Más de 50 diplomáticos adscritos al Departamento de Estado firmaron un memorándum interno criticando fuertemente las políticas del gobierno de Obama en torno a Siria, exhortando a Estados Unidos a efectuar ataques militares contra el gobierno del presidente Bashar Assad con el propósito de poner fin a las persistentes violaciones del mismo al cese al fuego durante la guerra civil que desde hace cinco años se libra en ese país.
En el memorándum, un borrador del cual un funcionario del Departamento de Estado proporcionó a The New York Times, se indica que las políticas estadounidenses se han visto “rebasadas” por la implacable violencia registrada en Siria. En el documento se hace un llamado a “usar en forma sensata atrincheramientos y armas aéreas, lo cual reforzaría y daría impulso a un proceso diplomático más concentrado y duro encabezado por Estados Unidos”.
Dicha medida representaría un cambio radical en el enfoque gubernamental hacia la Guerra civil siria, habiendo poca evidencia de que el presidente Barack Obama tenga planes de modificar el rumbo. Obama ha enfatizado la campaña militar contra el Estado Islámico por sobre los esfuerzos destinados a derrocar a Assad. Prácticamente se han derrumbado los esfuerzos diplomáticos por poner fin al conflicto, los cuales encabeza el secretario de Estado John Kerry.
Pero en el memorándum, presentado a través del “canal de disentimiento” del Departamento de Estado, se hace hincapié en la profunda escisión y prolongada frustración existentes en el Ejecutivo respecto a la forma de abordar una guerra que ha costado la vida a más de 400 mil personas.
El Departamento de Estado estableció durante la Guerra de Vietnam el canal como medio para que los empleados que estuvieran en desacuerdo con las políticas hicieran llegar sus protestas ante el secretario de Estado y otros funcionarios de alto nivel, sin temor a represalias. Aunque no resultan poco comunes los telegramas de disentimiento, el número de firmas contenidas en el presente documento, 51, es extremadamente grande, si no sin precedentes.
Casi todos los nombres incluidos en el memorándum corresponden a funcionarios de nivel medio —muchos de ellos diplomáticos de carrera— que en el transcurso de los últimos cinco años han participado en las políticas del Gobierno relativas a Siria, dentro de Estados Unidos o en el exterior. Oscilan entre un empleado en el Buró de Asuntos de Oriente Medio en Siria hasta un exfuncionario adjunto en la Embajada de Estados Unidos en Damasco.
“Después de cinco años de una brutal guerra, la razón moral para tomar medidas destinadas a poner fin a las muertes y el sufrimiento en Siria resulta evidente e incuestionable”, se lee en el memorándum.
Fuente: The New York Times