Un día antes de rendir su Primer Informe oficial, el Presidente Andrés Manuel López Obrador declaró, agitando un pañuelo blanco en el aire, el fin de la corrupción en el Gobierno.
“Ya puedo decirles aquí con la frente en alto, viendoles a los ojos, de que (sic) ya se acabó la corrupción arriba, puedo sacar hasta mi pañuelito blanco para decir ya no hay corrupción arriba”, sostuvo en un mitin en el patio central del Hospital Rural del IMSS de San Salvador El Seco, Puebla.
El tabasqueño insistió en que en los gobiernos anteriores, el Presidente avalaba el saqueó millonario del presupuesto, como el caso de la compra de la planta chatarra en el gobierno de Enrique Peña Nieto.
“Todos los negocios jugosos, todas las tranzas que se hacen llevan el visto bueno del presidente”, afirmó.
AMLO destacó que durante los primeros nueve meses de su gobierno los ahorros alcanzados por el combate a la corrupción y las medidas de austeridad presupuestal han reportado un ahorro a la hacienda pública de hasta 500 mil millones de pesos. Por ello se mantiene la política de no incrementar la deuda publica bajo su administración.
López Obrador recordó el drástico incremento de la deuda pública en las últimas administraciones federales. Al concluir el sexenio de Felipe Calderón la dejó con un saldo de 5.2 billones de pesos y el ex presidente Enrique Peña Nieto la incrementó hasta 10 billones de pesos.
Actualmente se están pagando 650 mil millones de pesos por el servicio de la deuda; “por eso es que no podemos seguir endeudándonos”, acotó el mandatario. “Puedo garantizar que va seguir siendo la misma deuda en términos reales”.
Ataviado con un collar de esferas que le regaló la comunidad, López Obrador dijo que todo lo que se pueda recuperar de arrancar la corrupción de raíz “va a ser para felicidad, no sólo para quienes pensamos de esta manera, sino para todos los mexicanos”. Y es que, dijo, la corrupción alcanzó niveles que ni se imaginan.
El contratiempo por la denuncia pública que responsabilizaba al gobierno del estado derivó varios minutos después en una efusiva despedida presidencial al ejecutivo local: “Que viva el extraordinario gobernador de Puebla, lo queremos mucho, lo vamos a apoyar, la federación va a respaldar al gobernador de Puebla”.
Fuente: Reforma/ La Jornada
