El Gobierno venezolano informó anoche de la detención de nueve personas supuestamente vinculadas con dos grupos paramilitares colombianos que iban a cumplir “una misión en Caracas”, que, las autoridades no descartan, pudiera haber sido un atentado contra el presidente, Nicolás Maduro.
“Todo esto puede indudablemente, presumimos con mucha fuerza, ser parte de un plan que está orquestándose desde allá (en Colombia) para atentar contra la vida de nuestro presidente y contra la estabilidad del Gobierno bolivariano”, indicó el ministro de Interior, Miguel Rodríguez Torres, en una declaración ante la prensa.
El ministro dijo que el primer grupo está vinculado con la banda de origen paramilitar “Los Rastrojos” y el segundo respondería al también colombiano “Chepe Barrera”, mientras que una tercera banda podría encontrarse en la capital del país para cumplir con el objetivo, que los detenidos dijeron desconocer cuál sería.
Rodríguez Torres precisó que el primer grupo fue capturado en Táchira, en la frontera con Colombia, y a este pertenecían Elisa Cruz, Pedro Araujo, Arlington Miranda, José Israel Echávez, Javier Rodríguez y Giovani Salas, todos colombianos.
A ellos se les incautó un fusil AK47, dos pistolas, un revolver, una escopeta, dos granadas y munición.
Al segundo, capturado en Guanare (oeste del país) e integrado por Luis Enrique Gómez López, José Guerrero Angulo y Manuel Guillermo Muñoz Espino, se le incautó un fusil bushmaster, cartuchos, una pistola y uniformes militares con toda la simbología del Ejército venezolano.
También se le encontró “una caja negra de aviación de la que se utiliza para el sistema de grabación de cabina” y “otra caja con equipos de aviónica” que las autoridades están investigando para determinar de qué avión se trata, precisó Rodríguez.
“Existen vinculaciones entre el primer grupo y el segundo y por eso ambos tenían que cumplir una misión en la ciudad de Caracas”, dijo.
“Las primeras conversaciones con estos detenidos manifiestan que vienen a Caracas a cumplir una misión que desconocen y unimos a esto la presencia de una caja negra que pudiera ser, pensando como piensan los terroristas, una caja que pudiera ser utilizada para un falso positivo de un accidente aéreo”, indicó.
El ministro recordó que ayer el ex vicepresidente y periodista José Vicente Rangel denunció la supuesta compra de 18 aviones en Estados Unidos por parte de “venezolanos de oposición” para ser llevados a una base estadunidense en Colombia.
“Nos llama poderosamente la atención y nos crea la suspicacia de qué conexiones políticas puedan tener estos señores con elementos de la extrema derecha venezolana”, indicó el ministro.
“No nos extrañaría que viniesen dentro de esos planes que hemos denunciado constantemente de querer atentar contra la vida del presidente de la República o cualquier otro dignatario del Estado venezolano”, añadió.
El Gobierno venezolano ha reiterado en los últimos meses denuncias de supuestos intentos de atentado contra Maduro y otras figuras del proceso bolivariano, y ha informado de varias detenciones.
Rodríguez Torres indicó que aunque “va a haber personas que van a tratar de asumir esto en tono de burla”, en Venezuela están acostumbrados a que en 14 años de Gobierno del fallecido Hugo Chávez se vieran “cosas que pueden rebasar la imaginación de cualquiera”.
Mencionó los atentados contra los consulados de España y Colombia en 2003, el ingreso de más de un centenar de paramilitares en 2004 y otros episodios.
“Si han sido capaces de todo esto no nos extraña en lo absoluto que este plan tenga una finalidad política desestabilizadora”, dijo.
Indicó que según señalaron los propios detenidos “debe haber otro grupo en Caracas” y en estos momentos el servicio de inteligencia “sigue rastreando” a estos grupos para dar con ellos.
El ministro Rodríguez indicó que hacían la denuncia “con toda la responsabilidad y seriedad que caracteriza” al Servicio Bolivariano de Inteligencia (Sebin) y al Ministerio del Interior.
Fuente: EFE