agresores
Para Estefanía Vela Barba, abogada y una de las principales promotoras del hashtag #Miprimeracoso, estos datos solo confirman lo que ella ya había notado de muchos casos de acoso en México.
“Muchos de los que yo leí tenían como autores de la agresión a alguien de la familia -el tío o el primo-, al profesor y, claro, también a hombres en la calle”, comenta la activista.
“Parte de la información que arroja #Miprimeracoso nos ayuda a repensar a la familia. La violencia no solo está allá afuera, la violencia está también en casa con las personas que están encargadas de cuidarnos. Estaría increíble que alguien hiciera el estudio estadístico de los lugares y a partir de qué relación se suscita el acoso”.
Vela agrega: “El ejercicio más valioso del hashtag fue que las mujeres participaron en él directamente. Se generó una conciencia porque nos dimos cuenta que las mujeres de nuestra vida son las afectadas. Creo que los datos duros no van a arrojar nada que muchos estudios no confirmen ya. La diferencia entre #Miprimeracoso y la información con la que contamos estriba en el proceso participativo de la ciudadanía, particularmente de mujeres”.
Santuario tiene planeado seguir analizando los datos que el algoritmo arrojó. “Es importante hacer este tipo de estudios. En México no hay un boom de data scientist o de análisis de datos. Nadie en verdad está haciendo algo. Hay gente que está haciendo minería de datos pero en finanzas , pero no en el ámbito social”, comenta.
Fuente: El País