Democracia participativa, eje de la revocación de mandato

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Por Francisco Javier Pizarro Chávez

La democracia, tiene dos vertientes relevantes diferentes que con frecuencia se confunden: La “representativa” y la “participativa”.

Abordare la democracia participativa, que genera un conjunto de espacios y mecanismos donde puedan incidir y decidir las ciudadanas y ciudadanos, sobre asuntos públicos de su incumbencia, más allá de la representativa.

La democracia se concibe en ambos rubros como “poder del pueblo” con una diferencia. La “representativa” supone que todo gobierno, depende de las elecciones de los candidatos más capacitados de diversos partidos, que toman decisiones en nombre de la Nación y el Estado.

La democracia “participativa”, en cambio, se ejerce mediante mecanismos electorales y deliberativos a través de Consultas populares y organizaciones sociales, no en torno a los partidos, sino de los gobernantes del poder público.

En síntesis. La democracia participativa requiere interfaces gobierno-sociedad, donde los procesos de incidencia tengan lugar, más allá de los espacios institucionales y la rendición de cuentas propias del modelo representativo, lo que, desde la primera consulta popular, incomoda a al titular del INE.

Lorenzo Córdova sabe que la democracia participativa supera a la representativa ya que promueve ciudadanos más atentos a las políticas sociales, se involucra en los asuntos públicos, razonablemente guía nuestras aspiraciones ciudadanas y, sobre todo, nos describe cómo funciona y que alcance tiene el diseño institucional del Estado y su gobierno.

Para el titular del INE, sin embargo, la Consulta Popular de la Vinculación a Proceso la cual tenía como fin, vincular a juicio a los expresidentes que saquearon sin recato alguno los recursos naturales de nuestra nación, la soberanía de nuestro país, y la Consulta de Revocación del Mandato, de la presidencia de AMLO, no son de su interés. Lo suyo es la democracia representativa que manipuló a lo largo de varios sexenios.

Tan es así, que con el apoyo de la SCJN modificó la pregunta de la primera consulta referida, que originalmente era: “¿Está usted de acuerdo o no con que las autoridades competentes, con apego a las leyes y procedimientos aplicables, investiguen y en su caso sanciones a la presunta comisión de delitos de parte de los expresidentes Carlos Salinas de Gortari, Ernesto Zedillo Ponce, Vicente Fox Quezada y Enrique Peña Nieto, antes, durante y después de sus respectivas gestiones?”.

La corte le dio un grotesco giro a la consulta de vinculación a proceso para proteger a los expresidentes y confundir a los ciudadanos: “Estás de acuerdo o no en que se lleven a cabo acciones pertinentes con apego al marco constitucional y legal para emprender un proceso de esclarecimiento de las decisiones políticas tomadas en los años pasado por los actores políticos encauzados a garantizar la justicia y los derechos de las posibles víctimas”.

¿A que actores políticos “encauzados a garantizar la justicia y los derechos de las posibles víctimas” se refería la SCJN? Nunca se supo. Eso sí, a los expresidentes no los tocaron ni con el pétalo de una rosa.

La Ley Federal de Revocación de Mandato, también la acomodó a su gusto el INE con el apoyo de la mayoría opositora del Senado. ¿Estás de acuerdo en que Andrés Manuel López Obrador, presidente de los Estados Unidos Mexicanos, se le revoque el mandato por pérdida de la confianza o siga en la Presidencia de la República hasta que termine su período” y puso en la boleta dos opciones: “Que se le revoque el mandato por pérdida de la confianza” “Que siga en la presidencia de la República”? lo cual, desde mi punto de vista, es un desafío.

¿A qué pérdida de confianza se refiere: ¿A la de los partidos opositores y mangantes neoliberales que se oponen a la reforma de la Energía eléctrica, las políticas de bienestar social a los adultos mayores y ciudadanos sometidos a la pobreza? Si es así, pues díganlo.

Pasemos de la disputa jurídica a la presupuestal de las consultas populares que es lo que mas preocupa y agravia a Lorenzo Córdova y usa de bandera para desmantelar en tiempo y espacio la votación de los ciudadanos de la democracia participativa.

De las 104 mil 667 casillas de las elecciones nacionales del 6 de julio pasado, las redujo a 91 mil casillas en 300 distritos electorales, lo que desorientó a los ciudadanos y afecto a la población de las zonas rurales y comunidades indígenas.

Esto, porque a Lorenzo Córdova le incomodó que el presupuesto del INE, se redujera de mil millones 500 mil pesos a 522 millones de pesos, en la Consulta de vinculación a proceso a los expresidentes, que por lo que vemos se repetirá en la Consulta de Revocación de Mandato, ya que la Cámara de Diputados le reiteró 2 mil 500 millones de pesos del presupuesto del próximo año.

En respuesta a ello, el INE ha cuestionado las firmas que los ciudadanos han emitido en esta segunda Consulta, que es la que más le preocupa. No es casual que El Financiero difundiera recientemente a 20 días de que inició la relección de promoventes de la “Consulta de la Revocación de mandato”, que se han juntado 351 mil 945 firmas, de las cuales 51 mil presentan inconsistencias según el INE.

En el documento, cuyo corte fue el 21 de noviembre, se refirió que el avance es del 12% de la meta de 2 millones 758 mil 277 firmas que se requieren, equivalentes al 3% de la lista nominal del INE.

Las 19 mil 787 firmas que se han recabado, afirman son inconsistentes; 12 mil 585 son duplicadas; 4 mil 816 fueron dadas de baja y 4 mil 768 tienen datos encontrados en la lista nominal. Las 51 mil firmas “inconsistentes” referidas no las fundamenta ni demuestra el INE, lo que quiérase o no, es sumamente sospechoso.

Me pregunto, ¿Qué tal si los grupos que se oponen a la consulta de revocación, malversan las firmas que recaudan a lo largo y ancho del país; si el órgano electoral las duplica y modifica sus datos de la lista nominal para darlas de baja?

De entrada, el INE señala que para que las firmas sean validas deben ser parte solo de 17 Estados. ¿No les parece que todas esas “inconsistencias” a las que se refiere el INE son sumamente “raras”?

Para este servidor, la desorganización de las firmas de la consulta que difunde el INE es, ni más ni menos, un componente para amilanar al pueblo y poner freno a la democracia participativa, que es la que realmente educa al electorado de los ciudadanos de “abajo”; promueve la equidad social y la rendición de cuentas de los funcionarios públicos, cupulas empresariales y la soberanía de nuestra patria.  

De lo que no tengo la menor duda es que el INE no va a intimidar junto con los opositores al presidente de la República, quien tranquilamente les advierte: “El pueblo va a decir si me quedo o me voy. A ver qué dice el pueblo de México. Son ejercicios de gran trascendencia. Aún con todos los obstáculos, se dio un paso adelante, una consulta constitucional, ya hay precedente y lo repito: viene la Revocación de Mandato y va a ser interesantísimo, no nos vamos a aburrir”.

No por nada el presidente promovió la Consulta Popular de la Revocación de Mandato. Sabe que el pueblo no lo va a dejar solo. Al contrario, está convencido que millones de mexicanos se sumaran a su mandato presidencial para fortalecer la 4ta Transformación no al sistema neoliberal.

Veremos y diremos que es lo que sigue, estimados lectores de “Reflexiones en Voz Alta”

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