Christine Lagarde, primera mujer que ha dirigido el Fondo Monetario Internacional (FMI), renunció a su cargo para ser la próxima presidenta del Banco Central Europeo (BCE), en sustitución del italiano Mario Draghi, quien termina su mandato de ocho años el próximo 31 de octubre.
Los mandatarios europeos consiguieron este martes superar sus divisiones y designar a la alemana Ursula von der Leyen como próxima presidenta de la Comisión Europea, al término de una intensa cumbre sobre altos cargos de tres días.
Además de la actual conservadora ministra alemana de Defensa, los líderes nombraron al liberal belga Charles Michel como próximo presidente del Consejo Europeo, al español socialdemócrata Josep Borrell como jefe de la diplomacia europea y a la francesa Christine Lagarde, al frente del Banco Central Europeo (BCE).
“¡Ya está hecho!”, tuiteó en primer lugar el primer ministro luxemburgués, Xavier Bettel, antes de que el presidente del Consejo Europeo, el polaco Donald Tusk, confirmara en la misma red social el reparto de altos cargos acordado.
Los dirigentes dan luz verde así al último acuerdo que tenían entre manos, después de haber fracasado la víspera otro reparto de cargos que daba la presidencia de la Comisión al socialdemócrata Frans Timmermans, y que no logró progresar.
El presidente francés, el liberal Emmanuel Macron, fue quien propuso nombrar a Von der Leyen, de 60 años, a la cima de la Comisión, una jugada que le permitió obtener el BCE para Lagarde, actual directora general del Fondo Monetario Internacional (FMI).
A la espera de la Eurocámara
La Eurocámara debe ahora confirmar la designación de la política alemana, que, sin embargo, no ejerció de cabeza de lista de una de las familias políticas en las elecciones a la Eurocámara, una exigencia que los eurodiputados habían reclamado a los líderes.
“Esta propuesta nos decepciona mucho”, advirtió Iratxe García, jefa del grupo socialdemócrata en el Parlamento Europeo, el segundo en importancia tras el Partido Popular Europeo (PPE, derecha), al que pertenece Von der Leyen.
El acuerdo pone fin a una noche de infructuosas discusiones entre el domingo y el lunes, los 28 prometieron ponerse de acuerdo para evitar ser blanco de las críticas de las formaciones populistas.
Por la mañana, un compromiso respaldado por Alemania, Francia, España y Holanda, que parecía crear consenso durante el fin de semana, parecía totalmente abandonado, según dos fuentes cercanas a las negociaciones.
Los desacuerdos se centraban en torno al conocido como “acuerdo de Osaka”, que concedía la presidencia de la Comisión -la joya de la corona- a Timmermans, pese a que su familia política quedó en segundo lugar en las pasadas elecciones europeas.
Aunque el Partido Popular Europeo (PPE, derecha) cedía la Comisión pese a haber ganado los comicios, a cambio obtenía la presidencia de la Eurocámara para su candidato, el alemán Manfred Weber, en virtud del pacto.
Pero reclamaba también dirigir el Consejo Europeo, cenáculo de líderes, uno de los escollos de la negociación, ya que los liberales pugnaban también por este cargo, del que depende el color político del próximo jefe de la diplomacia europea.
Por ello, la cesión en el acuerdo de Osaka del Consejo a los liberales, además de ceder la Comisión, generó frustración en el seno del PPE y críticas a una de los suyos, Angela Merkel, y galvanizó el rechazo de los países del Este por la candidatura “inaceptable” de Timmermans.
Los mandatarios de los cuatro países de Visegrado (Hungría, Eslovaquia, República Checa y Polonia), había expresado en cambio su apoyo a Von der Leyen, a través del portavoz del gobierno húngaro, Zoltan Kovacs, antes del anuncio.
Los mandatarios querían lograr un acuerdo antes que la Eurocámara escoja a su presidente. Tras constituirse este martes, los eurodiputados tienen previsto escoger a su líder el miércoles, y para el puesto suena el socialdemócrata Serguei Stanishev.
Aunque no es una prerrogativa de los líderes, el cargo de presidente de la Eurocámara cuenta en el reparto del resto de cargos en base a equilibrios geográficos, de género y de político, este último mucho más patente tras las elecciones de mayo.
Para lograr una mayoría proeuropea estable en la Eurocámara y en el Consejo, al menos tres familias políticas deben ponerse de acuerdo: PPE (derecha), socialdemócratas y liberales.
Dos mujeres y dos hombres, los cuatro nuevos rostros de la UE
Dos mujeres, dos hombres, tres de los cuales provienen de países fundadores de la Unión Europea (UE), fueron elegidos este martes en una cumbre en Bruselas para ocupar los puestos clave del bloque.
Ursula von der Leyen
En la presidencia de la Comisión, la alemana Ursula von der Leyen, de 60 años, madre de siete hijos. Cercana a la canciller Angela Merkel, de quien en cierto momento se señaló como potencial heredera, Von der Leyen es una francófila, apreciada por París, particularmente por la buena cooperación en temas de defensa francoalemana. Su balance en el ministerio de Defensa, que ha ocupado durante casi seis años, sin embargo, es controvertido.
Charles Michel
En la presidencia del Consejo Europeo, Charles Michel, actual primer ministro belga, de 43 años, es un liberal francohablante que ha escalado rápidamente tras un nombramiento político tempranero, a la sombra de su padre, el ex comisario europeo, Louis Michel.
Con un buen nivel de lengua flamenca, desde hace cinco años gobierna en coalición con el N-VA (nacionalistas flamencos), un partido que aboga por la independencia de Flandes desde sus propios estatutos.
Joseph Borrell
En el puesto al frente de la diplomacia europea, el español Josep Borrell (PSOE), de 72 años, es un catalán firmemente anti-independentista.
Borrell es conocido por su discurso directo, en los últimos meses ha estado muy activo respecto a la situación en Venezuela y ha criticado con frecuencia a la administración estadunidense de Donald Trump.
Christine Lagarde
En la presidencia del Banco Central Europeo (BCE), la francesa Christine Lagarde, de 63 años.
Ex campeona de nado sincronizada, esta abogada, reconvertida a banquera, quien habla inglés perfectamente ya ha alcanzado las cotas más altas: primera mujer ministra de Finanzas en Francia y en liderar al Fondo Monetario Internacional (FMI), así como la primera en dirigir una gran firma de abogados estadunidense.
Lagarde será la próxima presidenta del Banco Central Europeo en sustitución de Mario Draghi, quien dejará el cargo el próximo otoño.
La propia Lagarde confirmó la nominación y anunció que dejará el cargo de directora gerente del FMI mientras dura el proceso de elección.
“Me siento honrada de haber sido nominada para la presidencia del Banco Central Europeo. A la luz de esto, y en consulta con el Comité de Ética del directorio ejecutivo del FMI, he decidido renunciar temporalmente a mis responsabilidades como Directora Gerente del FMI durante el periodo de nominación”, declaró Lagarde en un comunicado publicado en la página oficial del organismo.
Fuente: AFP/ Agencias