Ante la formalización del método de selección del candidato presidencial del bloque opositor, el presidente Andrés Manuel López Obrador ratificó que en realidad, es un mecanismo de simulación porque la decisión la tomará la oligarquía encabezada por el ex presidente Carlos Salinas y algunos otros personajes pues en realidad Claudio X González será el mero operador de la designación “ese nomas señala. Es el del dedazo pero detrás están decidiendo quién es”.
Durante su conferencia, dijo que como algunos ya se dieron cuenta cómo está el proceso y que la decisión ya está tomada, comenzaron a desertar del proceso de selección. Ante la insistencia de que mencionara el nombre de quien será el candidato opositor, como lo anunció ayer, conminó a la paciencia para que muestren más el cobre quienes participan, “pero ya lo vamos a dar a conocer porque todo es una faramalla”.
—¿Hay quienes desde la oposición cuestionan el método porque no se le está tomando en cuenta a la ciudadanía?
—No, es una minoría la que está decidiendo, porque lo que quieren es regresar por sus fueros. Hay una minoría que se acostumbró a la corrupción. No quieren dejar de robar y quieren reconquistar el gobierno para seguir medrando. No le tienen respeto ni mucho menos amor al pueblo. Su dios es el dinero y desde luego hay un acompañamiento de medios de información, intelectuales alcahuetes, sectores aspiracionistas y mucha gente con pensamiento conservador.
Por otro lado, López Obrador descartó que pudiera haber sanciones porque se iniciaron estos procedimientos tanto en el movimiento que encabeza como en el frente opositor, porque aún no ha iniciado el proceso electoral. Consideró que los partidos pueden realizar “labores de divulgación” para invitar a los ciudadanos para que participen más allá de las elecciones.
“Es necesario que la vida pública que no haya tapados, no haya dedazo, cargadas e imposiciones. Eso es lo que tiene que cuidarse pero no querer ganar en la mesa como cuando no querían que participara en la boleta y me inventaron un delito y me desaforaron”.
Fuente: La Jornada