La Corte Suprema de Connecticut declaró inconstitucional el jueves la pena de muerte en este estado, salvando así a 11 prisioneros que están en el corredor de la muerte de ser ejecutados.
Connecticut abolió la aplicación de la pena capital en 2012 para futuros delitos, pero la derogación no era retroactiva, con lo que los prisioneros que ya estaban en el corredor de la muerte por condenas previas no verían alteradas sus sentencias.
La Suprema Corte de Connecticut emitió el fallo de 92 páginas en respuesta a una apelación del asesino convicto Eduardo Santiago, quien fue sentenciado a pena de muerte por inyección letal en 2005.
“Estamos convencidos de que (…) la pena de muerte en este estado no representa más los parámetros de decencia contemporáneos y dejó de ser legítima con propósitos criminológicos”, apunta el documento.
“Por estos motivos, la ejecución de aquellos criminales que cometieron delitos capitales previos al 25 de abril de 2012, violaría la prohibición constitucional del estado contra el castigo cruel e inusual”, agrega.
Santiago fue condenado por un asesinato a sueldo. En diciembre de 2000 le disparó en la cabeza a un hombre que estaba durmiendo, a cambio de una moto de nieve dañada.
El tribunal destacó que “no tiene sentido mantener la costosa farsa de un esquema de pena capital en la cual nadie recibe el máximo castigo”.
Las líneas hacen referencia a la “larga y complicada historia” del estado y la pena capital, la forma en que la sentencia es impuesta pero pocas veces cumplida, y “los prejuicios raciales, étnicos y socioeconómicos” en todo sistema con pena de muerte.
“Mantenemos que el castigo capital, como se aplica actualmente, viola la constitución de Connecticut”, indicó el tribunal.
El Centro de Información sobre la Pena de Muerte informó que en Connecticut actualmente hay 11 hombres en el corredor de la muerte.
El estado promulgó de nuevo la pena de muerte por inyección letal en 1973, pero la primera ejecución a través de este método se produjo recién en 2005.
Hay 31 estados en Estados Unidos que aplican la pena de muerte, aunque 10 han renunciado a condenar a los convictos con el máximo castigo, lo que significa que, en la práctica, 29 de los 50 estados del país no aplican más la pena capital.
Fuente: AP