La organización Artículo19 denunció agresiones hacia la periodista y consejera del Mecanismo para la Protección de Personas Defensoras de Derechos Humanos y Periodistas, Jade Ramírez Cuevas Villanueva.
La organización reporta que Ramírez Cuevas ha sufrido diversas agresiones “que ponen en manifiesto un peligro real e inminente a su integridad física”.
Artículo 19 menciona en un comunicado que el pasado 15 de marzo, la cerradura de la casa de Jade Ramírez fue forzada cuando ella se encontraba al interior de la vivienda. Agrega que dos días después recibió un sobre que solicitaba información sobre las actividades que desempeña e incluía una fotografía de su rostro recortada en nueve piezas que al unirlas dejaban ver una perforación a la altura del cráneo.
La organización internacional indicó que las agresiones en contra de la periodista datan de 2014, “mediante el uso indebido de su correo electrónico, llamadas sin respuesta, personas preguntando por ella en su domicilio particular y a colegas cercanos a ella”.
Señala que las acciones de hostigamiento tienen como denominador común la petición de información de la labor de Jade Ramírez como periodista y consejera del Mecanismo.
Añade que Ramírez Cuevas “realiza una actividad continua de toma de decisiones alrededor de la obligación del Estado mexicano de proteger a quienes defienden y ejercen la libertad de expresión”, así como denunciar las agresiones a profesionales de la comunicación y las condiciones que impiden garantizar la liberad de expresión en México.
Artículo 19 refiere que el Centro de Justicia para la Paz y el Desarrollo (CEPAD), representante de la periodista, ha denunciado desde enero pasado las constantes agresiones hacia Jade Ramírez ante la Fiscalía Especial para la Atención de Delitos cometidos en contra de la Libertad de Expresión (FEADLE), perteneciente a la Procuraduría General de la República (PGR), y la Secretaría de Gobernación (SEGOB).
Sin embargo, apunta la organización, las denuncias no se han reflejado en alguna medida que garantice la seguridad de la periodista.
Fuente: Sin Embargo