El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, nombró este viernes a James B. Comey, un republicano que integró el gobierno del ex presidente George W. Bush, como nuevo director del FBI.
Comey, de 52 años, fue un importante funcionario en el Departamento de Justicia durante el gobierno del antecesor de Obama.
Si el Senado lo confirma para el mandato de diez años, reemplazará a Robert S. Mueller III, quien ocupa el cargo desde 2001.
Obama elogió a Comey como un hombre que “defiende con mucho orgullo la justicia y el imperio de la ley” y destacó su trabajo contra el crimen organizado y la violencia de las armas como fiscal federal y su labor como vicefiscal general.
A pesar de que es republicano, se considera que Comey tiene una voz independiente en Washington y Obama destacó su independencia y su integridad.
Internacionalmente ganó relevancia en 2001, cuando impulsó la acusación por el atentado terrorista en el complejo Khobar Towers en Arabia Saudí, en el que cinco años antes murieron 19 estadounidenses.
A principios de este año, Obama nombró a otro republicano, Chuck Hagel, como secretario de Defensa. Hagel fue confirmado por el Senado en febrero, aunque con cierta dificultad. Puede ser que Comey enfrente una situación similar, según analiza la prensa.
Mueller ocupó el puesto de director del Buró Federal de Investigaciones (FBI) desde una semana antes de los atentados terroristas del 11 de septiembre de 2001. La ley estadounidense limita el mandato de director del FBI a diez años, pero a Mueller le fue otorgada una extensión de dos años a pedido de Obama en 2011.
En sus 12 años como director, Mueller transformó la agencia con el objetivo de estar a la altura de la lucha contra el terrorismo. Pero además se le reconoce haber continuado la lucha del FBI contra el crimen organizado, las violaciones a la ley antimonopolio y el narcotráfico.
Fuente: AFP