En sólo cuatro años Televisa, que fuera uno de los mayores emporios televisivos del continente, perdió 70% de su valor. Junto con TV Azteca se convirtió en el medio imprescindible para difundir la publicidad oficial, que llegó a representar justamente 70% de sus ingresos. Pero ni Emilio Azcárraga Jean ni su equipo pudieron enfrentar dos cambios decisivos en la sociedad mexicana: el avance irrefrenable de los contenidos digitales y la llegada al poder de Andrés Manuel López Obrador, con su austeridad en el gasto público.
Por Neldy San Martín/ Proceso
El 6 de junio de 2015 Televisa llegó a tener un valor en el mercado de 353 mil 411 millones de pesos. Seis meses antes, en diciembre de 2014, el entonces presidente Enrique Peña Nieto no tenía reparo en declarar que era “motivo de orgullo tener a una empresa mexicana” como esa televisora.
Pero en tiempos de Netflix, Youtube y la austeridad republicana impulsada por el presidente Andrés Manuel López Obrador, la capitalización de mercado de la televisora es de 106 mil 38 millones de pesos al 12 de septiembre, según el medio especializado en finanzas Bloomberg. Es decir, el imperio que dejó Emilio Azcárraga Milmo, El Tigre, ha perdido 70% de su valor en ese periodo.
Las acciones de la televisora, que entró al mercado financiero en 1991, valen hoy una cuarta parte de lo que en 2015, al pasar de 122 pesos en junio de ese año a 34 en la primera semana de septiembre de 2019.
La caída se ha ido configurando con el tiempo. En octubre de 2015, cinco meses después de alcanzar su máximo histórico, el valor de sus acciones había retrocedido casi 30% y se ubicaban en 87 pesos. Como sus acciones, también va en descenso la fortuna de Emilio Azcárraga Jean, quien el 26 de octubre de 2017 dejó la presidencia ejecutiva de Grupo Televisa después de 20 años.
Pese a que cedió las riendas de la empresa a Alfonso de Angoitia y Bernardo Gómez, para quedarse al frente del consejo de administración, Azcárraga Jean siendo uno de los hombres más ricos de México con mil 200 millones de dólares, según la revista Forbes.
Sin embargo, perdió mil 300 millones de dólares en los últimos seis años, ya que de acuerdo a la misma revista en 2013 poseía 2 mil 500 millones, por lo que año con año ha descendido en la lista de los hombres más ricos de México: en 2013 apareció en el sitio 10 y este 2019 en el 27.
Benjamín Álvarez, analista de CI Casa de Bolsa, señala en entrevista que la caída de la televisora en el mercado se debe a una mala mezcla:
“Un complemento de malas noticias y malas decisiones han llevado a los números de hoy de Televisa. No es un caso exclusivo de esa empresa. Las acciones de TV Azteca tienen un desempeño similar.
“¿Qué ha pasado? Todo se inició con la reforma en telecomunicaciones de la administración pasada y la ley antimonopolio de la administración pasada (ambas de 2014), entre otras cosas, con lo que aumentó la participación de otras empresas en estos sectores.
“Adicional a esto, han influido otros factores como malas decisiones de inversión; por ejemplo, Televisa realizó una inversión con TV Azteca para comprar Nextel (2010) y Iusacell (2011), situación que no salió muy bien”.
Sequía publicitaria
La disminución del gasto en publicidad del gobierno federal con la llegada de López Obrador a la Presidencia le pegó a todo el sector de telecomunicaciones. Televisa no fue la excepción.
Sólo el primer trimestre de este año las ventas de publicidad de la televisora disminuyeron 13.8% respecto al mismo periodo de 2018, principalmente por la reducción de publicidad oficial. Mientras que en el segundo trimestre la empresa reportó una caída de 17% en comparación con el segundo trimestre del año pasado.
Pese a que sus principales fuentes de ingresos actuales son sus sistemas de televisión satelital (Sky) y por cable (Izzi), hoy todavía la publicidad le reditúa 40% de sus ingresos (alguna vez fue 70%).
“Como hemos indicado en los últimos dos trimestres, la nueva administración está implementando una serie de medidas con la finalidad de tener fondos disponibles para otras iniciativas. Una de estas medidas es la reducción de su gasto en publicidad, mismo que el gobierno indicó que alcanzaría un 50%, aproximadamente. Esta reducción tuvo un impacto importante en los ingresos por publicidad durante el segundo trimestre”, señala Televisa en su reporte correspondiente a ese periodo.
Ya en su reporte del primer trimestre había observado: “Cabe recordar que la publicidad de gobierno representó el 11% de nuestros ingresos totales por publicidad el año pasado, o alrededor de 2% de las ventas netas consolidadas”.
En este escenario, en el que poco se ha visto reflejada la cercanía de Bernardo Gómez con la Cuarta Transformación, en el grupo de empresarios asesores de López Obrador, Televisa anticipa que sus ingresos por publicidad gubernamental caerán alrededor de 50% este año.
En este entorno, la utilidad neta de la televisora cayó 73.5% en el segundo trimestre de 2019 respecto del segundo trimestre de 2018 y los ingresos de la televisora cayeron 2.7%, golpeados por la reducción del gasto oficial.
Es un cambio drástico en comparación con el sexenio de Enrique Peña Nieto. Según los contratos de comunicación social de las dependencias del gobierno federal, Televisa S. A. de C. V. (Grupo Televisa) y Grupo Televisa S. A. (Corporativo) recibieron entre 2012 y 2018, por ese concepto, montos de 8 mil 155 millones y 2 mil 147 millones de pesos, respectivamente.
Además, Televisa se verá afectada por la iniciativa presidencial de reforma al Artículo 28 de la Constitución para prohibir la condonación de impuestos, enviada al Congreso el pasado 14 de agosto. Medida que ya había adelantado el 20 de mayo, cuando el presidente firmó un decreto para eliminar dicha condonación, el cual fue publicado en el Diario Oficial de la Federación.
Entre 2015 y 2018 el Servicio de Administración Tributaria perdonó 13 millones 144 mil pesos en impuestos a Televisa, de acuerdo con el reportero Mathieu Tourliere (Proceso 2212, 24 de marzo de 2019).
Recortes, alianzas y más recortes
Con el tiempo Televisa ha dejado de ser el gigante de las telecomunicaciones y la “fábrica de sueños” con la que crecieron varias generaciones de mexicanos.
Las telenovelas y programas que se trasmitían en América Latina, Estados Unidos y algunos países de Europa, son sustituidos por contenidos en línea y series internacionales como las que transmiten Netflix y Amazon.
“La llegada de empresas como Netflix o empresas de streaming que te dan mayores opciones de contenido le pegó a las televisoras. Hace 10 años eran las únicas generadoras de contenido a nivel nacional; prácticamente lo que producían Televisa y TV Azteca era lo que consumían los mexicanos”, señala el analista Álvarez, de CI Casa de Bolsa.
La influencia de Televisa ha ido perdiendo espacio en el país al tiempo que el internet llega a más lugares. “Jamás veo televisión, solamente cuando pasan los partidos de futbol”, dice Javier Blanco, de 13 años, estudiante de segundo año de secundaria en Tlapa, Guerrero.
“Para nada (veo televisión abierta), cuando estoy frente a la pantalla es porque estoy viendo alguna serie en Netflix”, afirma por su parte Gabriela Lagunes, de 15 años, quien vive en Villahermosa, Tabasco.
La introducción de nuevas plataformas de información y entretenimiento obligó a la empresa a replantear su estructura. Primero intentó competir en ese mercado con su plataforma Blim, pero al darse cuenta de que era una misión imposible ahora está optando por las alianzas, como es la compra de 36% de las acciones de Univisión.
“La estrategia que traen, más que pelear contenidos, es generar contenidos conjuntos. Es decir: no descartes una telenovela o una serie que tenga participación tanto de Televisa como de TV Azteca; la idea es generar alianzas estratégicas”, señala el analista entrevistado.
En tal circunstancia, Televisa optó por un plan de desinversión, es decir, deshacerse de activos que no considera estratégicos. En consecuencia, vendió sus acciones de Radiópolis, que opera 17 estaciones –entre ellas W Radio, W Deportes y la Ké Buena–, a una filial de Grupo Alemán, propiedad de Miguel Alemán Magnani, dueño de Interjet e hijo de Miguel Alemán Velasco. Tras esa operación, por mil 248 millones de pesos, Televisa salió de la radio tras 89 años de operación.
Además, el 24 de julio pasado la empresa de Azcárraga Jean anunció la venta de 40% de sus acciones de Ocesa en 5 mil 206 millones de pesos a la empresa estadunidense Live Nation Entertainment, con lo que abandonó el negocio de los espectáculos en vivo.
“La estrategia es ir deshaciéndose de estos activos para disminuir su nivel de deuda y mejorar sus finanzas, a fin de invertir en otros negocios o generar contenidos más competitivos”, explica Álvarez.
De acuerdo con el segundo reporte trimestral de Televisa en este año, el total de su deuda al 30 de junio era de 133 mil 988 millones de pesos, un incremento de 12 mil 16 millones respecto de diciembre de 2018, cuando era de 121 mil 972 millones de pesos.
La empresa ha tenido que hacer otros recortes y en abril de este año despidió a reporteros, comentaristas e integrantes de producción de Televisa Deportes y Televisa Deportes Network.
La periodista Valentina Alazraki reveló a principios del presente mes, en sus redes sociales, que por primera vez desde 1974 no cubrirá las actividades del Papa. No realizará el viaje número 154 de su carrera para seguir al pontífice “debido a ajustes presupuestarios” en la empresa.
Fuente: Proceso