Desafían al Papa por aceptar divorciados

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Cinco cardenales de los más tradicionalistas entre los católicos, publican un libro donde rechazan apertura alguna hacia los divorciados y permitirles acceder a la Eucaristía, apenas días antes que el papa abra el sínodo extraordinario sobre las familias

No obstante el resultado del cuestionario enviado por el Vaticano a todos los episcopados del mundo y lo sostenido por el cardenal Walter Kasper en el Consistorio extraordinario del pasado mes de febrero, que expresaba el pensamiento del Papa Francisco, las esperanzas de los divorciados que se han vuelto a casar –de poder finalmente recibir el sacramento de la comunión–, parecen haberse desvanecido totalmente con la inminente publicación del libro “Permanecer en la verdad de Cristo. Matrimonio y comunión en la Iglesia Católica”.

Este importante texto, que estará en las librerías el 1 de octubre próximo, cuatro días antes del inicio del Sínodo extraordinario que reunirá a los obispos de todo el mundo, contiene un tajante no a la apertura que hizo el Papa –a través de la relación presentada por el cardenal Kasper– “con el fin de que la Iglesia pueda armonizar la fidelidad y misericordia de Dios en su acción pastoral en relación a los divorciados que se han vuelto a casar por el rito civil”.

El libro, que recoge los escritos de cinco cardenales (Walter Brandmüller, Raymond Leo Burke, Carlo Caffarra, Velasio De Paolis y Gerhard Müller) y cuatro expertos en la materia (Robert Dodaro, Paul Mankowski, John Rist y el monseñor Cyril Vasil), sobre el cual el diario italiano “Corriere della Sera” anticipó algunas de sus partes, es en realidad una respuesta a lo sostenido por el cardenal Kasper en febrero pasado.

“Los autores de este volumen se han unido para sostener firmemente que el Nuevo Testamento nos muestra a Cristo que prohíbe sin ninguna ambigüedad el divorcio y las sucesivas nupcias sobre la base del plan original de Dios sobre el matrimonio”, escribe en la introducción Robert Dodaro, su curador, resumiendo las conclusiones unitarias a las que llegó del grupo.

En otra de sus partes, al recordar la solución misericordiosa del divorcio sostenida por el Papa a través de Kasper, el estudioso agrega: “Cuando la aceptamos es más bien para condenarla como contraria a las Escrituras. No hay nada sorprendente en esta situación: los abusos pueden presentarse ocasionalmente, pero su existencia no garantiza que no sean abusos y tanto menos que sean modelos a seguir”.

Dodaro reserva, asimismo, una fuerte crítica a la práctica ortodoxa oriental que permite el divorcio y las segundas nupcias. Afirma que esta práctica “tiene su origen en el segundo milenio y surge en respuesta a la presión política que ejercieron los emperadores bizantinos sobre la Iglesia”.

Esta total cerrazón de la Iglesia católica al problema de los divorciados vueltos a casar podría ser definitiva, visto que uno de los autores del libro es nada menos que Gerhard Ldwiig Müller, Prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe y por ello “custodio” de la ortodoxia católica, a quien Benedicto XVI hiciera ascender al rango cardenalicio en el 2012.

Tan es así, que en una de sus partes los autores subrayan que la misericordia de Dios no nos dispensa para no seguir sus mandamientos, razón por la cual el matrimonio civil que sigue a un divorcio implica no sólo una forma de adulterio, sino que también hace moralmente imposible recibir la eucaristía a menos que la pareja no practique la abstención sexual y que “estas no son reglas –agregan– inventadas por la Iglesia, esas constituyen la ley divina y la Iglesia no puede cambiarlas”.

Lo contenido en este libro es, asimismo, un fiel reflejo de la posición asumida por los participantes en el Consistorio de febrero al final del cual, con 15 votos a favor y 85 en contra, rechazaron la relación presentada por el cardenal Kasper.

“Aquel hecho y este libro hacen entrever la posibilidad de una maniobra que tiene por objeto colocar al Papa en minoría en el inminente Sínodo para así permitir que el grupo opositor pueda negociar en una posición la de fuerza los muchos temas que el mismo abordará”, subraya Alberto Melloni, vaticanista del “Corriere della Sera”, en un artículo intitulado “Aquel frente conservador”.

Los divorciados que se han vuelto a casar esperaban recibir una sorpresa de este Sínodo extraordinario o del ordinario que tendrá lugar el año próximo no sólo por la apertura hecha por Francisco a través de la relación del cardenal Kasper, sino sobre todo porque algunos episcopados, en particular el alemán, habían comenzado a darles la comunión haciendo caso omiso la expresa prohibición que existe al respecto.

Y la sorpresa llegó puntualmente, pero no en el sentido que esperaban.

Al respecto cabe señalar que con este texto, que seguramente modelará el desarrollo de estos dos Sínodos, la Iglesia católica ha vuelto remarcar no sólo la inamovilidad de los principios que la soportan, sino también su incapacidad para adecuarse al mundo cambiante en que vivimos.

Fuente: El Universal y La Red 21

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